Este domingo, mientras las principales autoridades del gobierno estaban reunidas para discutir medidas frente a la pandemia de COVID-19 que azota al mundo entero, miles de personas aprovechaban su día libre para abarrotarse de mercadería ante una eventual cuarentena.
Lunes 16 de marzo de 2020
“Paremos la Argentina por 10 días y quedémonos en nuestras casas”. Con esta recomendación del Presidente Alberto Fernandez, la mayoría de la población arrancó el día.
El acto reflejo de miles de familias trabajadores en Bahía Blanca fue agolparse en los supermercados en busca de víveres para sobrellevar una eventual e incierta cuarentena que los medios de comunicación se encargaron de vaticinar durante todo el día.Como es sabido, las medidas adoptadas por el gobierno, y finalmente anunciadas a la población en la tarde noche, fueron en otro sentido. No cierran escuelas, ni fábricas, ni oficinas, ni dependencias.
Los grandes ganadores de esta jornada fueron los dueños de super e hipermercados. Carros llenos, largas colas para entrar y góndolas vacías. Una gran jornada de ventas a costa de la desinformación, los discuros ambiguos y la superexplotación de empleadas y empleados de comercio que no dieron a basto. Sin ir mas lejos, la sucursal local de la cadena Wallmart cerró sus puertas debido a que agotó la mercadería. Se estima que la recaudación de algunos hipermercados superó la de días de promoción de populares tarjetas bancarias y la de días inmediatamente anteriores a fiestas navideñas.
Cajeras, repositores, empleadas y empleados de atención personalizada, personal de limpieza, auxiliares, estuvieron largas horas expuestos a miles de personas, cantidades enormes de dinero, ambientes con poca ventilación e higiene, y con tanto trabajo que en algunos casos no podían dejar su puesto para higienizarse. Una pregunta recurrente en los puntos de venta y abastecimiento fue: ¿y a nosotros quien nos cuida?
La Izquierda Diario dialogó con una trabajadora de un reconocido hipermercado local (por cuestiones de resguardo no revelaremos su nombre ni la sucursal donde trabaja) que nos comentó como fue sobrevivir a este día de trabajo tan duro y con sobre exposición al contagio.
"Fue un caos. Ya desde el viernes. Ayer se desmadró todo. Llevaban cualquier cosa."
Ante la pregunta sobre qué medidas se habían dispuesto desde la gerencia y encargados de salón, la respuesta fue: "No decian nada. Alcohol en gel en cada sector. ´Ojo que hay mucha gente´ dijo la primera encargada"
[...] "si alguno presentara fiebre, o algun sintoma te mandan al servicio medico, pero no mucho mas."
"Tengo un compañero de media jornada que estuvo muy mal con bronquitis. Esta semana le pidieron ir a trabajar para cubrir a gente que falta x otras cuestiones. Y el flaco necesita generar ingresos. Asi q va..."
Sobre el desabastecimiento y la falta de productos de primera necesidad para el higiene personal y hogareño, expresaba: "Quedaron peladas las gondolas de alcohol en gel, jabones, limpieza en general, papel higiénico, fideos, arroz, aceite, lácteos y perecederos. Los chicos no podian reponer por el tumulto. Dejaban la carreta y la gente se servía de ahi. Carnicería atendió hasta 21:50. Lleno todo el día. Lo complicado es q falta personal. Y eso nos hace trabajar a cada uno por dos o tres"
¿Por que crees que se llega a esta situación? le preguntamos: "Alguna que otra persona dió a entender que los supermercados cerraban a partir del lunes, y por eso la genté se enloqueció y vino masivamente a abastecerse. Cuando nos preguntaban y respondíamos que hasta el momento no había cierres anunciados, no nos creían. Esta mañana, luego de los anuncios del gobierno anoche, la situación acá no cambió. Sigue habiendo mucha gente comprando y poco stock de artículos esenciales. Hay mucha incertidumbre y paranoia" nos dice.
También conversamos sobre el rol del sindicato, que debería ponerse al frente de resguardar la salud y las condiciones de trabajo del personal en momentos tan críticos. Al respecto, nos comentaba que "Nadie del sindicato se hizo presente. A última hora, algunas cajeras, saturadas,discutieron con el delegado ya que le plantearon una serie de problemas que estaban teniendo y él literalmente se les rió en la cara. Le preguntaron quién iba a defender a las cajeras que están a 20 cm del cliente, manejando billetes sin poder higienizarse, y en algunos casos hasta bancandose que la gente tosa o estornude a poca distancia. La respuesta del delegado fue tomarselo con humor y reírse de los planteos. Supuestamente, desde el Sindicato iban a encargarse de que se cumplan ciertas normas. Hoy aparecieron unos papeles en los sectores con esas normas, pero vos las lees y parece que quien redactó eso nunca en su vida fue empleado de comercio, parece una tomada de pelo. Hoy leí la nota de Aolita [NdE: Secretario Gral. de AEC Bahía Blanca] y dice que los empleados que presenten enfermedades preexistentes tienen derecho a quedarse en sus casas, pero como te digo, ayer la gente que tiene problemas pulmonares está trabajando igual, y eso es una locura. Si vos tenes problemas respiratorios hay que priorizar la salud."
Para cerrar, nos dejaba la siguiente reflexión: "Yo se que no me voy a enfermar pero digo... a nosotros quien nos cuida? A las cajeras? Manejando mucha plata y teniendo al asociado a menos de 50 cm? Cajeras embarazadas con una jornada de 12 hs? Una de mis compañeras es asmática, consultó en qué situación estaba ella y le dijeron que si presentaba sintomas de coronavirus faltara. O sea, cuando ya esté enferma, cuando ya hubiera contagiado. Insólito"
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Hora a hora se hace más evidente que las medidas, anuncios y recomendaciones sin un plan de conjunto para frenar la pandemia y resguardar la vida de la población, no solo son insuficientes sino que descargan todo el peso de la desinformación y caos sobre las espaldas de la clase trabajadora, como pasa también en las escuelas, donde pese a la suspensión de clases, las y los docentes y auxiliares tienen que seguir acudiendo a las escuelas.
Desde estas páginas proponemos medidas urgentes para que los grandes empresarios que siempre se beneficiaron con los ajustes en la salud pública y en la precarización del trabajo, llevados adelante por los gobiernos, estados y partidos a su servicio, sean los que paguen los costos de esta crisis. Son banderas de lucha para la organización de los trabajadores, las mujeres y la juventud. A grandes crisis, grandes soluciones.