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FÚTBOL. Ayelén Pujol: “El fútbol es el último reducto del machismo”

Entrevista a la autora del libro ¡Qué jugadora! Un siglo de fútbol femenino en la Argentina. Fútbol versus patriarcado y los cambios que suceden al calor del movimiento de mujeres.

Agustín Palmisciano @AgusPalmisciano - Periodista del sitio Globalonet

Miércoles 28 de agosto de 2019 14:07

Foto: sitio parati.com.ar

Una confitería histórica de Buenos Aires es testigo del encuentro en el que relata su experiencia personal con la pelota, que a través de un revisionismo histórico lo deja plasmado en su libro Qué Jugadora, donde hace un análisis de los 100 años del fútbol femenino en nuestro país. Allí, la historia del escenario donde se produce la charla y el trabajo que realizó en 286 páginas no resiste la paradoja, sino que acompaña como escenografía para hablar de los orígenes de la disciplina. Periodista, jugadora de fútbol y escritora, fue elegida en 2018 por la prestigiosa revista France Football para la votación del Balón de Oro del fútbol femenino, donde participaron 40 convocadas, que desde 1946 nunca se había realizado en mujeres. Ayelén, hace un trabajo minucioso donde derriba prejuicios y enfrenta sin tapujos al poder machista.

De muy chica ya percibía su gusto por el fútbol cuando jugaba con su hermano menor Andrés, pero dejó de hacerlo en la adolescencia por los prejuicios: “Me empezaban a pesar los calificativos que se usaban con las que jugábamos: marimacho´,torta´, donde la cuestión de la identidad de género la puedo identificar desde que soy feminista”. A pesar de no jugar más para que no la molestaran, no olvidó su pasión por la pelota y, años más tarde, comenzó a estudiar la carrera de Periodismo Deportivo. En sus primeras experiencias en el medio pudo ver las diferencias que se hacían por género; pero eso no la frenó y siguió adelante en su profesión que hoy la encuentra con la publicación de su libro y volviendo a jugar en el equipo que dirige la ex jugadora Betty García, Norita FC, nombre que homenajea a la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, y explica al respecto: “Ella no es futbolera pero entiende que el fútbol practicado por mujeres incluye una batalla que va más allá del juego en sí”.

Entrevista publicada originalmente en el sitio Globalonet

GN - ¿En qué momento surge la idea de escribir un libro?

AP - La idea del libro fue hace 4 años más o menos que empezó a rondarme en la cabeza, antes no lo había pensado, tengo 36 y arranqué a los 20 en los medios donde estuve hasta los 31 y después me corrí un poco. Encima yo no jugaba en esa época, volví a jugar después de 10 años, a los 26, fue todo un proceso de crecimiento hasta llegar al libro.

¿Cómo fue la búsqueda de información de la historia del fútbol femenino teniendo en cuenta la poca difusión que se le dio siempre?

Estaba muy poco visibilizado y no es que iba a la hemeroteca y estaba la información ahí esperándome. Hubo mucho que se fue reconstruyendo a partir de los relatos de ex jugadoras. En ese momento me empezaba a atravesar el movimiento feminista y me empecé a hacer un montón de preguntas que terminan viéndose en el libro donde la recopilación de la información hizo que pueda empezar a respondérmelas.

A raíz del trabajo que hiciste en tu libro ¿Te encontraste con el fútbol como un arma de batalla contra el patriarcado?

Me parece que empieza a darse esto cuando el movimiento feminista incluye al fútbol en su agenda, creo que es difícil esta discusión fútbol femenino y fútbol feminista, compañeras como Mónica Santino, feminista y militante desde hace mucho tiempo dice: “Durante un largo período, el fútbol femenino fue para el feminismo 22 boludos que corrían atrás de una pelota”, y entonces la mujer no entraba ahí, y eso en un momento se rompió y coincide con movimientos de las futbolistas y entonces el movimiento ve un lugar donde reivindicar derechos, quizá el fútbol sea último reducto machista.

¿El fútbol está siendo menos patriarcal a partir de la lucha de las mujeres?

