El ataque dejó dos heridos, uno de ellos de gravedad. Antes de los disparos varios vehículos pasaron gritando consignas ultraderechistas.
Sábado 28 de abril de 2018 14:01
Un atentado a tiros contra el campamento instalado en apoyo a Luiz Inácio Lula da Silva en Curitiba, donde el expresidente brasileño se encuentra detenido arbitrariamente desde el pasado 7 de abril, dejó este sábado dos heridos, uno de ellos de gravedad.
El ataque ocurrió durante la madrugada de este sábado, cuando se efectuaron disparos en dirección al campamento, situado a un kilómetro de distancia de la sede de la Policía Federal en Curitiba, en el sur del país.
Una persona identificada como Jeferson Lima de Menezes, de cerca de 40 años y procedente de Sao Paulo, fue herido con un disparo "en el cuello" y su estado de salud es grave e "inestable", según confirmaron fuentes de la Secretaria de Salud del estado de Paraná.
En el campamento Marisa Leticia, ubicado en el barrio Santa Cándida de Curitiba, duermen integrantes de la vigilia Lula Libre
Las personas que estaban en el campamento informaron que había movimiento de coches pasando frente al acampe desde las dos de la madrugada, gritando consignas a favor del candidato ultra derechista Jair Bolsonaro.
Lula fue detenido por un folla arbitrario. Desde ese momento simpatizantes han llegado de diferentes partes de Brasil y acampan en una vigilia permanente con la perspectiva de permanecer allí hasta que vean en libertad a su líder, que encabeza todos los sondeos de opinión de cara a las elecciones del próximo octubre.
El ataque contra el campamento, por sectores que se identifican con la ultra derecha, debe ser repudiado vehementemente. Es un nuevo ejemplo de cómo es necesario organizar la resistencia contra la continuidad del golpe institucional en las calles y en las fábricas, escuelas y universidades, con los métodos de lucha de los trabajadores. Sólo una política de independencia de clase -y no la política de conciliación del PT- puede enfrentar verdaderamente a los golpistas, a los empresarios y los sectores de ultra derecha.
Foto: Bê Rodrigues