Las últimas filtraciones de las conversaciones grabadas por el ex comisario Villarejo, sacan a la luz el papel que juegan los grandes medios de comunicación como voceros de las Cloacas del Estado. En este caso queda acreditado por el propio Villarejo la falsedad de los informes usados para denunciar la financiación ilegal de Podemos y la complicidad de Ferreras y los grandes medios con las Cloacas y su modus operandi.
Ivan Vela @Ivan_Borvba
Lunes 11 de julio de 2022
En el año 2016 Podemos, que contaba con pocos años de vida, aunque no había logrado el sorpasso electoral sobre el Partido Socialista en 2015, se situó como la cuarta fuerza electoral, siendo pieza fundamental para la investidura.
Los grandes medios de comunicación abrían sus noticiarios digitales, en papel y en televisión con ataques de diferente índole sobre la formación liderada por aquel entonces por Pablo Iglesias. Entre esas noticias que buscaban frenar el papel de Podemos en la política del Estado español, saltó una que cumplía con todos los ingredientes: Pablo Iglesias, gobierno de Maduro y financiación ilegal. Un cóctel irrechazable para los grandes medios de comunicación.
OK Diario, con el “periodista” Eduardo Inda a la cabeza, publicaba un supuesto escándalo de corrupción que tenía como protagonistas a Podemos y al propio Pablo Iglesias. Según los informes con los que contaba Inda, el presidente venezolando, Nicolás Maduro, habría pagado cerca de 300 mil dólares al líder de Podemos por aquel entonces, a través de un banco situado en el paraíso fiscal de Islas Granadinas. El pago se realizó, supuestamente, en 2014, apenas dos meses después de que la formación morada se inscribiera en el registro de partidos.
Esta noticia publicada por OK Diario tuvo rápida repercusión en TV, concretamente en el programa de Al Rojo Vivo, dirigido por Antonio García Ferreras. Aunque en ese mismo programa Pablo Iglesias desmintió la información e interpuso una denuncia, la noticia corrió como la pólvora de plató en plató, y encontró en Susana Griso y Rosa Quintana dos altavoces más.
Todo resultó ser falso. El pago, el banco en el paraíso fiscal y también los documentos que supuestamente acreditaban esta financiación ilegal. Así lo demuestra la información adelantada por el medio Crónica Libre. Este medio publica una conversación entre el ex comisario Villarejo y el propio Antonio García Ferreras tan solo once días después de que saltara la noticia.
En aquella conversación grabada por Villarejo, además de Ferreras, se encontraba el presidente de La Razón y adjunto a la presidencia de Atresmedia, Mauricio Casals. Y fue ante el periodista y el empresario que el ex comisario admitió que toda la información era un burdo montaje para desprestigiar a Podemos orquestado por el Ministerio del Interior, con el mismo modus operandi que habían usado para torpedear el movimiento independentista catatán.
Aunque este mismo lunes el periodista ha intentado desmentir que estuviera al tanto del montaje y que cuando dió la noticia desconocía la falsedad de los documentos. “Nunca hemos dado una información sabiendo que era falsa. Jamás” ha afirmado Ferreras en antena. Pero lo cierto es que las grabaciones muestran todo lo contrario.
Ferreras cierra Al Rojo Vivo hablando de los audios que le grabó Villarejo sobre Granadinas https://t.co/xrzgB4X6Li pic.twitter.com/rI85Te0bw9
— AlRojoVivo (@DebatAlRojoVivo) July 11, 2022
En contra de lo que argumenta Ferreras en su programa, en la conversación con el ex comisario reconoce que “le dije yo, Eduardo [Inda, director de OK Diario] , esto es muy serio. Yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo. Es demasiado burdo”.
Incluso en esa charla informal, exponía los motivos de su desconfianza, asegurando que le sorprendería que el propio Pablo Iglesias abriera una cuenta con sus datos personales y que poco después de crearla, el presidente Nicolás Maduro hiciera un ingreso de casi 300 mil dólares. “Joder, son bastante más listos que todo eso”, sentenciaba.
Pero eso quedó en la cena, luego en plató, dió rienda suelta a la información falsa y a la acusación de supuesta financiación ilegal del partido morado.
Los tentáculos de las Cloacas no abrazan a los grandes medios de comunicación o a los aparatos policiales, también alcanzan la Judicatura. Por aquel entonces, cuando se destapó la falsa noticia, los tribunales validaron la actuación de los periodistas frente a las denuncias interpuestas por Podemos.
Lo cierto es que lo hoy conocemos de las fake news sobre la financiación ilegal de Podemos en 2014, es un modus operandi habitual de las Cloacas del Estado para desprestigiar, perseguir y acabar con sus adversarios políticos, como es el caso de los independentistas catalanes.
Y es que casualmente este caso pone en el centro del montaje a Podemos pocas semanas después de que estallara el caso Pegasus (o Catalangate), un caso de escuchas y espionaje masivo sobre independentistas catalanes. En ese caso la formación morada guardó silencio y fue cómplice de mantener este modus operandi de persecución política a los adversarios del Régimen del 78.
El caso Pegasus desveló espionajes sobre líderes independentistas hasta el 2022, ya con varios años de Gobierno progresista y con el propio Pablo Iglesias formando parte de la comisión de control sobre el CNI desde marzo del 2020.
Un ejemplo más, no el único, de que aquella premisa de la formación morada de cambiar las instituciones desde dentro es una quimera. El entramado corrupto y represivo del Estado está construido bajo unas bases sólidas con el objetivo de servir a los propios agentes del Régimen del 78.
Ellos son los principales interesados en mantenerla. Esto es así ya que les permite realizar corruptelas, favores y chantajes entre las empresas del IBEX, Gobierno, Fuerzas de Seguridad, Judicatura y Monarquía, pero también para perseguir al independentismo catalán, a los movimientos sociales y a los que luchan.
Para acabar con las Cloacas hay que tocar los intereses de los grandes grupos de poder que están detrás de las mismas y no adaptarse a ellos; la prensa manejada por grandes grupos empresariales, la impunidad policial, los secretos del servicio de inteligencia, el aparato represivo, etc.
Pero esto no se hará “desde dentro” colaborando con sus máximos valedores y beneficiarios, se hará con lucha en las calles, con organización en los centros de trabajo, en las universidades, institutos y barrios.
Solo así se podrán imponer medidas como la apertura de todos los “secretos oficiales” y los archivos armados contra los independentistas catalanes y los luchadores, exigir la anulación de todas las causas judiciales contra estos, así como terminar con la casta de jueces mediante la elección de los jueces por sufragio universal, y jurados populares, sin puestos vitalicios, sino que puedan ser revocados por sus electores, entre otras medidas.