Viernes 21 de agosto de 2015
Imagen: Hutchison Ports - Stop Union Busting (facebook)
Versión en inglés: Australia: 97 dock workers sacked by Hutchison Ports remain locked out
Después de una semana de enorme solidaridad de parte de los sindicatos y la comunidad con los 97 portuarios despedidos por Hutchison Ports Australia, la batalla por su reincorporación llegó a la Justicia. El sindicato MUA (por sus siglas en inglés, Unión Marítima de Australia) consiguió una orden temporal el 13 de agosto para impedir que Hutchison despida a los trabajadores. Al día siguiente, el sindicato indicó a todos los empleados de la empresa que vuelvan al trabajo, pero rápidamente se hizo evidente que la Justicia no había fallado a favor de la reincorporación de los despedidos. Aunque los trabajadores no pueden ser despedidos legalmente, tampoco han sido reincorporados. Actualmente siguen sin poder ingresar al trabajo.
El 6 de agosto, media hora antes de la medianoche, Hutchison Ports envió mensajes de texto y correos electrónicos a 97 de los 224 trabajadores de la empresa, para decirles que habían sido despedidos. En la lista había 56 “wharfies” (como se conoce a los portuarios en Australia) de la terminal del puerto de Botany en Sydney y 41 de la terminal Fisherman Island en Brisbane.
Las noticias de los despidos fueron recibidas con indignación en todo el movimiento sindical. En cuestión de horas, se pusieron en pie protestas fuera de las dos terminales portuarias de Hutchison en Sydney y Brisbane. Durante la semana siguiente se vieron grandes muestras de solidaridad sindical y de la comunidad, con cientos de afiliados al MUA y de otros sindicatos. Estas acciones solidarias se realizaron desafiando dos órdenes de volver al trabajo de parte de la Comisión de Trabajo Justo, publicadas el 7 y el 10 de agosto.
Mientras se llevaban a cabo las acciones de solidaridad, el sindicato MUA presentó su denuncia contra Hutchison Ports en la Corte Federal. El sindicato buscaba una orden legal para anular los despidos de los 97 “wharfies” y reincorporarlos.
Las órdenes de la audiencia inicial en la Corte Federal del 13 de agosto, emitidas por el juez Darryl Rangiah, establecían que Hutchison “revoque su decisión de terminar la relación laboral con sus empleados”, e impedía que la empresa “termine la relación laboral de cualquier empleado por despido”.
La orden judicial inicial fue anunciada como algo parecido a una victoria por los dirigentes de MUA. Esa misma tarde, el secretario de la regional Sydney de MUA, Paul McAleer, dijo ante cientos de personas fuera de la terminal en el puerto de Botany: “Lo que hemos ganado es la primera batalla en esta guerra”. Al menos fue cauteloso. No así el secretario nacional de MUA Paddy Crumlin. Le dijo a la multitud que, “el juez ha dejado claro que va a emitir una orden para que los trabajadores de Hutchison sean reincorporados hasta que estudien nuestra denuncia”. Los dirigentes sindicales indicaron a los trabajadores afiliados de Hutchison Ports que vuelvan al trabajo al día siguiente.
Sin embargo, rápidamente se hizo evidente que los 97 despedidos no habían sido reincorporados. El 14 de agosto por la mañana, los portuarios que regresaron al trabajo marcharon junto a una “guardia de honor” formada por los afiliados de MUA y quienes los habían apoyado mientras se dirigían hacia la terminal. A la tarde, llegaron los problemas para el sindicato. En Sydney, la seguridad de la empresa les negó la entrada en el Puerto de Botany a tres de los trabajadores de mantenimiento previamente despedidos.
La orden judicial del 13 de agosto solo establecía un freno a la decisión de la empresa de despedir a más del 40% de la fuerza de trabajo. No existía orden de reincorporar a estos trabajadores.
Todo esto está claramente establecido en el fallo entregado por el juez Rangiah el 14 de agosto. El fallo del juez establece que MUA había presentado suficiente evidencia “prima facie” para sugerir que los despidos de Hutchison habían violado en dos oportunidades el acuerdo entre la empresa y el sindicato, y por lo tanto contravino la ley de que protege las condiciones de trabajo (conocida como Fair Work Act) en dos oportunidades. Esto fue suficiente para que Rangiah falle para que la compañía deba “revocar su decisión de terminar la relación laboral con sus empleados” e impedirle que “termine la relación laboral de cualquier empleado por despido”. En otras palabras, Hutchison no puede actualmente despedir a estos trabajadores. Si serán o no despedidos dependerá del resultado de la audiencia de la Corte Federal que comienza el 1 de septiembre.
Los despidos pueden haberse suspendido temporalmente, pero esto no significa que los “wharfies” puedan volver al trabajo. El fallo del 14 de agosto también establece esto. Se le solicita a Hutchison Ports que “continúe pagando los salarios de los empleados” pero “no está obligada a otorgarles tareas a dichos empleados si [la empresa] no desea o no puede hacerlo”. El fallo establece además que, “dado que [Hutchison Ports] no ha requerido que dichos empleados que realicen ninguna tarea desde el 6 de agosto y han recibido sus salarios [abonados por la empresa] desde entonces, la orden no genera ningún cambio práctico significativo en la presente relación”. En efecto, los 97 “wharfies” despedidos han sido suspendidos con paga durante algunas semanas.
Ya es suficientemente malo que los 97 trabajadores no hayan sido reincorporados. Pero para MUA, las cosas son todavía peores. Este fallo hace al sindicato responsable por todos los costos de Hutchison Ports si la denuncia contra la empresa resulta desestimada. El sindicato no solo es responsable por “daños y perjuicios”(que podrían ascender fácilmente a millones de dólares). Existe también un requisito específico de que MUA “devuelva los salarios y otros gastos” en los que ha incurrido Hutchison Ports, en el caso que MUA pierda el juicio. Para un sindicato que ya enfrenta una demanda multimillonaria del gigante petrolero Chevron, esta es una posición frágil.
Una cosa es cierta. Si los dirigentes de MUA se apoyaban en una estrategia legal para alcanzar la victoria mediante la Justicia, será mejor que lo piensen de nuevo. Lo que se necesita es una estrategia obrera que despliegue el reservorio de apoyo de sindicatos y la comunidad con el que cuentan los 97 trabajadores despedidos y el MUA. Si eso significa paralizar la actividad en Hutchison Ports y desafiar más órdenes de vuelta al trabajo de la Comisión de Trabajo Justo, entonces que así sea.
Transcripción completa de la orden judicial de la Corte Federal (en inglés)
Video de Paul McAleer y Paddy Crumlin hablando en el acto del 13 de agosto en el Puerto Botany
Página de Faceboook de los portuarios en lucha (en inglés).
El sindicato MUA ya ha recibido decenas de mensaje de solidaridad internacional. Por favor, enviar todos los mensajes a:
MUA Queensland - [email protected]
MUA Sydney– [email protected]
MUA Oficina Nacional - [email protected]
Con copia a: [email protected]
Todos los mensajes en castellano a esta casilla serán traducidos al inglés y enviados los trabajadores del MUA.