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Red Internacional
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LGBTI - BAHÍA BLANCA. Bahía Blanca: la prensa y el gobierno PRO contra las fiestas LGTBI

El diario digital Labrújula24 se pone a tono con la política nacional y provincial de “guerra con el narcotráfico”, con el plus local de la estigmatización de la comunidad LGTBI.

Viernes 16 de septiembre de 2016

La Noticia y los hechos

En su nota del Miércoles 14 este medio expone que “un vecino se acercó en las últimas horas a la Municipalidad para formalizar su inquietud frente a las autoridades, asegurando que le consta la presencia de droga, sexo y menores en un boliche de la ciudad.” Y agrega un poco más abajo en su nota: “En este lugar, el comprometido habitante bahiense confirmó que ’ofrecen drogas de todo tipo, presencia de menores de edad y un túnel oscuro habilitado para tener relaciones sexuales’, según consta en la causa a la que tuvo acceso exclusivo LA BRÚJULA 24.”

La Nueva Provincia en cambio se expresa de una forma más escueta sobre la denuncia, alegando que el boliche fue registrado por una denuncia de presunta venta de drogas y clausurado por otra irregularidad.

La denuncia fue dirigida al complejo bailable donde se celebraba el único espacio actualmente existente de fiesta LGTBI en la ciudad. Y se pliega también al encubrimiento del verdadero negocio del narcotráfico, del que participan ampliamente funcionarios y las fuerzas represivas, como ya quedó demostrado en el caso Suris.

Lo que ni La brújula ni La Nueva Provincia cuentan son los múltiples mensajes de texto amenazantes que recibieron diferentes concurrentes de la fiesta, que decían que iban a mandar “a todos” para que "se pudra" por "menores y drogas", como expresan los organizadores de la Disturbia en su espacio de Facebook.

De hecho en la fiesta se pidió documento durante toda la noche para impedir la entrada de menores, puesto que ya existían amenazas sobre posibles denuncias. Incluso cuando la municipalidad registró el lugar durante la noche del sábado, se debió mudar la fiesta a otra parte del complejo que estaba habilitaba como boliche bailable, ya que al no encontrar ni menores ni sexo ni drogas se decidió clausurar el espacio de la fiesta porque éste estaba habilitado como pub.

La verdad detrás de la mentira.

No es extraña esta tónica de los medios de Bahía Blanca, donde las policías locales patrullan libremente en los secundarios, donde chicos como Guliano Gallo son asesinados en su propia casa por la policía, donde el caso de Alejandra Galicio (trans asesinada hace 11 años) sigue impune.

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Los medios locales no tienen ningún inconveniente en estigmatizar a las personas disidentes de la heteronorma, transformando discursivamente la fiesta en un oscuro antro donde se ofrecen drogas de todo tipo, presencia de menores de edad y un túnel oscuro “para tener relaciones sexuales”.

La brújula y La Nueva (célebre por su complicidad y defensa de la dictadura genocida) ya habían realizado este año una vergonzante campaña de criminalización de Micaela Ortega ante su desaparición y femicidio.

Bahía Blanca es una ciudad con una fuerte moral reaccionaria, sostenida y propagandizada por los medios, la iglesia y también por parte del intendente del PRO y sus funcionarios en múltiples ocasiones: contra el matrimonio igualitario, durante la búsqueda de Micaela y en discursos setentistas con claro contenido “antisubversivo”.

La juventud repetidamente es objeto de la más brutal violencia policial y criminalización, como en el caso de la golpiza a la cofradía cannábica. En este contexto son muy pocos los espacios donde se puede expresar algo que se salga de esta moral conservadora.

Es innegable que este sólo es un intento más de la derecha bahiense para criminalizar a la juventud y a la comunidad LGTBI. Estas operaciones ideológicas dan vía libre a los ataques que vienen sufriendo diferentes referentes LGTBI como fue el caso de Gonzalo Valverde, jóven gay agredido en Córdoba y Máxima Fernández candidata trasngénero por el PTS en el Frente de Izquierda en Zárate. Queda demostrado una vez más que a pesar de las leyes de matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, la igualdad ante la ley no es igualdad ante la vida.