El 2 de marzo en la Universidad Pública de El Alto (UPEA) se llevó a cabo una “Asamblea Estudiantil Extraordinaria”, mediante la cual se pretendía dirimir la situación institucional del área de ciencias económicas, financieras y económicas, que culminó con el lamentable fallecimiento de 7 estudiantes.
Miércoles 10 de marzo de 2021
Foto: DICyT - UPEA
El 2 de marzo, 11 estudiantes cayeron de 16 metros de altura, luego que una baranda de seguridad se rompiera por la excesiva aglomeración de universitarios que se reunieron con el fin de realizar una Asamblea Estudiantil Extraordinaria de la facultad de Ciencias Económicas y Financieras de la UPEA.
A raíz de estos hechos el Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Penal de El Alto determinó el pasado jueves enviar con detención preventiva a 7 dirigentes universitarios, que convocaron a dicha asamblea.
El fiscal de Delitos Contra la Vida de la ciudad de El Alto, Favio Maldonado, señaló que las razones para establecer la probabilidad de autoría de los imputados se centra en la convocatoria a una asamblea extraordinaria estudiantil presencial en predios universitarios, que contravenía disposiciones previstas en normativas municipales, que prohíben la aglomeración de personas y reuniones masivas para evitar la propagación del coronavirus.
Según algunas declaraciones de familiares de los afectados, se denunció que las pugnas internas entre los diferentes frentes, se debían a la afinidad política con partidos nacionales, quienes habían prometido trabajos a los jóvenes para que tomen el poder del centro de estudiantes. Además denunciaron que los dirigentes cobraban multas por no asistir a asambleas, y un pago en efectivo para acceder a becas.
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Ante esto el presidente del senado Andrónico Rodríguez respecto a este hecho expresó que:
“Habría que revisar la autonomía universitaria; a título de autonomía no se (les) puede tocar, es una vaca sagrada definitivamente las autonomías del sistema universitario en todo el país”.
Estas declaraciones provocaron críticas mediante las redes sociales y algunos representantes de la oposición. Andrónico y otros que se refirieron en esos términos a la autonomía, olvidan que sus partidos han procedido de la misma manera en todas y en cada una de las universidades del país. Andrónico debería saber que la FUL de la UMSA, fue puesta ahí en un contubernio entre el MAS y Waldo Albarracín cuando era rector, violentando la democracia universitaria y sosteniendo “dirigentes” cuestionados como Quelali y otros.
Burocracias corruptas: ¿un problema solo de los estamentos estudiantiles?
En este contexto en los medios de comunicación convencional y la opinión pública en general se asentó la postura de considerar a todos los centros de estudiantes como innecesarios, destacando frases como “la universidad es para estudiar no para hacer política”.
Es innegable que los centros de estudiantes están cooptados por burocracias que en la mayoría de las veces, (por no decir siempre), se encuentran en complicidad con “roscas” burocráticas de docentes. Lejos de luchar por los intereses de las y los estudiantes de base, realizan cobros indebidos y excesivos para acceder a ciertos privilegios estudiantiles como la “beca comedor”, y buscan mantenerse en el poder a toda costa.
La pandemia no puede ser una excusa para seguir manteniendo en el poder a estas “roscas” corruptas, que atentan los intereses y derechos de las y los estudiantes de base, aprovechándose de la necesidad de estudiantes de bajos recursos, con promesas falsas y acciones corruptas.
También es cierto que la misma política nacional, o sindical de la COB, la CSUTCB, y otras organizaciones, no tienen nada que envidiar ante estos actos de corrupción y antidemocráticos registrados en la UPEA. Entonces la solución no pasa por “eliminar todos los centros de estudiantes”, y dejar que sean los docentes o el mismo gobierno nacional quien tome el poder de decisión dentro de la universidad.
Así también cabe mencionar que bajo ninguna excusa de revisión “moral, estatutaria, política, técnica y académica” se puede admitir la injerencia de cualquier gobierno para atropellar la autonomía universitaria.
Repudiamos las declaraciones y posteriores explicaciones del presidente del senado Andrónico Rodríguez sobre este tema, que no hacen más que evidenciar, el fuerte giro a la derecha que tiene el MAS. Pero también rechazamos las demagógicas declaraciones de varios de los representantes del bloque golpista, hoy en la oposición, que hablan de defender la autonomía cuando, como lo vimos en octubre-noviembre del 2019, la violentaron de manera vergonzosa.
Otra de las voces que se ha querido instalar en contra de la política estudiantil, es la que parte de considerar el voto universal (un docente, un voto; un estudiante, un voto), como el que existe en la UPEA, como un problema, y reivindican el voto ponderado (donde la totalidad de docentes tienen un voto igual a la totalidad de estudiantes) como la “solución”, cuando esto representa un problema que es recurrente en las universidades, como la UMSA, que utilizan esta forma de votación.
El voto ponderado es utilizado muchas veces para que algún docente que desea ganar alguna dirección o decanato, tenga que “corregir” su política para el agrado de la burocracia corrupta de sus pares, pues no basta con el apoyo de miles de estudiantes, si tienes a más de la mitad de docentes en tu contra. Así también este voto ponderado, hace que la degradación de la democracia universitaria se generalice en todo el país, como en la UMSA, la UMSS etc.
Entonces el problema es estructural, resultado de décadas de implementación de políticas que tienden a la privatización de la educación pública, la pérdida del estudio y la reflexión crítica y su reemplazo por una educación tendencialmente técnica, de bajo presupuesto educativo.
Es esta educación la que se nutre de actos de corrupción y reivindica el ventajismo de unos pocos sobre la mayoría. Por ello la respuesta para afrontar estas burocracias corruptas no pasa por eliminar los centros de estudiantes o reducir la participación política estudiantil. Las y los estudiantes de base debemos empezar por:
- Impulsar la movilización para recuperar nuestras organizaciones estudiantiles a favor del interés y las necesidades de las y los estudiantes de base. Al mismo tiempo que impulsamos la revocabilidad de las y los dirigentes y reestablecer la asamblea como máxima autoridad para discutir y resolver de manera democrática los problemas de la comunidad universitaria.
- Impulsar la movilización para exigir una educación gratuita, universal, laica, científica y de calidad.
Estos son los primeros pasos que las y los estudiantes debemos empezar a discutir para enfrentar un sistema que cada día muestra su verdadera cara de miseria, explotación y opresión, y para poder unir nuevamente la universidad al servicio del pueblo trabajador, del campo y la ciudad, y no como viene sucediendo hasta hoy al servicio del golpismo o del arribismo oficial del MAS.