Represión en Villa Libre, un operativo policial y militar desmesurado. Como resultado de las políticas del gobierno de Héctor Gay y del gobierno nacional, 104 detenidos en Bahía Blanca. ¿Cuál es el plan para la salud pública?
Domingo 22 de marzo de 2020
Foto: La Brújula
Desde el día viernes a las 00 la población Argentina atraviesa el aislamiento preventivo obligatorio. Nadie puede salir a la calle sino está exento bajo alguno de los puntos que figuran en el decreto presidencial. Para efectivizar esta medida, el gobierno nacional estableció abruptos controles policiales y de las fuerzas armadas en todo el país. En Bahía Blanca ya se realizaron más de 104 detenciones, así lo anunció el secretario de Gobierno Adrián Jouglard. La gran mayoría de los casos se trata de jóvenes de los barrios.
Pero, ciertamente, esta medida contrasta notoriamente con las medidas sanitarias. Mientras se financia a las fuerzas represivas con mayores recursos, como la utilización de helicópteros, patrulleros y mayor cantidad de efectivos recorriendo la ciudad, poco es lo que se hace con respecto al sistema de salud público. Al día de la fecha, se llevan a cabo entre 180 y 220 test diarios en todo el país.
Cuando se sabe que para frenar el contagio se debería encontrar rápidamente los focos de infección. Esto solo se puede conseguir si se implementa un plan masivo de testeo. Alemania y Corea del Sur lo demuestran. En este último, con una población similar a la Argentina, se realizan 20.000 pruebas por día, frenando así el avance del contagio mediante un aislamiento selectivo mucho más eficaz.
La política de mayor control en las calles, sólo refuerza al aparato represivo, dándole mayor poder de fuego a unas fuerzas que, como es de público conocimiento, tienen en sus estadísticas matar a un pibe cada 23 horas por gatillo fácil y represión.
En el día de ayer, en el barrio Villa Libre (Lainez al 2100), una familia y vecinos del lugar vivieron el amedrentamiento de efectivos policiales que incluyó disparos de balas de goma, rupturas del edificio familiar, la detención del matrimonio y la vigilancia de les 3 hijes de la familia por parte de Guardia Social del municipio. Una brutalidad desmedida y fuera de control, como afirman los testigos que vieron la situación.
Pero esto no es casual, los barrios de la periferia, y la juventud en particular, son los sectores más vulnerables, los que viven todos los días la persecución de la gorra, y la política represiva del intendente Héctor Gay. Nuestra ciudad tiene en su historial más de 20 casos de gatillo fácil y represión desde la vuelta a la democracia. Reforzar el control policial sólo expondrá en un mayor nivel a estos sectores a vivir situaciones como las del día de ayer. Situaciones similares o más graves aún se viven en distintos lugares del país como en Salta contra la comunidad wichi, Jujuy o La Plata.
Ante esta crisis sanitaria la respuesta de la municipalidad fue realizar un enorme despliegue de las fuerzas represivas: en las calles se puede ver operativos de Prefectura Naval Argentina, policías de la federal, gendarmería, caballería, incluso del GAD. Pero de hacer una fuerte inversión en un plan integral de salud, con test masivos de detección del coronavirus, con una fuerte inversión en los recursos sanitarios: respiradores, camas, barbijos, guantes, etc., ni noticias.
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Se debe centralizar todo el sistema público y privado de salud bajo control de los trabajadores. Si se tomara esta medida, aumentaría la capacidad del sistema de salud en un 50%. Que el aislamiento social sea en base a un desarrollo selectivo y científico de todas aquellas personas con o sin síntomas que hayan contraído el coronavirus. A su vez desarrollar planes de alimentación integral para todas las personas que de manera preventiva deban quedarse en sus casas.