Este 20 de octubre se cumplieron 5 meses de toma de cientos de familias que pelean por un pedazo de tierra para construir su casita. Mañana se movilizarán desde la Plaza 9 de Julio al IPV junto a organizaciones solidarias para exigir sus derechos y el sábado habrá una nueva jornada para rodearlas de solidaridad. Ambas actividades a las 10 h.
Miércoles 21 de octubre de 2020 15:38
Familias del asentamiento Ampliación Parque la Vega ayer cumplieron 5 meses de lucha por el derecho a tener un pedazo de tierra para construir una vivienda, en una provincia con un déficit habitacional de, al menos, 72.000 familias. Junto con las familias de Guernica y otros asentamientos del norte al sur del país, muestran el camino: organizarse para pelear por sus derechos. Por eso mañana, volverán a salir a las calles, y movilizándose desde la Plaza 9 de Julio hasta el IPV.
La inmensa mayoría de las familias del asentamiento de la zona sur de la ciudad tienen al frente a una mujer. Sostén de hogar, muchas se vieron perjudicadas laboralmente desde marzo con el inicio de la pandemia. ¿Cuántas son las que se quedaron sin trabajo o son vendedoras ambulantes y con el IFE ya no pudieron pagar el alquiler? ¿O empleadas en casas particulares y “por el COVID 19 me dijeron que no vaya”? Esta situación es la norma, no la excepción. Y frente a esto, el gobierno de Gustavo Sáenz nos relata el plan "Mi lote", pero no dice ni dónde se construirán las 10.000 viviendas y con qué presupuesto. Y a las familias que luchan solo les ofrece represión.
Con el impacto de la crisis económica y sanitaria se puso de relieve las situaciones en las que viven miles de familias con el déficit habitacional o el hacinamiento, con cifras brutales de pobreza que alcanza a la mitad de la población y cada vez más indigencia. En Ampliación Parque La Vega hay varias familias que compartían antes de la cuarentena una misma pieza, siendo más de 7 personas en un mismo espacio, y que tras el slogan del “quedate en casa” que corrió por todo el país, decidieron luchar por una tierra para construir su propia casa.
En diálogos con mujeres en nuestras visitas a la toma nos relataron que “en una casa vivimos mis suegros, cuñados y nosotros. Somos muchos en cuarentena, necesitamos nuestra casa”. También la violencia de género es uno de los factores que hicieron que mujeres y niños estén acampando, soportando el frío, el calor, la lluvia y el viento. “Me tuve que ir por violencia necesito tener un lugar donde vivir con mi hijo”, contó una joven.
Estas mujeres son la cara de una fortaleza para luchar por el derecho a una vivienda para ellas y sus hijos. Persisten en su lucha y es necesario rodearlas de solidaridad desde el movimiento de mujeres y disidencias, para que su lucha triunfe. Fortalecer la solidaridad y unidad por la pelea por el derecho a la vivienda, lucha que se está dando en distintos puntos del país, siendo uno de los emblemas la pelea de las familias de Guernica, es el camino.
El sábado pasado estuvimos junto con docentes, trabajadores precarizados y estudiantes de la universidad y terciarios siendo parte de una jornada solidaria. Llevamos donaciones de alimentos y ropa. La jornada continua este sábado a las 10 am.