Este lunes Artur Mas anunció que después del 27S iniciará un proceso para negociar con Madrid. Sin embargo, durante todo el verano ha insistido en que estas elecciones tenían un carácter plebiscitario. Artur, el gran prestidigitador, pone a prueba sus engaños para seguir en la cresta de la ola.
Guillermo Ferrari Barcelona | @LLegui1968
Miércoles 9 de septiembre de 2015
Fotgrafía: EFE-Andreu Dalmau.
El gran prestidigitador o cómo marear la perdiz
Primero dijo que el 9N sería una Consulta por la independencia. Sin embargo, cuando el Tribunal Constitucional la anuló, bajó la cabeza y se adecuó a la legalidad de Rajoy. Tan solo convocó una movilización junto con otros colectivos en la cual alrededor de 1,5 millones de catalanes se expresaron en su voluntad de rebelarse al Constitucional.
Luego de meses y meses convocó unas elecciones autonómicas que, según él tendrían un carácter plebiscitario para el 27S. Ha dicho en varias ocasiones que la gente tiene que votar a Junts pel sí si quiere decidir por su propia voluntad. Sin embargo en el día de hoy nuevamente vuelve a dar vueltas. A la radio Onda Cero ha dicho que después del 27S iniciará una negociación con el Gobierno de Madrid. Si el derecho a decidir depende del diálogo con Rajoy…
¿De qué negociación habla Mas?
Algo asombroso ya que hubo varios intentos de negociación infructuosos. Incluso una delegación del Parlament catalán fue al Congreso de Madrid para pedir una autorización a convocar una Consulta. Todos sabemos que la negativa absoluta y cerrada del PP y el PSOE. Y, si alguna duda faltara, tenemos las declaraciones del Presidente Rajoy cada día contra el proceso soberanista del pueblo catalán. Y hace poco la carta de Felipe González comparando el proceso democrático en Catalunya con el fascismo italiano y el nazismo alemán fue la gota que colmó el vaso. Tanto Rajoy como González, reducen su política al respeto de la ley y la reaccionaria Constitución del 78. Una política de manos vacías de cara al pueblo catalán.
La vía muerta de Artur Mas y Junts Pel Sí
Es cierto que la vía política de Artur Mas y Oriol Junqueras, es la vía muerta de la negociación con el Estado Español. Es la vía muerta de hablar con los oídos sordos de Rajoy y González. Es la vía que le sirve a Artur Mas para decir he hecho lo que pude y justificarse. Es la vía de “cruzar los dedos” y esperar un cambio de Gobierno en Madrid que le suelte a la burguesía catalana más poder político y económico, mientras continúa con durísimos recortes sociales contra el pueblo catalán.
El tándem CDC-ERC Mas-Junqueras trata de evitar cualquier referéndum por la autodeterminación, al tiempo que buscan algún resquicio por el cual negociar más prebendas con un hipotético nuevo gobierno de Madrid. Quizás esperan un nuevo Gobierno entre el PSOE y Podemos (¿?). O, ¿con Ciudadanos? Ni a Mas, ni a Junqueras les va eso de las libertades democráticas y mucho menos los derechos sociales.
CDC y Mas se sumaron, solamente en el discurso, al derecho a decidir, luego de que centenares de miles se movilizaran en las díadas catalanas. Mientras durante más de 23 años de gobierno no dijeron nada. No solo eso sino que promovieron graves ataques a los trabajadores en los 90 y comienzos del SXXI. Ante la opción de ser pisoteado por el paso de las masas, optó por cambiar el discurso y ver si podía cansar a las masas.
ERC, que gobernó con junto con los socialistas e Iniciativa per Catalunya durante varios años, había plegado la estelada y su discurso independentista para una “mejor época”. Mientras con el Tripartit comenzó a recortar los derechos sociales y a los funcionarios. Faena que luego continuó CDC junto al PP catalán y luego junto a ERC.
La autodeterminación solo se conquistará en la calle
No hay otra forma de buscar la autodeterminación que con movilizaciones callejeras de los trabajadores y el pueblo para imponérsela a las reaccionarias instituciones de ’78. En éste camino el pueblo catalán habrá de buscar la colaboración con el resto de los pueblo del Estado. Sólo así se podrá conseguir un fructífero diálogo entre los trabajadores y los pueblos movilizados contra las reaccionarias instituciones. Así se demostrará que la vía de Mas y Junqueras es una vía muerta.
