Experiencia de alfabetización con trabajadoras de aseo urbano. "Aprender y conocer sobre nuestros derechos nos ha dado fuerza para pelear unidas"

Trabajadoras de aseo urbano: una experiencia de lucha

En lo que va de estos últimos seis meses del año las obreras de aseo urbano de la ciudad de El Alto vienen realizando una serie de luchas en las que reclaman por el incumplimiento de sus derechos en sus contratos laborales, por ser arbitrariamente despedidas y por ser acosadas e intimidadas por la patronal. También vienen reclamando para tener acceso a un seguro contra accidentes, ya que se encuentran permanentemente expuestas a sufrir daños a su salud, a accidentes laborales que en algunos casos -producto de la codicia de la empresa- han ocasionado incapacidad física, enfermedades y hasta la muerte. Pese a las dificultades que vienen pasando, han podido hacerse escuchar como resultado de la capacidad de organización que tienen, haciendo pública sus denuncias, ya sea ante el ministerio de Trabajo o ante los medios de comunicación y las organizaciones sociales.

Las corajudas trabajadoras de la empresa Trébol, a la cabeza de Tatiana Mamani, han constituido un nuevo sindicato como respuesta al miserable rol burocrático y pro patronal que viene cumpliendo el anterior sindicato sostenido por la empresa. El nuevo sindicato viene luchando para lograr su reconocimiento legal con el firme propósito de imponer a la patronal el cumplimiento de todas las demandas y exigencias de las y los trabajadores. Frente a este hecho la empresa viene ejecutando-con la colaboración de los burócratas afines a la patronal- acciones de violencia física y emocional, y, con el respaldo del ministerio de Trabajo, resoluciones de rechazo a las denuncias de los trabajadores y trabajadoras.

En este sentido, este grupo de valientes barrenderas, hoy se han transformado en dirigentes de su sindicato, y empiezan a convertirse en un punto de referencia de todos los y las trabajadoras interesadas en resistir en unidad la ofensiva patronal y derechista. La unidad de las y los trabajadores que se encuentran en pie de lucha tiene como finalidad fortalecer las luchas parciales, pero también tiene el propósito de aprender y extraer lecciones sobre los diversos conflictos obreros, buscando encontrar una estrategia que permita que los mismos puedan vencer la resistencia de la patronal, de la burocracia sindical y del ministerio de Trabajo.

La educación como sistema de opresión y explotación

El taller de alfabetización surge por la necesidad manifiesta de un grupo de trabajadoras de dar una salida a las dificultades que tienen en cuanto a lectura, escritura y comprensión lectora. Dentro del grupo de trabajadoras se ha identificado que algunas no saben leer y escribir. En algunos casos hay trabajadoras que leen y escriben con dificultades y otras que tienen una lectura adecuada, pero con dificultades para escribir, y, en varios casos, para comprender un texto.

Las condiciones en las que viven las trabajadoras de aseo urbano y seguramente muchas personas en todo el país, es la muestra objetiva del papel que cumple la educación dentro de la sociedad. La educación y, por lo mismo, la escuela están constituidas sobre el fundamento de que en estos espacios se garantiza “la igualdad de oportunidades”; incluso existe el discurso instalado en la sociedad de que a pesar de que existen clases sociales, diferencias culturales y familiares y condiciones socioeconómicas, todo aquello existe por fuera de la escuela, reafirmando la idea de que en las aulas todos los niños y niñas tienen las mismas oportunidades, a lo que se añade la creencia de que para salir adelante depende únicamente del esfuerzo que cada uno y una alcance hacer.

Si bien la escuela es el producto de la necesidad que tiene la burguesía para inculcar sus valores e ideas dominantes en la sociedad, legitimizando el orden social e interiorizando y naturalizando las relaciones sociales de producción basadas en la explotación de millones de hombres y mujeres; es también el resultado de valientes luchas por mantener la educación gratuita, masificarla y defenderla de los intereses de la burguesía capitalista.

La burguesía no tiene ni el interés ni está dispuesta a disponer de los medios para otorgar una verdadera educación a la clase trabajadora. No sólo limitando su potencialidad mediante la división entre el trabajo manual e intelectual, sino intentando desplazar a las masas populares de su acceso a la misma, reduciendo el presupuesto para educación e imponiendo sus programas de estudio.