Si el fútbol está siendo menos patriarcal es porque hay un montón de mujeres que pelean por que esto ocurra, donde aparece un movimiento, de golpe llegan las marcas como patrocinadores y porque empieza a profesionalizarse en distintos países. No sé si hay un dominador del patriarcado en el fútbol, sí se ve que se está rompiendo una barrera a través de muchas mujeres que demuestran que el fútbol no solo es patrimonio de los varones. Existen prejuicios de que las mujeres juntas hacen quilombo, que no nos podemos juntar y creo que las barreras que se van rompiendo en el fútbol justamente porque logran romper barreras más grandes que tienen que ver con lo social. También está el disciplinamiento de los cuerpos y de cómo tenemos que ser las mujeres, como pararnos o vestirnos y en el juego del fútbol hay un montón de cuestiones que se nos prohibían como la garra o la potencia. Si antes una mujer era así se la tildaba de “machona” o “tortillera” y esas cosas se están rompiendo.

¿Qué se construye alrededor del fútbol que provoca el prejuicio con las mujeres que lo juegan?

Hay mucha resistencia todavía y es porque el fútbol es el último reducto machista donde todo está permitido. Por ejemplo la cultura del aguante, la masculinidad que produce el fútbol con el lugar que tiene en nuestra cultura popular. Hay jugadores que al lesionarse seguido son vistos como “nenas”. En el fútbol masculino hay millones de jugadores y cientos de miles de técnicos donde no hay un caso que ninguno sea homosexual ¿No es raro? Es también interesante que sea visto desde ese lugar como construcción de la masculinidad, y las mujeres aparecemos en escena también para decir: No somos solo hinchas, sino que nos gusta el juego y también buscamos construir otros códigos, otro lenguaje y otras narrativas. Por eso creo que genera mucha resistencia el fútbol femenino, porque genera eso y hay hombres y mujeres que están en esa postura conservadora que tiene que ver con los privilegios y nos ven como una amenaza, no queremos robar terreno a nadie sino tener nuestro lugar y jugar en libertad.

¿Está cambiando la difusión del fútbol femenino?

Hay falta de difusión y creo que está cambiando completamente donde se empiezan a conocer un montón de historias que se taparon durante mucho tiempo y ahora se puede ver más. El 21 de agosto se festeja el día de la jugadora de fútbol en conmemoración al partido del mundial de 1971 donde Argentina le gana 4 a 1 a Inglaterra con cuatro goles de Elba Selva y que se apruebe ese proyecto de ley fue un gran paso. Además, a ese mundial fueron 16 y hay 8 vivas y todo lo que ocurre alrededor de esa historia es una reparación histórica para estas mujeres que si hubieran sido varones serían ídolas y las tendríamos en los canales de televisión dando notas y posters en las paredes.

¿Se observan cambios en la FIFA?

Sí. La FIFA editó un libro durante el mundial sobre la historia del fútbol femenino e incluye en su relato toda esa parte donde el fútbol femenino no estuvo a cargo del organismo. Me parece un cambio muy interesante porque es reconocer primero el lugar que no se ocupó durante años y reconocer la historia de un montón de mujeres que lucharon a través del deporte y hacer ese libro es darle un marco oficial de reconocimiento a la historia por parte de la FIFA y creo que también se puede ver el cambio la actitud en este último mundial.

¿Cómo ves a futuro los cambios que quiere aplicar la FIFA en las próximas competiciones?

Creo que va en sintonía con lo que vienen planteando para desarrollar la actividad y con ello un montón de preguntas que surgen al respecto de cuando algo empieza a cambiar y su posterior puesta en práctica: qué tipo de futbolistas quiere la FIFA, qué mostrar y qué no, son algunas cuestiones. Durante el mundial, parte de la hinchada argentina que fue no pudo entrar con el pañuelo del aborto a los estadios, es un mensaje que marca que la política queda afuera, hay que ver cuál es el plan de la FIFA en ese sentido. Me parece que hay una búsqueda de transformar, creo que es más por oportunismo que por convicción pero también nosotras lo tenemos que aprovechar de transformar al fútbol femenino en una marca.

¿Las mujeres comienzan a tener lugares de decisión dentro del fútbol femenino?

Eso todavía cuesta, aunque hay signos de cambios, por ejemplo la final del mundial tuvo dos directoras técnicas eso es importante y a la vez algo que hay que abrir a que ocurra más, porque la mujer en lugares de decisión en todos los eslabones de la cadena no se solía ver y de a poco empieza a visibilizarse.

¿Y dentro del fútbol argentino?

Dentro de la AFA la mujer nunca tuvo ese lugar, nunca hubo una entrenadora mujer a cargo de la Selección y creo que está bueno hacerse la pregunta del por qué. Si es fútbol femenino y hay un montón de ex jugadoras ¿Por qué la mujer no puede ocupar esos lugares? Eso ahora se está modificando. A nivel clubes hay movimientos de hinchas y socias que se reúnen y se asocian formando agrupaciones por fuera o dentro de los clubes como Racing feminista, San Lorenzo Feminista, Huracán Feminista y empiezan a moverse y reclamar su lugar, pedir voz y participación.

