Aprovechando la conmemoración del día internacional de la mujer, la Presidenta Michelle Bachelet anunció la creación oficial del Ministerio de la Mujer que reemplazará al Sernam (Servicio Nacional de la Mujer), y que será comandado por Claudia Pascual. La oficialización del proyecto fue posterior a la multitudinaria marcha por el 8 de marzo, donde variadas organizaciones feministas hicieron duras críticas a la agenda de género del Gobierno.
Lunes 9 de marzo de 2015
Durante la conmemoración del día internacional de la mujer, Michelle Bachelet junto a la actual ministra del Sernam, Claudia Pascual (Partido Comunista), oficializó la creación del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género. La nueva institución que será dirigida por Pascual, comenzará a funcionar inmediatamente y se espera que en marzo del próximo año todas sus oficinas estén funcionando.
Bachelet se refirió a la importancia de este nuevo Ministerio, planteando que “cuando decimos más poder para la mujer, decimos también más oportunidades para sus hijos, más bienestar para sus familias, más ingresos para sus hogares, más justicia en la pareja, más equidad la comunidad. La equidad ayuda a mejorar la vida de la familia entera”.
En relación al Proyecto de Ley sobre la despenalización del aborto sólo en tres casos, la Presidenta manifestó que espera que el Parlamento lo apruebe, y que este “estipula circunstancias extremas en las que esta decisión debe ser una posibilidad para la mujer: cuando esté en peligro la vida de la madre, cuando el feto no pueda sobrevivir después del parto y cuando el embarazo sea producto de una violación”.
La otra cara del 8 de marzo y las críticas hacia el Gobierno
La masiva marcha realizada el viernes 6 de marzo y convocada por la Coordinadora 8 de marzo, fue presidida por variadas organizaciones feministas como Pan y Rosas, agrupación de mujeres trabajadoras y estudiantes; Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres; Articulación Feminista, Anamuri, Articulación Feminista por la Libertad de Decidir, Coordinadora Autónoma contra la Violencia, entre otras. La consigna oficial de este organismo fue “por un 8 de marzo sin abortos clandestinos”.
La mayoría de estas agrupaciones concuerda en que la propuesta del Gobierno, en materia de género, es totalmente insuficiente y no da respuesta a las demandas centrales de las mujeres trabajadoras, estudiantes y de los sectores más precarizados, como es el caso de la discusión sobre la despenalización y legalización del aborto. En este sentido, la organización Pan y Rosas manifiesta en su sitio web oficial que el aborto es un derecho fundamental para todas las mujeres, el cual debe ser totalmente libre, legal, gratuito y seguro, y que el Estado debe garantizarlo. Además, agregan que “debe ser permitido en todos los casos”, sin restricciones como lo propone el Gobierno, ya que las causales planteadas por el Proyecto de Ley no dar respuesta a los miles de abortos clandestinos que se realizan cada año, donde “son las mujeres pobres y trabajadoras las que deben pagar las consecuencias, tanto con la muerte como con secuelas o penas de cárcel”.
Brisa Gálvez, dirigenta del Hospital Barros Lucos, quien también asistió a la marcha del viernes 6 fue crítica a las políticas que impulsa el Estado y los empresarios, y que terminan perjudicando a las mujeres trabajadoras. “La maternidad, a nivel público y privado sigue siendo un problema para los empresarios y el Estado porque ven a las mujeres embarazadas como un cacho y no dan soluciones para quienes somos mujeres y trabajadoras”, agregando que “en nuestros trabajos nos pagan menos por ser mujeres, ya que seguimos estando en una sociedad tremendamente machista, donde tenemos que andar pidiendo autorización para hacernos un aborto, lo que debería ser libre porque son nuestros cuerpos”.