Sin duda uno de los sectores más beneficiados ha sido el de los empresarios relacionados a las autopistas urbanas, que cada año se llenan el bolsillo con exuberantes ganancias, mientras la precariedad e inestabilidad laboral en los trabajadores y trabajadoras aumenta.
Miércoles 4 de abril de 2018
No es una sorpresa para nadie las exuberantes ganancias adquiridas por los empresarios de las grandes autopistas que amasan su fortuna a través de permanentes concesiones. Expresión de esto es el alza en las ganancias contabilizada desde el año 2010 hasta el 2017.
Es así como las pistas urbanas tuvieron un incremento en sus recaudaciones del 507%, es decir $187.696 millones de pesos en utilidades hasta finales del año pasado.
En el caso de Costanera Norte, Autopista Central, Vespucio Sur, Vespucio Norte, Autopista Nororiente y Túnel San Cristóbal aumentaron en 69%, un total de $432.614 millones, según señala el medio ADN Radio.
En relación a las autopistas interurbanas que conectan a la Región Metropolitana con otras ciudades del país, como Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins, hubo un incremento en sus utilidades, entre 2010 y 2017, en 20,6%, equivalente a $211.377 millones.
La crisis que golpea haciendo más ricos a los empresarios
A pesar de que el gobierno y los economistas burgueses dedicaron gran parte de su tiempo en señalar los golpes que venía recibiendo la economía chilena a través del cobre y la construcción, lo cierto es que los empresarios se volvieron más ricos, y en especial los vinculados a la concesión de autopistas y carreteras.
¿Cómo podría explicarse recaudaciones del 507%, sino es a partir de mayor precariedad y explotación para la clase trabajadora?
Es el gran truco de los empresarios, importantes oscilaciones de la economía, cuyos costos y consecuencias son descargados en los hombros de miles de trabajadores y trabajadoras, que deben arreglárselas cada mes con un sueldo de $276.000, bajo pésimas condiciones laborales, y la incertidumbre de un empleo que no les asegura ninguna estabilidad.