Jueves 27 de noviembre de 2014
Trabajadoras y trabajadores del Hospital Garrahan se enfrentan al intento de cierre de la salita de 3 años del Jardín Maternal. Mientras miles de mujeres en todo el país aún deben pelear por conquistar este derecho, en el hospital intentan que el Consejo de Administración no lo cercene. Este Consejo está integrado por Marcelo Scopinaro y Rubén Nieto, funcionarios del PRO de Mauricio Macri, y por Cristina Giménez y Oscar Trotta, funcionarios del kirchnerismo, este último referente de La Cámpora.
Ya se realizaron cuatro abrazos al jardín maternal para impedir esta medida, que no tiene fundamento en la falta de presupuesto, ni en la falta de espacio físico. No es un problema de presupuesto porque desde la Dirección se está ofreciendo dinero a las familias de los niños que quedarían sin salita de 3 para conseguir otro jardín maternal. A su vez, están construyendo en tiempo récord un nuevo edificio en el predio del Garrahan. Por otro lado, este nuevo jardín, utilizado al momento de su inauguración por el ministro kirchnerista Manzur para publicitar la gestión de su gobierno, se construyó con una donación de 4 millones de pesos sin afectar el presupuesto hospitalario. Aún así, la obra fue deficitaria y con defectos, como denuncian las maestras del jardín: no solo llueve en la sala de 3 años, también hay filtraciones en las salas de gateadores y lactantes.
Las familias han ofrecido ceder el dinero que se les ofrece y encabezar la colecta por la cantidad de fondos necesarios para la ampliación sin tocar un peso del millonario presupuesto anual que tiene el hospital. La constante negativa a las distintas propuestas de las familias, y el ataque contra un derecho tan básico, es una expresión más de la discriminación que pesa sobre las mujeres trabajadoras.