En el caso de las trabajadoras de aseo urbano el acceso a la educación se les ha negado, como ellas mismas señalan, por la violencia física y emocional que han vivido en las escuelas, es decir, muchas de ellas han sido expulsadas desde muy pequeñas de las escuelas por el sistema educativo que está basado en la lógica de que “la letra entra con sangre”. Pero también han sido negadas a continuar su educación por el carácter machista y patriarcal de la sociedad, pues las familias muchas veces obligan a las niñas a dejar de estudiar para que se dediquen a trabajar y porque en su caso, por ser mujeres, es preferible que se dediquen a generar ingresos para la familia, priorizando de este modo que sean los hermanos varones los que tengan acceso a la educación.

El conocimiento como instrumento de lucha

Los talleres de alfabetización tienen un carácter político y de empoderamiento para la lucha de clases, por lo mismo, están en las antípodas de la caridad social o del asistencialismo de las Ongs. Los talleres vienen impulsado un aumento en la voluntad de lucha de las trabajadoras. Muchos de sus testimonios, que están escritos en sus cuadernos de aprendizaje, dan cuenta de la importancia que tiene aprender a leer y escribir, como muestra de ello compartimos el testimonio de algunas trabajadoras:

Temblaba y caían lágrimas de mis ojos. El supervisor me dijo: por qué te comportas así, no eras así, quién te está enseñando. Yo le respondí: las leyes y estoy estudiando.

Yo quiero aprender a leer para que no me engañen. En la empresa me han hecho firmar un documento. Yo les he preguntado: para qué es, porque no sé leer. Me han dicho que firme y he firmado. Al final me han engañado.

“Marx dijo: ‘las ideas dominantes de una época son esencialmente las ideas de la clase dominante’. Y esto se aplica también a la cultura en su conjunto. Y, no obstante, nosotros decimos a la clase obrera: ‘¡asimila toda la cultura del pasado, de otra forma no construirás el socialismo!’. Porque la técnica: ¿es únicamente un instrumento de la opresión de clase? No, la técnica es la principal conquista de la humanidad; aunque hasta el momento haya servido como instrumento de explotación, al mismo tiempo es la condición fundamental para la emancipación de los explotados. (…) La fuerza impulsora del proceso histórico es el desarrollo de las fuerzas productivas. Por eso, el proletariado necesita conocer la totalidad de los conocimientos y técnicas creadas por la humanidad. Porque para superar la ciencia burguesa necesitamos conocerla a fondo.” (...) “sí, la cultura fue el principal instrumento de la opresión de clase; pero también es, y sólo ella puede serlo, el instrumento de la emancipación socialista.” (León Trotsky - Escritos Filosóficos).

Desde la LORCI, al constatar las condiciones de explotación a las que son expuestas las trabajadoras de aseo urbano y cuyo propósito es generar ganancias a la empresa Trébol a costa de salarios miserables, de la vulneración de sus derechos laborales y de la violencia física y emocional que ejerce sobre ellas; y al reconocer su condición de oprimidas tanto por su condición de mujer, de ser pobre y de ser de origen aymara, es que venimos realizando talleres de alfabetización y charlas sobre derechos laborales, procedimientos laborales y judiciales. Esto va cambiando, en palabras de otra de las trabajadoras de aseo urbano:

Antes teníamos miedo cuando el supervisor nos amenazaba con darnos un memorándum o con descontarnos nuestro salario. Ahora no tenemos miedo porque sabemos de nuestros derechos, porque estudiamos las leyes y porque estamos unidas.

Por lo expuesto, manifestamos nuestro firme propósito de pelear para exigir y defender la educación pública, laica, gratuita y de calidad. Luchamos por un presupuesto acorde a las necesidades que demanda la educación pública y no a los dictados de la clase dominante y sus ganancias. Exigimos al Estado el financiamiento pleno de la educación y las garantías de acceso para el conjunto de la población, lo cual no significa dejar al Estado con el control de los mismos, por el contrario, hay que arrancarle el control de los planes de estudio, el presupuesto y el destino de los fondos, y ponerlo en manos de los verdaderos actores de la educación como una forma de control obrero de la escuela.

Finalmente, como señala Javo Ferreira en respuesta ante los ataques de la patronal de #Trebol: “Nuestro interés en Trebol, como en todas las empresas en las que hemos enfrentado el abuso patronal, es que las y los trabajadores logren vencer en su lucha contra la patronal y por sus derechos. Estamos seguros que en ese camino llegaremos al convencimiento común que la pelea sectorial y corporativa no es suficiente, sino que es necesario avanzar en la unidad en la lucha de toda la clase trabajadora, precarizados, contratados, a domicilio, informales, etc., para poner fin definitivamente al abuso del empresariado, donde Trebol es solo una de las expresiones más desvergonzadas. Nuestro interés en Trebol, como en todas las esferas de la vida social, es la lucha contra este sistema de explotación, miseria, racismo y misoginia, con el horizonte socialista por delante”.

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