Luego de otorgar millones a los acreedores, el gobernador cerró una paritaria de hambre para los estatales y adeuda el salario a cientos de trabajadores de la educación.
Miércoles 19 de febrero de 2020 09:12
Luego de ceder ante el chantaje de los acreedores de la provincia de Buenos Aires desembolsando 250 millones de dólares, el gobierno de Kicillof acaba de cerrar la paritaria de manera unilateral que deja a los trabajadores y trabajadoras del Estado provincial que se desempeñan bajo la ley 10.430 por debajo de la línea de la pobreza.
Un aumento de $2.000 para “recuperar” lo perdido en 2019, más $2.000 como parte de la paritaria 2020, a cobrar en abril. Los gremios lo rechazaron, pero no han propuesto ningún plan de acción.
Esto se suma a otro ajuste a los jubilados que se realizó la semana pasada bajo el planteo de “ahorro fiscal”, ya que quienes cobren haberes de $ 16.200 en adelante saldrán perjudicados. Mientras a los y las docentes se les pide moderación e intentan sacarle la cláusula gatillo, los bancos, mineras y petroleras siguen festejando sus enormes ganancias.
Precarización laboral y salarios de hambre
Si llegar a fin de mes es toda una odisea ya que se percibe uno de los sueldos más bajos del estado (apenas se llega a $20.000), la peor parte la viven los sectores más precarizados, o sea, quienes realizan suplencias. Esta situación la sufren sobre todo madres sostén de hogar, que deben tener que acceder a dos y hasta tres trabajos para poder compensar esta realidad. Al mismo tiempo que se manda a trabajar a compañeros y compañeras enfermas y de esta forma, el estado se “ahorra” un segundo cargo.
“No cobre este mes, estoy con licencia médica desde agosto del año pasado. A mí me caga, porque tengo que pagar alquiler, los servicios, el transporte ya que tengo que ir todos los días a rehabilitación. No es que no quiero pagar, sino que no me pagaron a mí, es una cadena. Estoy a la espera de que el otro mes paguen todo. Además, cobramos un sueldo muy bajo, apenas te alcanza. Todo es en contra nuestra” señala Mercedes.
“En estos últimos meses, desde noviembre hasta febrero, la irregularidad en los pagos se hizo constante: en diciembre cobré la mitad de lo que me correspondía, en enero $13.000 y ahora en febrero otra vez $13.000, de un sueldo que en teoría no llega a los $21.000. Siempre es a cuentagotas. Desde el mismo Consejo Escolar siempre aducen que estos retrasos en los cobros son errores de las secretarias de los mismos colegios, impunidad burocrática y en la practica un virtual ajuste sostenido ya hace años” plantea Julián.
Plata para educación y salud, no para acreedores
Por su parte, la agrupación Marrón plantea que es fundamental poner en pie un plan de lucha contra todos estos ataques. Exigirle a todos los gremios estatales, empezando por ATE y Suteba, que realicen asambleas de conjunto y tomen estas demandas. Hay que desnaturalizar el hecho de no cobrar por meses enteros.
Tenemos que impulsar una fuerte organización desde las escuelas junto a docentes, estudiantes y familias para poner en agenda nuestras demandas. Necesitamos un salario igual a la canasta familiar, nombramiento de cargos, exigir aumento para el presupuesto para infraestructura, junto con aumento de cupo y monto de los comedores. Ni un peso al FMI y la deuda externa. Plata para educación, salud, trabajo y jubilaciones