Estudiantes organizan una gran asamblea abierta a la comunidad a las 10hrs en el Instituto Nacional; y una jornada político cultural con una tocata por juicio y castigo, en el contexto del aniversario del asesinato de Camilo Catrillanca.
Miércoles 13 de noviembre de 2019
Las y los estudiantes de enseñanza media han jugado un rol excepcional, durante los últimos tiempos, como punta de lanza del movimiento estudiantil y de la revuelta popular. Aunque el Gobierno y la prensa se hicieron cargo de criminalizar su lucha, con el Aula Segura, las constantes imágenes de encapuchados, y la guerra desatada abiertamente con el Instituto Nacional.
Fueron quienes organizaron las evasiones masivas, y recibiendo palos y gases desataron el descontento popular: la valentía secundaria fue la chispa que encendió la gran rebelión. Y lo siguen haciendo, pues cuando Piñera suspendió el Estado de Emergencia, y llamó a la normalidad, se tomaron los liceos.
Hoy, nuevamente se plantean ser un gran punto de apoyo, en un contexto en que el Gobierno de Sebastián Piñera no tiene nada que ofrecer salvo gases y balines, junto a la amenaza de volver a sacar a los militares. Mientras las organizaciones sociales agrupadas en Unidad Social, no levantan espacios de deliberación democrática para organizar la revuelta.
Es por eso que históricos liceos como el Instituto Nacional y el Liceo 7 de Santiago están organizando una gran asamblea abierta a la comunidad a las 10hrs en el Instituto Nacional. Además de una jornada político cultural con una tocata por juicio y castigo en el contexto del aniversario del asesinato de Camilo Catrillanca por parte de Fuerzas Especiales y las sistemáticas violaciones a los derechos humanos por parte del Estado.