El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, inaugura hoy el foro de “Oportunidades de Negocios en la Argentina”, organizado por el Consejo de las Américas.
Esteban Mercatante @EMercatante
Viernes 24 de junio de 2016
El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, inaugurará hoy en Nueva York el foro de “Oportunidades de Negocios en la Argentina”, organizado por el Consejo de las Américas junto al poderoso fondo de inversión BlackRock, uno de los más grandes del mundo. Además del ministro, expondrán Amer Bisat, director general de BlackRock, y otros empresarios norteamericanos y argentinos, entre los que se encuentran el CEO de Adecoagro, Mariano Bosch; el titular de Pampa Energía, Marcelo Mindlin, el CEO para América Latina del JP Morgan, Martin Marron y el presidente para América Latina de DirecTV, Jeffery McElfresh. A través de un comunicado de prensa, el Palacio de Hacienda informó que, además de la disertación, Prat-Gay mantendrá “reuniones con potenciales inversores en la Argentina”.
Con este nuevo tour, el ministro espera seguir llenando la alcancía, para cumplir su promesa de que este año los desembolsos en capital superarán el 20 % del PBI, “por la inversión pública pero fundamentalmente porque la rueda se pone en marcha y porque hay interés de inversiones extranjeras”. Si la inversión pública viene lenta (y rodeada de escándalos), la privada está lejos de la “lluvia” prometida por el gobierno de los CEOs, y entra a cuentagotas. Aunque el ministro sostuvo una semana atrás que los anuncios de inversión “rondan los 22 mil millones de dólares”, el monto difundido hasta el momento es menor (15 mil millones), y de este total el 60 % son inversiones que ya se habían anunciado y confirmado en 2015, antes de que asumiera Mauricio Macri. La idea de que la inversión extranjera pudiera resultar en un beneficio neto es sumamente discutible, ya que se trata del principal vehículo por el que el capital multinacional maneja a su antojo los principales resortes de la economía mundial, acrecentando así su apropiación de riqueza producida por los trabajadores de todo el planeta. Pero desde el dogma aperturista y ultraliberal del elenco gobernante, los desembolsos de las multinacionales siempre son buenos. Y en la coyuntura actual, son además fundamentales, ante la desesperante falta de opciones en las que se encuentra el gobierno para empujar algún crecimiento de la economía en medio del ajuste.
Prat-Gay viajó a Nueva York acompañado por el secretario de Finanzas, Luis Caputo, quien mantendrá reuniones con representantes de otros grupos buitres, con los que buscará cerrar acuerdos que incluyen el pago del 150 % del capital, más los honorarios gastados en litigios contra el país, lo que representa una forma de pago encubierto de mayores punitorios que ya se aplicó con los que formaron parte del acuerdo original de febrero.
Es de esperar que en esta oportunidad Prat-Gay no cometa un nuevo traspié por exceso de simpatía para con empresarios saqueadores, como ocurrió semanas atrás en el Estado español, donde pidió “perdón” por el “trato recibido” por los inversores españoles durante el kirchnerismo, como si compañías como Repsol o Marsans no hubieran vaciado hasta el extremo las concesiones que manejaron en Argentina, YPF y Aerolíneas, respectivamente, sin haber pedido ningún “perdón” por los millones de dólares amasados a costa de los trabajadores y del conjunto de la economía.