El Martes 27 de diciembre se realizará una audiencia pública para la solicitud de rutas de vuelo de 5 compañías de aviación de tipo low cost (bajo costo). Los trabajadores del Despegue participarán de la audiencia para desenmascarar el engaño.
Lunes 26 de diciembre de 2016 12:10
En los próximos meses está en juego la definición de aspectos centrales de la política aerocomercial y las condiciones de trabajo de los trabajadores aeronáuticos. Las compañías Low Cost que participaran de la audiencia pública donde piden cientos de rutas para volar en cielo Argentino son Fly Bondi, Avianca, Andes, Alas y Fly Jet. Sería el desembarco de empresas Low Cost más grande de la historia de la aviación argentina. La propaganda de estas empresas es que van a bajar sensiblemente los precios de los pasajes permitiendo que mayores sectores de la población puedan acceder al mercado aéreo. Es sabido que detrás de los pulpos Low Cost el costo de vender un pasaje barato se amortigua por diferentes lados. Veamos detalladamente cuales.
Reducción de gastos de mantenimiento: Este seguramente es el punto más peligroso de las Low cost a nivel operacional y el que cientos de trabajadores han denunciado a lo largo de la historia de expansión de este tipo de empresas. Por ejemplo, un avión necesita 40 minutos en plataforma entre vuelo y vuelo (para chequeo de la máquina, abastecimiento de combustible, embarque y desembarque de pasajeros) las empresas low cost reducen ese tiempo a veces a la mitad salteando o ignorando los procedimientos que terminan produciendo terribles accidentes como LAPA (Primera Low Cost Argentina) o Chapecoense.
Precarización laboral y tercerización: El segundo gran ingreso de las low cost es la reducción de personal para todo lo que implica la operación (Pilotos, tripulación, mecánicos) y a ese personal la superexplotacion por un salario mísero. Argentina no es el caso de este tipo de prácticas, por la inexistencia de este tipo de empresas y la fuerte pelea de los trabajadores por sus condiciones laborales, pero en países como EEUU o países de Europa donde las Low Cost saturaron el mercado, los pilotos y tripulaciones (así como personal tercerizados de operaciones o tierra) suelen tener más de un trabajo para poder subsistir porque son trabajas mal pagos.
Estos dos grandes pilares sumados a usar bases de operaciones en lugares que cuestan menos como el aeropuerto del Palomar (Base solicitada por Fly Bondi), el cobro de equipaje, exceso y todo tipo de recortes. Desinversión y precarización al servicio de las ganancias. Llama la atención también el cierre de la compañía SOL a principios del 2016 tras la cancelación por parte de Aerolíneas del acuerdo comercial que tenían ya que varias de estas empresas Low cost que están solicitando rutas que antes hacia esta compañía que de un día para el otro cerró dejando 300 familias en la calle.
Casos Low Cost con operaciones hoy alrededor del mundo
LAS PRACTICAS LOW COST YA DESEMBARCARON HACE RATO
Muchos gremios hablan de lo terrible que serían las prácticas de este tipo de compañías para los trabajadores. Lo que nadie dice es que estas prácticas hace tiempo están entre nosotros. Cuando vemos que pasa entre las empresas que no son consideradas Low cost las prácticas como la tercerización laboral son moneda corriente. Aerolíneas Argentinas y LATAM (que quiere hacer su propia Low Cost) por nombrar algunas, tienen miles y miles de tercerizados en limpieza, asistencia, control y seguridad que cobran salarios mucho menores que los efectivos y tienen pésimas condiciones de trabajo. Sólo con la lucha y la movilización de los trabajadores de asistencia y control de FALCON y GPS por Aerolíneas y REDGUARD por LAN han conseguido convenios Aeronáuticos y algunas condiciones de trabajador efectivo como el 4x2 de 8hs o el reconocimiento de la antigüedad en los constantes cambios de empresa. De hecho muchos gremios cometen el error de deslizar una aceptación de las líneas Low Cost si respetan los convenios gremiales sin meterse profundamente en el debate de lo que esto genera.
LA CEOCRACIA AERONAUTICA
Sin duda el desembarco de empresas Low Cost va en detrimento de Aerolíneas Argentinas en particular y las condiciones de trabajo de los aeronáuticos en general. Esta situación pone a la orden del día una reflexión sobre qué línea aérea estatal necesita el pueblo trabajador. El desembarco de Dellaqua en la dirección de Aerolíneas Argentinas plantea un ajuste aún mayor en la línea aérea y en sintonía con los planes del Macrismo de abrirle las puertas a las Low Cost con Cielos Abiertos de hecho. Isela Constantini había comenzado este trabajo imponiendo más productividad a los trabajadores y atacándolos acusándolos de generar pérdidas cuando se hicieron paros. Nada que envidiarle tiene la ex (o actual) CEO de General Motors Constantini, que cínicamente es apoyada por los gremios aeronáuticos, que entendió Aerolíneas desde su perspectiva de sector privado no al servicio de las mayorías y vio con buenos ojos la entrega de rutas a LAN en detrimento de la propia Aerolíneas.
Creemos que Aerolíneas debe ligar el concepto de competencia a mayor conectividad y mayor cantidad de usuarios. La conectividad no puede estar atada a si es rentable o no, en realidad tiene que estar al servicio del pueblo y los trabajadores. Qué significa esto? Pasajes baratos (verdaderamente baratos) para que millones puedan acceder a viajar en avión y no sólo el 5% que actualmente viaja en Argentina. Ocupación de la totalidad de los asientos que casi todo vuelo tiene vacío con políticas concretas hacia sectores pobres (Jubilados y beneficiarios de AUH por ejemplo) y que los trabajadores tercerizados de MyL, Falcon y GPS puedan viajar como lo hacen otros empleados de Aerolíneas. En resumidas cuentas planteamos una Aerolíneas Argentinas con una verdadera función social como los colectivos, subtes y trenes, no de competencia con los grandes monstruos, estatal al servicio de los trabajadores y controlada por trabajadores y usuarios.