Un promedio de 2000 migrantes al día transitan por México con rumbo hacia la frontera con Estados Unidos; cada uno será víctima de la violencia en “promedio” tres veces durante su recorrido. La mitad de las violaciones a los inmigrantes son cometidas por el crimen organizado y el estado.
Jueves 2 de febrero de 2017
Después de reunirse con la cancillería mexicana, Donald Trump afirmó que trabajará en conjunto con el gobierno mexicano respecto a incrementar, tanto la seguridad como las oportunidades económicas en ambos lados de la frontera.
”Una muy cercana coordinación con la que abordaremos muchos temas de interés relevante para ambas naciones”- declaró el magnate. Esta coordinación incluye, continuidad al plan Mérida, el reforzamiento del Plan Frontera Sur y el desmantelamiento de grupos del narcotráfico, así como detener el flujo masivo de armas y dinero ilegales hacia México".
Limpiar el patio trasero
Un promedio de 2000 migrantes al día transitan por México con rumbo a la frontera con Estados Unidos; 3,740 km de carretera entre Comitán, Chiapas y Tijuana, Baja California. Todos ellos sufrirán algún tipo de violación a los derechos humanos, ya que cada uno será víctima de la violencia en “promedio” tres veces durante su recorrido. La mitad de las violaciones a los inmigrantes son cometidas por el crimen organizado y el estado.
El Instituto Nacional de Migración (INM) recibe financiación directa de la iniciativa Mérida donde Estados Unidos da un financiamiento de 100 millones de dólares hacia instituciones mexicanas, para que endurezcan las medidas de seguridad en la frontera sur con el pretexto de combatir al crimen organizado. Pero en realidad se ha convertido en “una máquina de detención de inmigrantes centroamericanos y no de protección como lo señaló recientemente Lourdes Rosas del Centro de Derechos Humanos Fray Matías Córdova de Tapachula, México. Resaltó también que sólo en 2015 hubo más de 100,000 detenciones, 85% de ellas resultaron en deportaciones.
La continuidad y efectividad de la iniciativa Mérida fue la propuesta con la que el régimen de Peña Nieto llegó a Washington. Pues esta iniciativa significa el control de la política militar por parte de Estados Unidos, por tanto un elemento central en los lazos de subordinación de México con el país vecino.
El secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, declaró que “Estados Unidos y México hoy comparten un problema y comparten un interés para resolver juntos esta compleja dinámica de flujos poblacionales”.
Activistas pro migrantes advirtieron a quienes buscan llegar a Estados Unidos, que los riesgos por cruzar la frontera se incrementarán en los próximos meses, cuando sea más palpable el endurecimiento de la política migratoria de Donald Trump y Peña Nieto.
El activista Rubén Figueroa comenta que cuando el secretario de Relaciones Exteriores dice que la migración es un “problema común” entre ambos países, permite pensar que durante las negociaciones con la administración de Trump, el gobierno mexicano “propondrá continuar con el endurecimiento de la política migratoria y el reforzamiento del Plan Frontera Sur, que consiste en detener y deportar a decenas de miles de migrantes, entre ellos familias enteras que huyen de la violencia en sus países de origen”.