La tarde del pasado 11 de noviembre decenas de normalistas de Ayotzinapa volvieron a ser víctimas de la represión coordinada entre policías estatales, federales y miembros del ejército. A más de un año de la masacre de Iguala y la desaparición de los 43 normalistas el régimen de la alternancia (PRI, PAN y PRD) redobla la represión.
Jueves 12 de noviembre de 2015
Foto: sinembargo.mx
Los ataques comenzaron cuando los estudiantes de la normal rural Isidro Burgos viajaban en la carretera federal que va de Chilpancingo a Tixtla en cerca de diez camiones y retuvieron una pipa de diesel para intentar llevarla al plantel.
Nuevamente la violenta actuación de las fuerzas de seguridad del Estado no se hizo esperar y alrededor de las 17:00 horas, al menos 500 cuerpos de policías federales y estatales se trasladaron en patrullas o autobuses particulares para actuar contra los normalistas y causando heridos y detenidos recuperar la pipa de combustible.
#ÚtimaHora Momento de la persecución de granaderos a estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Tixtla. pic.twitter.com/5s9s1Idwqs
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De acuerdo a los informes que los normalistas brindaron fueron detenidos 13 estudiantes los cuales identificaron con los nombres de: Manuel Cortez Rodríguez, Sebastián Sánchez Pérez, Iván Cisneros López, Jorge Rodríguez Jiménez, Ángel Mundo Francisco, Carlos Martínez Rendón, Luis Carranza de Aquino, Antonio Arrubia Anacleto, Luis López Juárez, Luis Hernández Martínez, David de Jesús Hernández, Ricardo Morales Pérez y Daniel Santos Cruz. Para el cierre de esta edición algunos de los detenidos comenzaban a ser liberados.
También se registraron 20 heridos de los cuales ocho requirieron ser trasladados a hospitales para su revisión, tres de ellos fueron llevados al hospital de Tixtla y cinco de ellos a Chilpancigo. Aunque en un primer momento se anunciaba la desaparición de aproximadamente 30 normalistas, este hecho fue descartado por las declaraciones de los propios normalistas.
Los estudiantes explican que militares, policía federal y estatal llevaron a cabo el ataque contra 130 normalistas. pic.twitter.com/uWgJ6XgGCP
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Dentro de las victimas de represión e incluso dentro de la lista de detenidos se encuentran normalistas que fueron sobrevivientes del crimen de Iguala que le arrebato la vida a cuatro estudiantes y desapareció a 43 el 16 de septiembre del 2014. Crimen con el cual se evidencio la degradación del régimen político pues en él estuvieron involucrados miembros del ejército, los diferentes niveles de la policía, miembros de los partidos patronales PRI, PAN y PRD, además de la manipulación de la información y complicidad de las instituciones de justicia.
De acuerdo con las declaraciones, el día de hoy la policía golpeo a los normalistas en repetidas ocasiones hasta dejar a más de una decena en el suelo y sangrando, además como la noche de la masacre de Iguala nuevamente la fuerza pública impedía el paso de las ambulancias para atender a los heridos. También se registro el uso de gases lacrimógenos y la ofensiva con piedras por parte de la policía.
Así quedaron los autobuses donde iban 130 normalistas, tras el ataque de granaderos en Tixtla, esta tarde. pic.twitter.com/660EiioQMd
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Este ataque se da en el marco de una profundización de la ofensiva del régimen contra los normalistas -enmarcado en una campaña de criminalización que intenta ligarlos al crimen organizado- y hacia el movimiento obrero y popular en su conjunto, muestra de ello son las recientes detenciones de los maestros en lucha contra la reforma laboral en Oaxaca.
20 normalistas de Ayotzinapa continúan desaparecidos tras ataque de granaderos https://t.co/JfFicAZ8vJ pic.twitter.com/rsjprAfbND
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Los avances en la represión y criminalización como métodos de disciplinamiento y ataque a los sectores en lucha responde a un momento de retroceso de la movilización que el año pasado abrió una profunda crisis al régimen político pues desnudo su carácter asesino y la asociación para la protección de los fenómenos más crueles de los negocios capitalistas, como lo son las redes de trata y los feminicidios.
El carácter del régimen asesino no ha cambiado y al contrario demuestra a cada paso que a través de la alianza de los partidos que conformaron el Pacto por México, pretende garantizar la mayor explotación, el despojo a los recursos naturales, la privatización de la educación y los planes del imperialismo estadounidense descargando la represión hacía la población y sobre todo hacía los luchadores sociales y extendiendo la militarización del país. Por ello es necesario reactivar la movilización contra los ataques del régimen, buscando la unidad entre la juventud y los estudiantes, principales víctimas de la represión y la criminalización y, los pueblos en resistencia, con el movimiento obrero que en todo el país comienza a dar importantes gestas de lucha y son aquellos que tienen el potencial de poner freno al motor que da vida a este régimen de explotación y miseria.