¿Qué es un club? Un club es eso que vemos en Alumni Azuleño. ¿Y para qué sirve un club? Para hacer lo que hizo Alumni Azuleño.
Alejandro Wall @alejwall
Martes 9 de enero de 2018 01:05
Cuando ya se terminaba 2017, el Gobierno nacional anunció el cierre de Fabricaciones Militares de Azul, una ciudad ubicada en la región central de la provincia de Buenos Aires. El ajuste implica el despido de 270 trabajadores, que desde entonces llevan adelante un plan de lucha con cortes, acampe y movilizaciones, en las que participaron miles de personas. Esa solidaridad popular también incluyó a Alumni Azuleño, uno de los clubes de la ciudad, que anunció becas para las hijas y los hijos de las familias que quedaron en la calle. La misma decisión tomaron las comisiones directivas de Azul Rugby Club y Chacarita de Azul.
La Comision Directiva del Club Alumni Azuleño informa a las Familias de los Trabajadores de Fanazul que, a raiz de los lamentables sucesos de Publico Conocimiento, ha decidido BECAR a los Todos sus Niños/Jovenes que concurren realizar distintas actividades en el Club.
— Club Alumni Azuleño (@AlumniAzuleno) 3 de enero de 2018
El caso de Azul, la vinculación de sus clubes con la comunidad, es ejemplificador. Desde que llegó a la Casa Rosada, Mauricio Macri intenta avanzar con su plan de sociedades anómimas, una obsesión que arrastra desde antes de ser presidente de Boca, cuando en 1993 quiso quedarse con Deportivo Español a cambio de 15 millones de dólares. Tenía todo cerrado con Francisco Ríos Seoane, el presidente del club. Una asamblea de 2000 socios le frenó el negocio. Macri insistiría un tiempo después con modificar el modelo de clubes argentinos. Aunque manejaba Boca como una empresa, con un Fondo Común de Inversión que cotizaba en la Bolsa de Comerción, no le alcanzaba para sus objetivos. Un proyecto de Sociedades Anónimas Deportivas había entrado al Congreso por el entonces diputado Daniel Scioli. Macri empujaba desde adentro del fútbol. Se acercaba el ocaso del menemismo. En julio de 1999, la AFA rechazó su proyecto en Ezeiza, una derrota por 38-1 que el actual presidente todavía recuerda.
Después de varios intentos en estos dos años, incluso con una fallida modificación al estatuto de la AFA, el Gobierno volverá al ruedo este año, con un proyecto de ley que se discutirá en el Congreso una vez que se inauguren las sesiones ordinarias. El sitio Doble Amarilla, con buena información alrededor de la política y el fútbol, contó el mes pasado que el presidente no descarta utilizar la vía del decreto en caso de que se empaste el debate parlamentario. Cómo pasará el filtro de AFA será otra cuestión. El estatuto todavía excluye otras formas jurídicas que no sean las de las asociaciones civiles sin fines de lucro.
Lo que se juega en el fondo es un modelo. Y es probable que no empiece por los clubes más grandes, sino que se experimente con los más pequeños. Real Pilar, el club que preside César Mansilla, ex asesor de imagen de Macri, amigo de Daniel Angelici y con pasado de gerenciador en Fenix, también es un globo de ensayo. Se trata del primer club afiliado a la AFA después de cuarenta años. Goza de un privilegio que no tuvieron otros clubes con más historia: sin pasado, fundado en febrero del año pasado, Real Pilar compite en la Primera D.
Por eso, en ese debate sobre el modelo, entra la historia de Alumni Azuleño, que el 12 de marzo va a cumplir 105 años. El 3 de enero, el club anunció en su cuenta de Twitter: “La Comisión Directiva del Club Alumni Azuleño informa a las Familias de los Trabajadores de Fanazul que, a raíz de los lamentables sucesos de Público Conocimiento, ha decidido BECAR a Todos sus Niños/Jóvenes que concurran a realizar actividades en el Club”. Lo que expuso la medida, lo que termina por mostrar, es la función que cumplen los clubes en la comunidad, su importancia para los sectores populares más allá de lo que suceda en la cancha. El fútbol es mucho más que la vuelta de Carlos Tevez y la contratación de Lucas Pratto.
Alumni Azuleño compite con su camiseta negra y blanca en la Liga Azuleña de Fútbol. De ahí salió el delantero Roberto Nanni. Más de 400 chicos utilizan sus instalaciones para realizar diferentes deportes, aunque las principales actividades son el fútbol y el hockey. El presidente del club es Jorge Ridao, profesor de educación física ya jubilado. “Detrás de todas estas medidas hay seres humanos. No es un tema netamente económico, pero seguramente va a afectar a la población de Azul. Al margen de esto, nos importan los seres humanos que hay detrás de esta medida atroz. Y tomamos la decisión de acompañar de esta manera, modestamente. Creo que lo vamos a extender a aquellos chicos que se quieran incorporar hasta que los padres solucionen este problema”, le dijo Ridao al programa radial La Voz del Estadio.
Como todo club, Alumni también necesita de socios con la cuota al día para financiarse. Extender las becas a nuevos chicos y chicas, que puedan ingresar podría afectar la tesorería. Ahí, en ese punto, está todo, la forma de mirar qué es un club, donde la buena gestión no queda en que cierren los números. “El club está muy equilibrado, con todas sus obligaciones al día. Pero como en todas las instituciones tenés que hacer socios que paguen el arancel. Eso lo vamos a solucionar porque esto es una caricia que estamos dando”, contó Rindao.
La solidaridad no sólo es de Alumni. También se extendió desde Azul Rugby Club, con una medida similar. Y Chacarita de Azul. “Nosotros estamos haciendo lo mismo con los hijos de las familias despedidas. Están ingresando gratis a la pileta del club y cuando comiencen las actividades serán becados”, le anunció a Infocielo el vicepresidente de Chacarita, Nahuel Gangoiti. “Hay otros clubes de Azul que se van a ir sumando. Entre todos podemos dar una ayuda”, agregó Ridao.
Alumni tiene una tradición solidaria, con actividades de apoyo a comedores escolares y hogares. Ahora, abraza la pelea de la clase trabajadora. Mientras en Fanazul se mantiene el plan de lucha contra los despidos, los clubes demuestran para qué están y lo vital que resulta un modelo alejado del mercantilismo. Cuando el año pasado asumió la presidencia, Ridao le dijo al diario local El Tiempo que profundizarían ese perfil. “Hay que respetar los valores y principios que tiene el club”. Las familias de Fanazul lo agradecen.