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Red Internacional
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ENTRE RÍOS. Arzobispo de Paraná festejó fin de año con un cura abusador

La cena fue en la residencia donde vive José Francisco Decuyper, cura denunciado por abuso sexual por su sobrino. Una nueva burla del arzobispo entrerriano hacia las víctimas y sobrevivientes de abusos eclesiásticos.

Valeria Jasper

Valeria Jasper @ValeriaMachluk

Sábado 9 de enero de 2021 16:12

Foto: Facebook Residencia Sacedortal Jesús Buen Pastor

Un nuevo escándalo rodea a la Arquidiócesis de Paraná, comandada por Juan Alberto Puiggari, reconocido obispo encubridor de curas denunciados y condenados por abusos sexuales en la provincia litoraleña.

En la residencia sacerdotal "Jesús Buen Pastor", ubicada en la localidad de Paraná, se llevó a cabo una cena con motivo de fin de año. Dicha institución es un hogar para sacerdotes que "se encuentren en situación de enfermedad o ancianidad", según lo explicita la página oficial de la Arquidiócesis local. En la actualidad residen allí ocho sacerdotes mayores de 75 años.

Podría no tener ninguna significación particular una reunión para celebrar el cambio de año. Sin embargo, la jerarquía católica entrerriana vuelve a cachetear a las víctimas y sobrevivientes de abusos sexuales eclesiásticos.

En una publicación en la cuenta de Facebook del mencionado hogar, con fecha 31 de diciembre de 2020, puede verse, entre varios sacerdotes, al arzobispo Puiggari junto a José Francisco Decuyper, cura denunciado por abusos sexuales por su sobrino Sergio, a quien Bergoglio, el líder de la Iglesia católica, aconsejó el camino del eterno silencio; mandato que cumple a rajatabla la jerarquía católica frente a los casos de pedofilia en la Iglesia: "no denuncies a tu tío, está con demencia".

Gracias Monseñor por su presencia entre nosotros, su cercanía y pastoreo constante. Lo queremos mucho y rezamos por usted!

Publicado por Residencia Sacerdotal "Jesús Buen Pastor" en Jueves, 31 de diciembre de 2020

Muy cerca de ellos, el nuevo responsable de la residencia, el cura Luis Alfredo Anaya, sobrino de Jorge Isacc Anaya, marino integrante de la Junta Militar de la úlitma dictadura cívico- militar- eclesiástica. Un dato más del "aceitado" vínculo que aún sostiene la Iglesia con la estructura militar y por el cual aún debe responder como una de las mayores cómplices del genocidio ocurrido en el país .

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Decuyper fue denunciado por su sobrino en septiembre de 2020. Sergio, quien reside en el País Vasco desde 2019, relató que los abusos se sucedieron cuando tenía seis años, en la casa de sus abuelos paternos en la localidad de Puiggari, a 45 kilómetros de la ciudad de Paraná. El victimario: su propio tío, quien aún goza de reconocimiento social ya que se lo considera el padre fundador de la Escuela Privada N° 116 San Joaquín. Desde desde 2004 está retirado de la vida activa de la Iglesia. Hoy cuenta con 85 años y padece Alzheimer, razón por la cual se encuentra alojado en el hogar, bajo la protección de la curia entrerriana.

El gran encubridor

No es la primera vez que Puiggari se codea sin tapujos junto a curas abusadores, no solo revictimizando a las víctimas y sobrevivientes que, luego de muchos años y mucho dolor toman el coraje y la valentía de denunciar. Es una afronta a las condenas judiciales que afirman la palabra y la verdad de quienes sacan a luz los crímenes que se que cometen y ocultan bajo el manto de la sotana.

Es de público conocimiento las reiteradas visitas a la cárcel de Victoria, donde se encuentra preso el cura Escobar Gaviria; o los viajes a a la localidad de María Grande, para encontrarse con el sacerdote Marcelino Moya, quien goza del beneficio de la prisión domiciliaria.

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Impunidad y encubrimiento, y un permanente desprecio por las víctimas y sobrevivientes de abusos a la vez que, cínicamente, enarbola la defensa de la vida a la hora de plantar bandera contra, lo que fue, la histórica aprobación de la legalización del aborto.

"Las cosas hay que decirlas por su nombre: es una pena de muerte encubierta, bajo el pretexto de los pobres", arengó desde el púlpito un día antes del tratamiento del proyecto en la Cámara de Diputados. Demasiado para un representante de una institución que bendijo aviones desde donde se arrojaban personas vivas al mar, fue testigo torturas y ocultó la apropiación de bebés durante la dictadura. Y que aún goza de los privilegios y concesiones que le brinda el Estado.

Siguiendo el camino de su par platense, Victor "Tucho" Fenández, para Puiggari hay derechos y derechos, como hay víctimas y víctimas. Y los "errores" de los curas, se guardan bajo la alfombra.

"El obispo debe renunciar"

Así de directas fueron las palabras que Sergio brindó a este medio y al portal Entre Ríos Ahora, luego del impacto que le produjo ver las fotos del encuentro entre el obispo y su tío abusador.

Sergio tuvo la oportunidad de estar cara a cara con Puiggari y con el propio Bergoglio en Roma. "No ven la gravedad, no se preocupan por las víctimas del pasado. Hay que dejar pasar, perdonar y... silencio, eso me dijeron", relata desde el País Vasco. "Para ellos, en ningún momento ponen como prioridad a la víctima. Siempre está en segundo plano, o directamente no existe", sentencia Sergio

Para él, la denuncia fue necesaria para sanar, de alguna manera, las heridas de su niñez: "Yo he sufrido mucho y ahora estoy en etapa de liberarme de esta gente, pero me preocupan las demás víctimas" afirma, sabiendo que su tío pasó por varias parroquias.

Mientras que la cúpula eclesiástica buscar cuidar y salvar a la santa institución, cueste lo que cueste y aún desafiando los propios mandamientos que la rigen; son cada vez más las personas que deciden no callar más y sacar a la luz los múltiples crímenes cometidos por integrantes de la Iglesia católica y el plan sistemático de encubrimiento de la jerarquía clerical.

Desde aquí, seguiremos acompañándolos.