El Presidente de Catalunya y líder de la coalición Convergència i Unió, desistió de sus planes de celebrar un referéndum sobre su independencia del Estado español el próximo mes, pero en su lugar celebrará una "consulta ciudadana", anunció este martes en Barcelona.
Miércoles 15 de octubre de 2014
Foto: REUTERS/Albert Gea
El Gobierno español solicitó el mes pasado a la corte constitucional que declarara ilegal el referéndum previsto para el 9 de noviembre, aduciendo que la iniciativa violaba la Constitución.
El tribunal suspendió el referéndum hasta que se pronuncie sobre el caso, lo que podría tardar años.
El presidente de Catalunya, Artur Mas, dijo que el referéndum no se realizará, pero anunció en cambio que se efectuará una "consulta ciudadana" el mismo 9 de noviembre.
La nueva votación está dentro de la ley, dijo Mas, sin ofrecer más detalles. Los resultados se darán a conocer el 10 de noviembre.
"Habrá papeletas y urnas. Nosotros no podemos aplicar el decreto (de celebrar un referéndum), pero será posible votar", dijo Mas en una rueda de prensa en Barcelona.
La puesta en escena de Mas este martes, sin embargo, fue en fotografía de la delicada situación en la que se encuentra el “bloque soberanista” catalán. El Presidente catalán compareció ante la prensa sólo, sin el apoyo de los representantes de sus compañeros de viaje durante los últimos meses.
Portavoces de la Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), expresaron sus críticas a Mas por no haber continuado con la iniciativa del referéndum tal cual se había pactado desde diciembre pasado.
Sin embargo, a pesar de las discrepancias entre las distintas fuerzas del “bloque soberanista”, todos sus representantes, salvo ICV, se manifestaron a favor de seguir adelante con el sucedáneo de consulta que se vislumbra en el horizonte del 9 de Noviembre.
Catalunya es una región rica del noreste del Estado español que tiene su propia lengua y cultura. Su sentimiento independentista ha crecido en la última década, impulsado por la crisis económica española y la negativa de Madrid por satisfacer las demandas regionales de mayor autonomía.