Estudiantes de las escuelas normales de Michoacán exigen mejores condiciones para la educación en México, al mismo tiempo que enfrentan la represión del gobierno.
Lunes 16 de octubre de 2017
La tarde de domingo, estudiantes normalistas del Estado de Michoacán se manifestaron afuera de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) en Morelia, en conmemoración del operativo de hace 5 años, por parte de la Policía Federal a la Normal Vasco de Quiroga, en donde la represión dejó a decenas de estudiantes heridos y más de 100 detenidos.
La movilización no sólo repudió la constante represión por parte del Gobierno a estudiantes normalistas, sino también el constante ataque al proyecto educativo de las normales rurales y urbanas.
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La ofensiva del gobierno contra las Escuelas Normales se intensifica a la par del ataque mediático hacia sus estudiantes. El Gobierno de Michoacán, a cargo del perredista Silvano Aureoles es uno de los principales garantes de estos ataques, sin mencionar las condiciones en que se encuentran estas escuelas.
Las exigencias de los estudiantes normalistas son, ante la negativa y la nula preocupación del gobierno por mejorar la calidad de la Educación (tanto en Michoacán como el país), tener mejores proyectos educativos para las zonas donde se desempeñarán como docentes, más recursos para sus planteles, así como ampliar la matrícula y asegurar una plaza como maestros para cuando terminen sus estudios, que significa para cientos de normalistas y sus familias mayor estabilidad laboral. La resistencia de las escuelas normales rurales y urbanas es también la resistencia de docentes que por todo el país denuncian los despidos y represalias que ha traído consigo la reforma.
El Gobierno ha demostrado que no es la educación lo que le interesa, sino mantener a raya a los normalistas y el magisterio combativo, que hoy pelean contra la aplicación de la reforma educativa, una cara más del ataque contra el pueblo pobre y trabajador concentrado en las reformas estructurales de Peña Nieto. El nulo interés por la educación también se extiende a las vidas de alumnos y maestros, posición que quedó demostrada con la urgencia por volver a clases cuando no se asegura que después del sismo del 19S las escuelas son seguras.
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La represión ha sido clave en el ataque a las normales. Como episodio emblemático se encuentra la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en donde el Estado fue tan responsable como lo es de la represión del pasado fin de semana, donde la policía reprimió como balas de goma y golpes a los estudiantes normalistas y dejó, según informaron medios como Proceso a un número indefinido de detenidos, que va de los 40 a los 70.
A pesar de que la mayoría de los detenidos ya han sido liberados, continúa la exigencia del cese al hostigamiento en contra de las normales y el repudio a la reforma educativa.