El gimnasio al aire libre conocido como #BarrasCandelaria fue removido después de que en este espacio acribillaran a un supuesto delincuente. Con esta “solución” de las autoridades, se muestra que fomentar el deporte no es prioritario para la actual administración de la Ciudad de México.
Martes 15 de septiembre de 2020
A finales de julio del presente año, en las #BarrasCandelaria, ubicadas al interior del deportivo Venustiano Carranza de la Ciudad de México, fue acribillado un presunto integrante de la banda criminal “La Unión Tepito”.
Después de este acontecimiento, las #BarrasCandelaria fueron removidas.
Las #Barrascandelaria son parte de un conjunto de gimnasios al aire libre instalados en distintos puntos de la CDMX y el Estado de México, algunos se encuentran al interior de los deportivos, como el caso de las barras del deportivo Plan Sexenal o las del Velódromo. Otras se encuentran en espacios abiertos, como las barras de Copilco, las de Insurgentes o las del Salesiano.
Estos gimnasios se caracterizan por tener estructuras metálicas para realizar diversos ejercicios: dominadas (pull ups), subir tubo inclinado o vertical a base de brazadas, subir escalera o la llamada “chimuela”, fondos y rutinas en barras paralelas, flexiones de codos (“lagartijas”), entre muchos otros.
En estos espacios no sólo se fomenta el deporte, sino que se generan vínculos de comunidad, los cuales se pueden verificar desde la creación de equipos deportivos en cada gimnasio hasta la solidaridad que se genera entre los usuarios para adquirir equipo de pesas de uso colectivo.
En años recientes, la calistenia -que consiste en una adaptación de rutinas y ejercicios muy similares a los practicados en gimnasia olímpica- ha cobrado gran interés entre la sociedad, las famosas #BarrasPraderas ubicadas en el Estado de México son una prueba de ello.
La calistenia es un deporte accesible y un espacio de encuentro para la juventud y la población trabajadora (el barrio).
Después de ser removidas las #BarrasCandelaria, las cuales tenían 82 años de antigüedad, los usuarios organizaron una manifestación (el 31 de julio) con rutinas de ejercicio afuera del metro Fray Servando. La exigencia consistió en solicitar a las autoridades la reubicación del gimnasio, en donde también se imparten otras actividades deportivas como taekwondo.
Hasta la fecha no ha sido resuelta la demanda de reubicación, por lo que es una negación de hecho. Al parecer, las autoridades siguen el mismo canon de presentar mesas de supuesto diálogo y negociación, las cuales tienen como único objetivo desgastar a los manifestantes y no resolver las demandas legítimas y colectivas.
Desde un inicio, la “solución” de remover el gimnasio fue una clara muestra de que el deporte no es prioritario para la administración actual; en cambio, han sido los usuarios organizados que exigen la reubicación de “las barras”. Mientras tanto, en su lugar ya se montó una enorme estructura para la proyección de películas.
