Experiencias de lucha. Asamblea de Moreno: autoorganización, resistencia y coordinación para multiplicar las fuerzas contra el ajuste y la represión

Parece poco tiempo, pero pasaron muchas cosas. Ahora nos prepararnos para volver a las calles el 1M cuando Milei inaugure las sesiones legislativas, para realizar un molinetazo y cacerolazo en Once y luego movilizarnos al Congreso con las asambleas del oeste, donde confluiremos con las de CABA, Norte y Sur. En esta nota te contamos cómo surgen las asambleas y porqué fortalecerlas. Si sos de Moreno te invitamos a sumarte y a participar para transformar la bronca en organización y lucha.

¿Cómo surgen las asambleas?

La noche del 20 de diciembre, luego del anuncio del Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) que hizo Milei, se dieron los primeros cacerolazos masivos. Miles de vecinos se movilizaron y llegaron de todos los barrios a Plaza Congreso. La bronca estalló. En Moreno también la movilización, el cacerolazo y el ruidazo fueron la primera respuesta a este ataque en medio del verano.

Apenas ganó Milei nos habíamos autoconvocado organizaciones feministas conformando la “Asamblea abierta de Mujeres y Disidencias de Moreno ‘Gloria Sueyro’. Desde entonces, semana a semana, nos seguimos organizando en la asamblea barrial, así como en cada municipio. Como dijo Marcelo, docente de música y del barrio de Trujui, “Milei hizo parir las asambleas de autoconvocadxs”.

La Lucha contra la Ley Ómnibus y la importancia de la calle

Después del DNU, Patricia Bulrich anunció un protocolo represivo, atacando brutalmente el derecho a la protesta y Milei presentó la Ley Ómnibus (LO). En todas las asambleas se discutía que el ajuste iba de la mano de la represión. Por eso, se dieron como primer objetivo prepararse para el paro y movilización del 24 de enero. Desde la asamblea de Morón llamaron a la coordinación de todas las asambleas del Oeste para preparar esa movilización.

El 24E salimos 200 vecinxs en un trenazo desde Moreno hacia Once para coordinar con el resto de las asambleas de oeste, los ferroviarios del Sarmiento y los trabajadores del Posadas. “Los trenes no se venden” se escuchó retumbar en la terminal de Once y fue cantado por miles de vecinos que vieron pasar la columna, cuales aplaudían desde sus balcones y las veredas. Ese día se sintió con fuerza como un primer paso de unidad en las calles entre las asambleas y trabajadores en lucha.

Jornadas de movilización en las calles contra la Ley Ómnibus

La CGT solo hizo un paro limitado el 24E. No llamó a ninguna medida cuando se trató en la Cámara de Diputados. El peronismo se limitó a oponerse en el parlamento, pero no convocó a movilizar en las calles. Las asambleas prepararon la movilización al Congreso contra la Ley Ómnibus. Los días 31 de enero, 1, 2 y 6 de febrero en pleno verano con un sol abrasador y enfrentaron en las calles el protocolo de Bullrich, que reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma.

En cada momento, las y los diputados del FIT-U denunciaron en el parlamento la ley, desenmascarando sus graves consecuencias como, por ejemplo, que significaba un saqueo a nuestro país e instauraba una dictadura civil. Además, denunciaron la represión que habia en las calles, saliendo del recinto a acompañar a los manifestantes.

Cuando llegó la noticia de que la Ley Ómnibus había caído, esta primer derrota de Milei se vivió como un momento histórico. Se festejó junto a las asambleas de Sur, Unidos por la Cultura, Norte, Madygraf, CABA, el sindicalismo combativo y la izquierda. Mientras tanto, otro grupo organizó un cacerolazo en la plaza San Martín de Moreno.

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En la asamblea posterior todos decían que vivieron la caída de la LO como un primer triunfo sobre este gobierno. “Fue un gran marcarle la cancha a este gobierno”, decía Jonathan, joven del barrio Satélite. Si bien hubo crisis y brecha entre los de arriba, él nos remarcaba que “la presión adentro del recinto tenía que ver, directa o indirectamente, con lo que pasaba afuera” y que “sin las asambleas, las calles hubiesen estado muchísimo más vacías y hubiese sido otra la situación”.

Con un solo paro no va alcanzar, necesitamos un plan de lucha nacional

Este canto surgió de las movilizaciones contra la maldita LO. En las asambleas se discutió que la caída de la ley mostraba que se podía enfrentar los ataques y que hay que fortalecer la lucha porque las consecuencias del ajuste se sienten brutalmente en los barrios, en las escuelas, entre los jóvenes, los jubilados, las mujeres y disidencias, y todos los trabajadores.

