Durante la noche de este lunes 13 de enero, un grupo de manifestantes ingresó a las dependencias del diario El Mercurio, en la ciudad de Antofagasta.
Miércoles 15 de enero de 2020
El lunes 13, un grupo minoritario de manifestantes se separó de la marcha e ingresó al establecimiento donde opera El Mercurio en Antofagasta, mientras periodistas y trabajadores se encontraban en su interior.
Esta acción pudo haber terminado en una grave tragedia ya que había trabajadores/as dentro del lugar de trabajo.
Compartimos el odio y rechazo, que cientos de miles de personas tienen hacia medios de prensa tradicionales, lo que en el caso de El Mercurio se acentúa al ser el principal diario de la derecha y sectores más conservadores, defensor de los grandes intereses del empresariado y los poderosos del país. Por años este medio ha reflejado los intereses de aquel sector defensor del Golpe Militar de Pinochet y de toda su herencia de la dictadura, de las violaciones a los Derechos Humanos y la impunidad, y de la represión hacia la juventud. De amplio conocimiento es la consigna “El Mercurio miente”, instalada durante las movilizaciones estudiantiles de finales de la década del 60´en Chile.
Sumado a lo anterior, durante el estallido social ha sido parte de la criminalización de la protesta y tribuno del gobierno represivo de Piñera.
Sin embargo, nuestro combate contra sus ideas no se resolverá jamás por esta vía favorablemente. Rechazamos, además, estos métodos que no solo ponen en riesgo la integridad de trabajadores/as- que nada tienen que ver con los empresarios de este medio-, sino que además dividen a los sectores más movilizados con el conjunto de las y los trabajadores, y juventud, que cuestionan esta sociedad de precarización y desigualdad, y que también fueron parte de las históricas movilizaciones que se desarrollaron durante semanas y las demandas más sentidas del pueblo trabajador, la juventud y las mujeres.
Al mismo tiempo le dan pie a la derecha para victimizarse hipócritamente con el fin de avanzar en sus campañas represivas. Hemos sido testigo de bandas organizadas para saquear comandadas por militares, carabineros o políticos de derecha, como el concejal Karim Chahúan del mismo partido del presidente (RN).
Fortalecer la unidad y organización amplia entre trabajadores/as, estudiantes, jóvenes, pobladores/as, es la única articulación capaz de poner en jaque al gobierno de Piñera y a este régimen-¡y sus medios adictos!- tal como se demostró con la huelga del 12 de noviembre.
Fortalezcamos la movilización en las calles de trabajadores/as, juventud y estudiantes para conquistar nuestras demandas
El gobierno y partidos del régimen usan este tipo de acciones para criminalizarnos, mientras mantienen total impunidad los violadores a los Derechos Humanos y responsables de torturas, mutilaciones, violaciones, muertes y golpizas. Hay más de 2.000 manifestantes en prisión preventiva, algunos han pasado más de un mes en esta situación sin ningún tipo de pruebas como el caso del joven atacameño Licanantai Corrales.
En ese sentido, no reconocemos derecho del Estado en detener, imputar o procesar a cualquier manifestante.
Para enfrentarlos y avanzar en conquistar nuestras demandas, tenemos que apostar a potenciar la fuerza y organización de trabajadores, estudiantes, juventud y mujeres, y en estos métodos de organización y movilización, como es la deliberación en asambleas y la organización de paros, marchas y huelgas.
Nuestra apuesta debe estar en retomar el camino de la huelga del 12 de noviembre, y para ello los cientos de miles de manifestantes deben estar en combate contra el gobierno represivo, y sus ministros y políticos al servicio de los poderosos, los que han demostrado no querer resolver ni una sola de las demandas reclamadas en las calles, como terminar con las pensiones y sueldos de hambre, con la salud indigna que reciben millones de personas, acabar con la precarización laboral que mantiene a más de la mitad del pueblo trabajador en la miseria, entre otras exigencias.
En este contexto se vuelve urgente la exigencia a las direcciones de los principales organismos de trabajadores y estudiantes a que rompan con la tregua del gobierno y retomen el camino de la huelga general, frente al engaño del proceso constituyente que tiene como objetivo desviar las demandas para hacer una nueva constitución, hija de la constitución pinochetista, que mantenga intacta la herencia de la dictadura, el saqueo de las trasnacionales y el imperialismo, y la precarización de nuestras vidas.
La forma de retomar la movilización es con la fuerza y organización de la clase trabajadora, que, mediante sus principales organizaciones, pase al frente exigiendo a la CUT, al Colegio de Profesores, a la Mesa de Unidad Social, que abandonen la tregua con el gobierno y que, por medio de asambleas en cada lugar de trabajo, se discuta un plan ascendente de movilizaciones que culmine con una huelga general que permita resolver los grandes problemas del país, instalando una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, sin injerencia del gobierno y los políticos tradicionales, que supere el engaño constituyente que viene preparando Piñera y el Parlamento, y que luche por juicio a los responsables de la represión.