¿Qué balance haces del rendimiento de la Selección en el mundial?

Hicieron un mundial histórico y quedaron a un paso de pasar de ronda con un partido polémico contra Escocia donde adicionaron 4 minutos que no se jugaron, y si eso le pasaba a la selección de varones ¡que escándalo se hubiera armado!

¿Qué análisis haces de la decisión de dejar afuera de los Panamericanos a jugadoras referentes que disputaron el mundial?

Lo veo como un escenario de conflicto que tiene que ver con una crisis de crecimiento. No tengo una postura tomada al respecto pero en ese escenario de profesionalización, de llegada de las marcas, con jugadoras que firman contratos y la intervención del mercado, afectó directamente al interior de los grupos y los proyectos. Hubo jugadoras que en este crecimiento consideraron que este cuerpo técnico había cumplido un ciclo. Desde el análisis se ve que las jugadoras ya no se callan y quieren opinar, habría que ver si era el mejor momento o no para hacerlo y qué generó eso en las que sí quedaron convocadas. Es un conflicto que incluye un montón de partes y solo se habla de jugadoras vs cuerpo técnico, pero también hay una dirigencia que podría haberse sentado a resolver el problema entre las partes y no sucedió.

También está la cuestión de quienes perciben un salario y quienes conservan sus trabajos por fuera del fútbol…

Como dijo Banini en su explicación: “Son los hombres los únicos que reciben un salario”, creo que hay situaciones que hay que contemplar. El cuerpo técnico percibe un salario, en cambio las jugadoras cobran viáticos bajos, y volvieron del mundial a sus trabajos por fuera del fútbol. Lorena Benítez volvió del mundial y se levanta las 3 am para atender su puesto en el Mercado Central, la arquera Vanina Correa, a cobrar impuestos a la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez. Creo que hay que ver qué sucede con estas ausencias, creo que la van a sentir muchísimo. Florencia Bonsegundo es una jugadora clave en el esquema por su trabajo con y sin pelota, Banini ya sabemos la clase de jugadora que es, tuvo altibajos en el mundial pero de una calidad enorme y Ruth Bravo, una jugadoraza en el mediocampo, creo que lo va a sentir y hay que ver que pasa después del torneo, esta es la última competición del calendario y el contrato de Borrello vence en diciembre pero él dice que ya está trabajando en el próximo mundial, no queda claro que sea así.

¿Cómo ves el rol de la AFA actualmente donde parece hacer omisión a ciertas situaciones pero aparece en otras como en la profesionalización?

No podemos desconocer los avances y sería hacer un análisis injusto, la AFA generó partidos, se sumaron sponsors para viajar a disputar el mundial y las jugadoras tuvieron ropa por primera vez que hicieron directamente para ellas las marcas y se dejó de usar la ropa que descartaban los varones. Me parece que se trabajó de otra forma y que el proyecto de profesionalización, que en realidad es una semiprofesionalización, se puso en marcha bajo esta gestión. El proyecto en general lo acercó Matías Lammens y un grupo de jugadoras y eso quedó oculto. Pero no se puede desconocer que esta gestión ejecutó el reclamo de la profesionalización, que con grises, la historia va a quedar como que Claudio “Chiqui” Tapia fue quien hizo que el fútbol femenino sea profesional.

Pero a la vez hay un montón de grises y cosas a mejorar y el rol de la dirigencia también como por ejemplo el apoyo al entrenador en el caso de los Panamericanos o que el profesionalismo no es tal y que está muy sujeto a la decisión de los clubes, por eso digo que actualmente es semiprofesional.

Todavía no hay novedades de la Copa Argentina que se dijo que se iba a hacer, o actualmente con la llegada a la liga del fútbol femenino de Rosario Central, donde le dieron el lugar y se lo quitaron a la UBA donde se notificó a través de los medios de comunicación, y la dirigencia no hace nada al respecto con un equipo que hace 7 años participa del torneo, no queda claro si fue a dedo, si fue consensuado o qué. Hay mucho para mejorar, es fácil decir que se quiere la igualdad de género pero cuando la tenés que concretar con los hechos es más complejo. Si son mismas oportunidades no está sucediendo, aunque hay mejoras y son innegables.