Ana es vecina de Villa Salas. Es joven, se acerca al micrófono abierto de la asamblea de Moreno y cuenta: “Mi abuela tiene que trabajar, tiene 70 años, es jubilada y cobra 100 mil pesos. Más de la mitad se va en remedios. Es una mujer que trabajó toda su vida en negro como empleada doméstica. Es una realidad muy dura. Creo que la juventud es ahí cuando tenemos que entrar y decir ’yo no quiero esto ni para mis abuelos, ni para los más jóvenes’ ”.

Seba, un joven del barrio las Perlita cuenta: “Trabajo en una metalera, el sueldo es muy bajo. A los jóvenes nos están negando el derecho a estudiar, nos están negando el derecho a la vivienda”.

Por eso, más que nunca nuestro desafío es fortalecer la asamblea y la coordinación, porque como dice Santi: “Nuestros derechos se defienden organizados y en las calles”.

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“Decidimos todo democráticamente”

La asamblea es lo que nos une. Todo se resuelve de manera conjunta. Hay pluralidad de opiniones y debates. Al finalizar, ponemos en limpio las propuestas y resolvemos cómo actuar a través del voto a mano alzada. Estas asambleas son una gimnasia y aprendizaje de democracia directa que permite construir la unidad para enfrentar el ajuste del gobierno y la coordinación para multiplicar nuestras fuerzas.

Se conformaron varias comisiones como la de prensa y difusión, lo que llevó a que se abran redes sociales propias y se sacasen comunicados y pronunciamientos. Otras comisiones fueron las de salud y cuidados para las movilizaciones, arte, expansión a los barrios y género.

La solidaridad es un motor que recorre la asamblea. Nos solidarizamos con los chóferes de la EDO cuando la empresa no les pagó los sueldos de enero y con los obreros de Pirelli y Firestone que sufrieron despidos. También lo hicimos con los ferroviarios del Sarmiento que pelean contra el vaciamiento y el plan privatizador.

Apoyamos a las luchas y acciones de los comedores barriales, de los desocupados y los movimientos sociales. Repudiamos la represión a los feriantes en Moreno. Realizamos una jornada en repudio al genocidio en Palestina. Además, fue emocionante recibir la solidaridad de obreros de Volkswagen que hicieron una colecta para la comisión de salud y cuidados de la Asamblea, que se puso en pie por el ejemplo de la Posta de Salud.

El espíritu de coordinación y la fuerza que se expresó en el Trenazo cuando nos encontramos con las otras asambleas en Once, el 24E y en la jornadas contra la LO marca el camino. Nuestros delegados a la coordinación son rotativos, llevan el mandato para coordinar en las reuniones interdistritales de todas las asambleas de Oeste, cual ya tuvo dos reuniones: el 13 de enero en Morón y el sábado pasado en Ituzaingó. Como dijo Cristina, referente feminista local: “Nosotros desde el oeste empezamos a juntarnos con todas las asambleas y pudimos demostrar que realmente cuando se organiza desde una forma democrática, donde se respeta lo que se vota, tiene legitimidad y tiene futuro”.

Es desde abajo, avanzando en la coordinación con todos los sectores en lucha, que vamos a arrancar paro general y plan de lucha a la CGT y las dos CTA hasta que caiga este brutal ajuste.

¿Cómo seguir?

Nos preparamos para volver a las calles el 1 de marzo, día del comienzo de las sesiones ordinarias en el Parlamento,donde hablará Milei. Luego de un trenazo, realizaremos en Once un cacerolazo con las asambleas del oeste y de CABA para después movilizarnos al Congreso. El próximo viernes el 8M, Día Internacional de la Mujer, exigimos paro general a la CGT y la CTA y salimos a las calles contra el ajuste, a decir basta de hambre y miseria, y en defensa al derecho al aborto y la ESI.

Al calor de estas peleas y expandiéndola en los barrios, se va construyendo y fortaleciendo nuestra asamblea. Con la reunión de Ituzaingó, esta unidad que se fortaleció empezó a ser referencia para muchos sectores y a tender puentes hacia la unidad y coordinación.

En la asamblea participamos jóvenes, trabajadoras de salud, docentes, jubilados, ferroviarios, choferes de colectivos, estudiantes, trabajadores estatales, obreros de fábricas, desocupadxs, changarines, sectores de los barrixs, feministas y organizaciones de mujeres y de la diversidad feministas, organizaciones territorial y de los barrios, activistas ambientalistas, de derechos humanos, por la discapacidad organizaciones sindicales, estudiantiles y partidos de izquierda.

Tenemos que seguir fortaleciendo estas asambleas porque son instancias decisivas de autoorganización, que empiezan a ponerse de pie, y que muestran la capacidad que tenemos los trabajadores y la juventud para organizarnos, y al mismo tiempo expresa que la relación de fuerzas se construye.