Ad portas de un nuevo 1ero de Mayo ha e algunos días el gobierno de Boric anunció que se realizará un aumento del salario mínimo pasado de $410.000 a $440.000 el cual ni siquiera cubre la totalidad de recursos necesarias para sostener a un grupo familiar de tres personas bajo la línea de la pobreza.
Martes 25 de abril de 2023
La carestía de la vida y la inflación son una realidad que hace meses se viene profundizando en el país. La realidad de muchas familias es que simplemente no alcanza el dinero para llegar a fin de mes.
Según los estudios y la definición de línea de la pobreza un hogar con tres integrantes y solo un ingreso, necesita alrededor de $475.000, para cumplir con los gastos y necesidades básicas, que aun así son imprecisas debido a que este estudio se realiza en base al precio del pan y la locomoción colectiva en horario punta, es decir, hasta el final no se encuentra actualizado el valor de la vivienda en relación con los arriendos que cada día están más al alza o los dividendos que por el alta tasa de interés de 11.25% que aún mantiene el banco central, obligan a endeudarse aún más a los hogares por medio de las tarjetas de crédito que en Chile se utilizan para comer y llegar a fin de mes.
Las medidas del gobierno de Boric para enfrentar esta situación han sido sólo soluciones parches e insuficientes. Chile es uno de los países con los sueldos más bajos de la región en comparación con los precios que día a día debemos enfrentar, los sueldos de hambre que se siguen devaluando aún más, llevando cerca de 17 meses a la baja en comparación con los gastos cotidianos.
La suma de $440.000, que será efectiva a partir del mes de Mayo vino con el anuncio de que la promesa de campaña de aumentar el sueldo mínimo a $500.000 para el año 2024 continúa siendo totalmente insuficiente para una subsistencia digna y acorde a las necesidades de las familias trabajadoras.
Este 1ero de Mayo, día internacional de las y los trabajadores es necesario poner sobre la mesa las necesidades precisamente de nosotros, nosotras y nuestras familias, por que mientras más se enriquecen los empresarios, por contraparte, más precarias son nuestras condiciones de vida. Es sumerge necesario pelear por un sueldo mínimo de $650.000 que efectivamente sirva para salir de la línea de la pobreza y poder enfrentar de mejor manera la carestía de la vida que nos afecta a millones a lo largo del país.
Elizabeth Fernández
Profesora