En estas semanas Artur Mas ha vuelto a la carga con la refundación de CDC. Ya tuvo un intento fallido hace unos 8 años atrás con la “Casa Gran del Catalanisme”. Ahora vuelve con otra etiqueta.
Sábado 28 de noviembre de 2015
Foto: EFE
La pequeña Casa del Catalanisme
En aquellos años, los años de travesía en el desierto, Mas estaba buscando una nueva etiqueta. El vino no había cambiado aunque sí se había avinagrado con el paso del tiempo. Eran la época en que CDC trataba de volver a retomar los años de poder. Aunque este proyecto puso en apuros la federación junto con Unió Democràtica.
Después de 23 años en la Generalitat, dolía mucho estar fuera del poder catalán. Iban cuatro años y no se sabía cómo volver. La “Casa Gran del Catalanisme” era un intento de reciclar la formación. Tuvieron que esperar hasta 2010 para volver. Apenas llegó CiU al poder la “Casa gran” se volvió “petita”, incluso desapareció. Lo cual ya era una muestra de que ese “proyecto” era un cambio de la fachada.
Democràcia i Llibertat
El fin de semana, Artur Mas anunció la creación de una nueva formación política y la defunción de CDC. Convergència está severamente golpeada por muchos casos de corrupción, el “3%” y la “herencia” del Clan Pujol les persigue por donde vayan. El anuncio busca también posicionarse mejor para las elecciones del 20D. De hecho, CDC no sólo dejó las siglas para las elecciones catalanas, sino que también lo hará el 20D. Nuevamente el cambio en la fachada.
El nuevo proyecto estaría formado por Convergència, junto con Demòcrates de Catalunya (el sector expulsado de Unió Democràtica) y Reagrupament. Estos partidos políticos van juntos el 20D con la lista Democràcia i Llibertat encabezada por Francesc Homs. Lo distintivo de éste proyecto es que irán juntos con un programa por la independencia.
Con éste proceso de convergencia, se busca unir a votantes que proceden del liberalismo, con raíces socialcristianas y demócratas. Buscan aglutinar a un electorado de centro, moderado con muchas sensibilidades. Obviamente, es clave mejorar la imagen y parar la sangría de votos y diputados. Con CiU llegó a tener 62 diputados, luego bajó a 50. Y ahora, como parte de Junts pel Sí, CDC conserva 30 diputados y está sudando la gota gorda por la investidura.
Este es el nuevo proceso en que se embarca Artur Mas. Seguramente durará unos meses. Pero aunque la mona se vista de seda, mona queda.