Esta semana llegaron a diez los casos confirmados de contagio por coronavirus. Los trabajadores piden que se hagan testeos masivos.
Domingo 7 de junio de 2020 20:05
La situación de los trabajadores de la fábrica Cattorini, ubicada en la zona de Pasco, partido de Quilmes, sigue siendo preocupante.
La prepotencia patronal se expresó desde el inicio de la cuarentena al declarar que su producción era de primera necesidad agregando una máquina para la producción de envases para salsa de tomate, cuando la realidad es que los principales productos que fabrican son envases para bebidas alcohólicas. Esto obligó a los trabajadores a tener que realizar sus actividades con normalidad, dado que la empresa los intimó con una rebaja salarial del 40% a quienes no se presentaran. Su dueño los calificó de "vagos que quieren vacaciones" a quienes planteaban su preocupación ante la pandemia. Esto con la complicidad de los dos sindicatos que actúan en la planta, el Sindicato Obrero de la Industria del Vidrio (SOIVA) y el Sindicato de Empleados de la Industria del Vidrio (SEIVARA).
En la nota de César Gómez para este medio se denuncia la situación:
Cattorini de Quilmes: “Mi marido tenía coronavirus y el médico de la fábrica le dijo que era gripe”
El miércoles 3 el municipio, a cargo de Mayra Mendoza del Frente de Todos, volvió a hacer una inspección, luego de que se hiciera pública la denuncia de la esposa de un trabajador positivo de COVID-19 por el medio televisivo C5N. Luego de esta inspección el municipio declaró que hay un solo caso, cuando los trabajadores denuncian que son por lo menos diez los infectados. Esta información es la que circula entre los trabajadores, dado que la empresa mantiene en secreto toda novedad y los acusa de ser los propagadores del virus por no cumplir los protocolos de seguridad. Esto es terminantemente desmentido por los trabajadores consultados por este medio, quienes al mismo tiempo denuncian que en el área en que fueron detectados tres nuevos casos y los compañeros están cumpliendo la cuarentena, el ingeniero jefe del área no la está cumpliendo y recorre toda la fábrica con el riesgo que esto implica para el resto de los trabajadores y sus familias.
El ingeniero de planta, Alberto Quetgla, quien acuñó el término "coronavagos" para referirse a los trabajadores de Cattorini, no se presenta a trabajar desde hace una semana sin que se sepa la razón para que esto ocurra.
Los trabajadores piden que se hagan testeos masivos para determinar con exactitud el número de casos y detener los contagios, pero la patronal responde que sólo se pueden hacer en caso de que el número de infectados sea mayor a cincuenta.
