El presidente recibió en Olivos a los gobernadores Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca) y Hugo Passalacqua (Misiones). Un encuentro para seguir negociando el ajuste contra el pueblo trabajador.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Martes 22 de octubre 08:00
A un mes del asado con “los 87 héroes” que votaron contra un miserable aumento a las y los jubilados, Javier Milei convocó a una cena en la Quinta de Olivos a cuatro gobernadores del peronismo que lo ayudaron a convalidar el veto a la ley de Financiamiento Universitario. Con un asado de por medio y con el objetivo de reforzar sus alianzas en el Congreso, el presidente recibió a Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca) y Hugo Passalacqua (Misiones), cuyas actuaciones son repudiadas en la actual ola de protestas en las universidades de todo el país.
Con La Libertad Avanza como minoría en el Congreso, el Gobierno fue tejiendo alianzas con parlamentarios de otros bloques para que sus iniciativas, desde la Ley Bases en adelante, prosperen. El encuentro en la residencia presidencial, organizado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, tuvo como motivo agasajar a cuatro mandatarios que fueron claves para blindar el veto presidencial. Junto al Presidente y Francos, del lado del Gobierno estuvieron la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, quien regresó este domingo de su gira por Francia, y el operador todoterreno Santiago Caputo.
En el caso de Jaldo ya se hizo costumbre para el Gobierno contar con los votos de los tres diputados del bloque “Independencia” (Gladys Medina, Agustín Fernández, Elia Fernández). En el caso de Sáenz, aportó la ausencia de la diputada Yolanda Vega, del bloque Innovación Federal. Lo mismo hizo Jalil con la diputada Fernanda Ávila, del bloque Unión por la Patria, que estaba en el recinto y se retiró. Por su parte, Passalacqua aportó la abstención de Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruíz y Daniel Vancsik, también integrantes del bloque Innovación Federal.
El rol cómplice de los diputados y gobernadores peronistas es señalado por los estudiantes universitarios que se movilizan en sus provincias, lo que llevó a los gobernadores a mantener un bajo perfil respecto al encuentro. El repudio generalizado al asado de los “héroes”, como los llamó Milei, que sostuvieron el veto contra los jubilados es tomado como un antecedente para esta cautela. Por ello Sáenz declaró que “no había nada que festejar” y Jaldo estiró hasta el domingo una definición pública de su asistencia.
Adelantándose al rechazo, el gobernador salteño afirmó que “está a favor de la educación pública” mientras que su par tucumano declaró la semana pasada que compartía la necesidad “de un aumento presupuestario”, después de ordenar desalojar una clase pública. Declaraciones que llegan después de mandar a sus diputados a votar precisamente contra un aumento al presupuesto universitario.
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Negociaciones del ajuste
Además de reforzar el vínculo, la intención del Gobierno es asegurar el apoyo de los gobernadores norteños para las dos grandes iniciativas que se propone en el corto plazo, el Presupuesto 2025 y la Ley Hojarasca ideada por Federico Sturzenegger.
“Vengo dispuesto a escuchar y pasar un rato de camaradería”, sostuvo Jalil antes de ingresar a la Quinta de Olivos mientras que Jaldo al ser consultado por quién pagaría el asado: “Vengo sin tarjeta y sin plata, pero con muchos pedidos”.
La intención de los gobernadores fue ir a negociar para mejorar su porción en el ajuste, atendiendo a las críticas de que la relación con la Nación no es recíproca. “Nosotros venimos acompañando y dando gobernabilidad desde un primer momento. Lo que tiene que ver con nuestras provincias y pueda beneficiar a nuestras provincias, lo vamos a acompañar”, sostuvo un sonriente Sáenz. Consultado sobre si apoyarán el presupuesto 2025, el salteño sostuvo: “Por supuesto que sí, si están incorporadas todas las obras que corresponden a cada una de las provincias, que es a lo que el Gobierno nacional se comprometió a continuar”.
El Gobierno también busca retener los votos que vienen logrando cuando se discuten sus vetos en el Congreso, ya que un sector de la oposición avanza con la idea de reformar la Ley 26.122 sobre los DNU presidenciales. Milei ya adelantó que vetaría cualquier modificación por lo que nuevamente necesitaría de más de un tercio de los diputados para sostenerlo.
Políticamente el encuentro con los gobernadores significó una jugada para no mostrar al Gobierno tan dependiente de las negociaciones con Mauricio Macri y el PRO. Las negociaciones por el veto al presupuesto universitario dejaron los costos políticos al Gobierno mientras Macri avanzó en ocupar lugares con funcionarios que le responden. A su vez, el encuentro con cuatro gobernadores que aportaron nombres para la lista de Ricardo Quintela en la interna del PJ, tensa aún más la cuerda tras las declaraciones de ultraderecha de Milei contra Cristina.
La cena de Milei con los gobernadores peronistas que le sostienen los vetos es una afrenta a los miles de estudiantes, docentes y no docentes que se movilizan reclamando por mayor presupuesto para las universidades públicas y también a los jubilados a quienes le sacan el pan de la boca. Y muestra una nueva escena obscena de quienes pactan un ajuste contra el pueblo trabajador a pedido del FMI y los grandes empresarios.