Vuelven las protestas contra los precios de los billetes del transporte público en Barcelona convocadas por la platafora Stop Pujades. Y es que el Ayuntamiento de Barcelona en Comú y ATM, junto a la Generalitat intervenida han pactado un nuevo incremento del 2% que ya está en vigencia.
Jueves 4 de enero de 2018
Este miércoles la plataforma #StopPujades convocaba a una nueva concentración y acción de protesta contra el incremento del 2% de los precios del transporte público pactado entre el Ayuntamiento de Barcelona en Comú, ATM (Autoritat del Transport Metropolità) y la Generalitat.
Para hacerse una idea, la subida impuesta por Ada Colau, la “alcaldesa del cambio” de Barcelona, supone que uno de los billetes más utilizados (la T10) entre la juventud y los que cada día se levantan para ir a “currar” y tienen entre 26 y 65 años, pase a superar por primera vez los 10 euros, en concreto llega a los 10,20.
Y esto, en una situación en la que “el milagro español” de la recuperación económica y el crecimiento anual al 3% se ha generado a través de la vía de la ultraprecariedad laboral y social, no se puede permitir. Mucho menos si quien profundiza ahora por esa vía es un gobierno municipal que en su programa marcaba en rojo la correcta gestión de los servicios públicos para la “ciudadanía”. Pero bueno, de esa gestión ya saben un buen rato los trabajadores y trabajadoras de TMB desde la llegada BeC al consistorio barcelonés.
Hace diez años la T10 no pasaba de 7 euros (un precio que ya significaba realizar un esfuerzo económico para la mayoría de la juventud). Sin embargo, desde el inicio de la crisis económica y durante los años en que más arreció ésta, los equipos municipales del PSC primero y CiU después llevaron adelante una serie de fuertes aumentos que en la práctica hacían imposible el acceso al transporte público para miles de personas. Fue entonces, allá por el 2014, que la plataforma Stop Pujades, creada e integrada por diferentes colectivos sociales y políticos de izquierda, inició una campaña de movilizaciones para frenar los planes de subida anuales y la vuelta a los precios pre-crisis.
Hoy es Barcelona en Comú quien impone nuevos aumentos en el precio de los billetes. Y hoy es la plataforma Stop Pujades junto a los CDR y diferentes organizaciones de izquierda quien vuelve a movilizarse para combatir una política que solo puede ir en dirección a incrementar de forma más drástica aun la situación de ultraprecariedad y pobreza que se vive en una de las ciudades con mayor carestía de vida para amplias capas de la sociedad.
Y así quedó de manifiesto este miércoles en una jornada reivindicativa contra los abusos que significan esta nueva subida de los precios del transporte público. A las 19 horas algunas de las estaciones de Metro, Rodalies (cercanías) y Ferrocarrils más frecuentadas como son Fontana, Paral·lel, Jaume I, Virrei Amat o Sarrià entre muchas otras, organizaron columnas humanas para protestar y colarse de forma reivindicativa contra el aumento de los billetes.
[En directe] Protestes a #Barcelona contra l'augment del 2% en el transport públic. Aquesta pujada no la pagarem! #StopPujadesTransport pic.twitter.com/nLAf6jslbm
— EsquerraDiari.cat (@EsDiariCat) 3 de enero de 2018
Seguidamente, todas las columnas confluyeron en la estación de La Sagrera, uno de los puntos neurálgicos del transporte público. Una vez allí, la protesta concentró a más de doscientas personas con un mismo objetivo, echar atrás la subida del 2% entre pancartas y cánticos como “Aquest billet que el pagui Colau” (Este billete que lo pague Colau), “Transport públic a preus populars” (Transporte público a precios populares) o “Contra l’estafa de TMB, cola’t tu també” (Contra la estafa de TMB, cuélate tu también).
[Directe] A La Sagrera conflueixen columnes contra l'augment del transport públic. Aquest billet que el pagui Colau #StopPujadesTransport pic.twitter.com/UA6ZtBdmFV
— EsquerraDiari.cat (@EsDiariCat) 3 de enero de 2018
Al finalizar la concentración, se celebró también una asamblea de gran afluencia en la que se decidió seguir con las protestas, además de organizar diferentes acciones en contra del aumento de los precios de los billetes y contra la precariedad.
Cabe destacar, además, que esta subida del 2% del transporte público contrasta, y de que manera, con los sueldazos que se embolsan desde la dirección de TMB (Trasnports Metropolitans de Barcelona). Unos salarios que en buena parte provienen de este nuevo incremento en los precios de los billetes. La otra parte, la generan a cambio de someter a una precariedad cada vez más asfixiante a la plantilla de Metro y Bus.
Sin ir más lejos, TMB se ha convertido en la actualidad en la puerta giratoria de algunos miembros de ICV y EUiA, parte integrante de Barcelona en Comú. Mientras Enric Cañas y Pau Noy se llevan 105.000 y 60.000 euros respectivamente, los trabajadores de TMB siguen luchando por un convenio digno y por el fin de la precariedad. Y eso, por no hablar, de Mercedes Vidal, dirigente de EUiA y actualmente directora de TMB desde la llegada de Ada Colau al Ayuntamiento. Las mismas que han ejercido como principal obstáculo para las numerosas huelgas que vienen llevando a cabo los trabajadores y trabajadoras en estos últimos años.