El gobierno de Maduro aumenta las cajas del CLAP.
Viernes 12 de enero de 2018
El aumento de precio de los CLAP y el autogol del gobierno
Recientemente informamos por este medio sobre las protestas en distintas zonas populares de Caracas y otras ciudades del país por la ausencia de los “CLAP navideños” en medio del catastrófico panorama que hoy sufren los sectores populares y trabajadores de Venezuela.
También por este medio reportamos el vil asesinato de la joven caraqueña embarazada en medio de protestas por el pernil también prometido y ausente por parte del gobierno nacional, en plenas fiestas de fin de año. Estos hechos marcan la tendencia en los últimos meses en el país; crisis, hiperinflación, represión a los sectores populares y promesas no resueltas. Se suma a esto el aumento de la caja CLAP en un 150% por parte del ejecutivo propinándose así un verdadero autogol con respecto a la crisis económica que supuestamente desean combatir. La verdadera salida a la crisis está lejos de pasar por las manos del gobierno nacional y mucho menos de la oposición pro imperialista que calla frente a tamaños ataques a los trabajadores y los pobres.
Autogol o un ataque las clases populares
El presidente Maduro, y el chavismo en general, está cansado de hablar de la guerra económica y del saboteo a la economía nacional, la inflación inducida y el alza de los precios. Sin embargo quedamos atónitos ante la escandalosa información suministrada recientemente por el ministerio de alimentación, “el aumento de las cajas CLAP de 10 mil bolívares a 25 mil bolívares”, lo que representa en porcentaje un aumento del 150%, cifras que no tienen nada que envidiarle a ningún empresario privado a la hora de aumentar los precios en medio de la crisis inflacionaria más grande que haya vivido el país en décadas; se ve así que la mayor responsabilidad corresponde al gobierno y su desastrosa política económica.
Si bien el monto aun representa un costo bajo, en relación con el lánguido sueldo mínimo que recibimos los venezolanos (248.510 más bono de alimentación de 549.000 bolívares) y comparado con los mismos artículos en el mercado, el aumento de la caja del CLAP en un 150% es un autogol cantado para el gobierno. El argumento del gobierno de una supuesta “guerra económica”, la estaría perdiendo... por pasarse al supuesto bando enemigo no solo pactando y autorizándole cada tanto los aumentos de precios que exigen los empresarios, si no aplicando el mismo medidas de lo que llama "inflación inducida" contra el pueblo. La verdad que siendo realistas, mas que la tal guerra, estos son ataques en toda regla a los sectores populares que esperan mensualmente este subsidio en alimentos para poder completar una dieta que ha disminuido considerablemente en los últimos años.
Pero la realidad es que el gobierno no es víctima de una tal guerra, sino victimario, junto a los empresarios, de un ataque contra el salario de los trabajadores y los sectores populares. Como comentó un trabajador recientemente en una cola “si ellos mismos hacen estos aumentos cómo pretenden decir que van a regular los precios de los privados”.
Las matemáticas en contra
Es bien sabido que la comida que contiene las ya mencionadas cajas es importada con un dólar subsidiado y “protegido” por el gobierno para artículos de primera necesidad. El DIPRO es una de las tasas de cambio que estableció el gobierno nacional junto con el DICOM, esta última flotante que ajusta su precio según las subastas (3,345 Bolívares por dólar al 10 de enero de 2018) hechas por el ejecutivo nacional. Sin embargo el DIPRO tiene una tasa fijada en 10 bolívares por dólar, lo que implicaría que cada caja es pagada por el gobierno venezolano 2500 dólares por caja a las empresas intermediarias.
Estas matemáticas hablan también en contra de la gestión del gobierno en torno a las cajas y su supuesta lucha contra la “guerra económica”, que sirve más como chantaje para descargar la crisis sobre los pobres que como expresión de la realidad económica del país, cabe destacar que tanto estas cifras como la información referente a los fondos y administración de los CLAP se maneja con total hermetismo ocultando a la población los mecanismos reales y montos que se manejan por esta “ayuda” alimentaria a los sectores populares. Es incluso necesario resaltar que todo el proceso –importación, organización, distribución a la población- de los mismos está en manos del gobierno. Por tanto, este aumento oficial de precio dice mucho más sobre la verdadera situación que todos los discursos del oficialismo.
Un ataque más al salario
Lejos de las devaluaciones hechas por el gobierno de Maduro en sus primeros años de mandato, parece que el mejor camino para atacar el salario y que hace que los empresarios nacionales y trasnacionales se froten las manos, es la inflación de los precios y la devaluaciones implícitas que hacen que el salario recientemente aumentado y con bono alimenticio (797.510 bolívares en total ) no superen la decena de dólar en relación con el dólar negro, el cual parece ser la tasa de cambio que manejan los comerciantes y empresarios para poner precios a sus productos mientras que los sueldos y salarios son pagados en montos mínimos.
La única salida es obrera y popular
A los recientes actos desesperados de la población que los impulsa a saquear a pequeños y medianos comerciantes, en medio de la apremiante necesidad por comida y productos básicos, llamamos a organizarnos alrededor de nuestros puestos de trabajo y comunidades, universidades y liceos por un plan de emergencia obrero y popular para que la crisis no sea descargada en nuestros hombros. Por una distribución de alimentos que esté verdaderamente en manos de los trabajadores y las comunidades, que es la única forma garantizar la comida del pueblo trabajador y no en manos de burócratas, empresarios o militares. Los trabajadores y comunidades deben tener la posibilidad de controlar la importación de alimentos y luchar contra cualquier hermetismo en las cuentas de empresarios y gobierno que impida una administración consiente de los recursos por parte de los trabajadores.
Es necesaria la escala móvil de salarios y un verdadero control obrero y popular de precios, que combata la hiperinflación y el deprimido salario que recibimos los venezolanos por nuestro trabajo, que el salario aumente en relación con el aumento del costo de la vida y que se creen comités de trabajadores con participación de las comunidades para tener un verdadero control de precios lejos de los tibios “controles” que aplican burócratas y militares. Exigimos también el no pago de la deuda externa que asfixia los recursos de la nación por medio del capital financiero internacional y que puede ser usado para medicina y alimentos.