Los cambios responden al avance de la influencia del príncipe heredero y a la falta de avances en la guerra contra los Huthi en Yemen.
Martes 27 de febrero de 2018 11:31
El rey de Arabia Saudita, Salman Bin Abdelaziz, ordenó la remodelación de la cúpula del Ejército y de varios ministerios mediante una serie de decretos publicados durante la noche de este lunes. Según informó la agencia Reuters los cambios se atribuyen a un intento de elevar a funcionarios jóvenes a puestos clave de las áreas de seguridad y económica.
Como parte de los cambios, el rey saudí, ha nombrado a Tamadar Bin Yusef al Ramah ministra adjunta de Trabajo y Desarrollo Social, un puesto gubernamental de alto nivel sin precedentes para una mujer en el reino.
El general Abdelrahman al Banyan, jefe del Estado Mayor saudí, y Mohamed Bin Suhaim, líder de las Fuerzas de Defensa Aérea, fueron destituidos, y ambos fueron remplazados por Fayat al Ruaili y Mazid al Amru, respectivamente. Además, el teniente general Fahed Bin Turki fue designado como cabeza de las Fuerzas Conjuntas saudíes, después de ser retirado como líder de las unidades terrestres, según informó Efe.
Los cambios se produce cuando las fuerzas militares de Arabia Saudita se encuentran empantanadas en sus ataques contra los Huthi en Yemen. Pocas horas antes, de que se anuncien los cambios, la aviación saudí mató entre seis y 20 militares aliados tras bombardear, en un ataque por error, una base del ejército yemení, según fuentes progubernamentales yemeníes.
La situación en Yemen se vuelve cada día más delicada. A fines de enero se dieron enfrentamientos en Adén, que concluyeron con el cambio de manos del poder en la ciudad, para el Consejo de Transición del Sur (CTS), un movimiento de secesión apoyado por los Estados Unidos, Emiratos Árabes y diversas tribus de la región que no ven con buenos ojos extender el conflicto.
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De esta manera se estarían alejando de la perspectiva estratégica marcada por Hadi y Arabia Saudita de mantener un Yemen unificado cuyo objetivo es, además de controlar los recursos y la posición geoestratégica de Yemen, la de socavar la influencia iraní sobre la región, quienes apoyan explícitamente a los houthies. En este punto se planteaba una ofensiva para capturar la capital norteña, Saná, en manos de los Houthies.
La ONU califica la guerra de Yemen, que dejó más de 9.200 muertos y cerca de 53.000 heridos, de "peor crisis humanitaria en el mundo".
Junto a los cambios en la cúpula militar se dieron modificaciones en el palacio. El cambio más significativo fue el nombramiento de Fahed bin Badr bin Abdelaziz como nuevo asesor del monarca. Igualmente, anunció la remodelación entre los gobernadores en algunas provincias del reino saudí.
Estos movimientos se producen en un momento tenso en la familia real ya que el pasado noviembre se llevó a cabo una campaña de detenciones de decenas de príncipes, políticos en puestos claves y grandes empresarios en una purga que, según el reino, responde a una operación contra la corrupción.
La misma habría sido digitada por el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, que lleva meses consolidando su control sobre el poder e impulsando importantes reformas económicas y sociales que le permita mantener la autoridad monárquica.
El joven príncipe se ha mostrado como partidario de una política regional firme, y ha sido uno de los principales impulsores de la intervención en el vecino Yemen en 2015, en un conflicto considerado como una guerra a distancia con Irán, país que la monarquía saudí califica como el gran enemigo en la región.