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Red Internacional
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DESPIDOS - BAHÍA BLANCA. Bahía Blanca: trabajadores de Eliçabe toman la planta ante la amenaza de 200 despidos

Se trata de la ex Petrobras que pasó a manos de Pampa Energía. En respuesta a una nueva amenaza de despidos los trabajadores tomaron la planta de Loma Paraguaya.

Viernes 6 de julio de 2018

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Se trata de la planta de Loma Paraguaya, la ex Petrobras que pasó a manos de Pampa Energía. Quien tomó la decisión es la nueva dueña de la firma, Puma Energy, que dejaría sin trabajo a 200 familias bahienses. “Van llamando de a uno, hasta por teléfono un caso tenemos, nos vamos enterando ahora” dijo Damián Duarte, delegado de la planta a La Izquierda Diario. Se encuentran bloqueados los portones para que no ingresen ni salgan camiones de carga y de descarga. Esta medida se mantendrá de forma indefinida hasta que la empresa dé una respuesta favorable ante la exigencia de los trabajadores.

Gobierno de los ricos, miseria para los trabajadores

El día de hoy comenzó convulsionado.

Los medios de comunicación reflejaban la situación que están atravesando los trabajadores de la refinería de Eliçaba. La imagen que se hizo conocida en los medios locales muestra a cientos de trabajadores bloqueando los portones, con piquetes en cada entrada y salida de la planta. La solidaridad no se hizo esperar y varias organizaciones se hicieron presentes, junto a docentes y estudiantes.

Todo parece indicar que la patronal esta en un proceso de reestructuración. La perspectiva de Puma Energy, empresa holandesa que compró la firma, es sacar la refinería ya que no les conviene comprar el crudo para refinar, sacándose de encima a los trabajadores y dicho sector de la planta, dejando 200 familias en la calle. El plan de “optimización” sería traer desde otros puntos del país el petróleo refinado. En principio lo que sería un despido masivo de 200 trabajadores puede transformarse en algo más grande, ya que por cada petrolero la empresa emplea a 7 trabajadores más que trabajan en la parte de comedores y limpieza, por ejemplo.

Fabián, trabajador de la planta contó a La Brújula que trabaja allí desde los 18 años, actualmente tiene 50 años. Él se siente defraudado, apostó por el cambio votando al gobierno de turno y es ahora a quien hace responsable de lo que está sucediendo “es una vergüenza lo que está pasando” aseguró. Muchos de los trabajadores también están pagando el crédito hipotecario que con las nuevas medidas del Banco Central Argentino se fue por las nubes. “Esto termina en un paro general en todo el país, porque también está parando a otras refinerías y esto si sigue va a haber un paro nacional en todo el país, paro de los petroleros, y ahí se van a acoplar camioneros”.

A esto se le sumó el ataque de Vidal a los docentes que por la mañana fueron a cobrar su sueldo y notaron que no se habían realizado los pagos del mes correspondiente. Sumado a la exigencia de distintas agrupaciones de izquierda, todos los sindicatos docentes convocaron el cese de tareas a partir del mediodía, sin asistencia a los lugares de trabajo. La gobernadora se excusó de que esto se debía a un error técnico del departamento de liquidaciones de La Plata, cuando en realidad se trata de un salto en el ataque a la educación pública.

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Como continuidad de la política que viene llevando adelante Cambiemos a nivel nacional, el cinismo de los gobernantes locales no tiene límites. El mismo Héctor Gay, intendente de Bahía Blanca, reconocido por su abultada dieta, tomó la decisión de aumentarse nuevamente sus ingresos, ahora pasaría a percibir $343.000. El ataque que se descarga sobre las y los trabajadores viene acompañado de una serie de medidas de empeoramiento de las condiciones de vida de las mayorías populares; comienzan a llegar las primeras boletas con el aumento de luz y el agua, mientras las autoridades locales anuncian un nuevo aumento del boleto de transporte.

Ante cada nuevo ataque se vuelve más urgente un verdadero plan de lucha por parte de las centrales sindicales para tirar abajo esta política de ajuste, de acuerdo con el FMI y de pago de la deuda externa a costa de peores condiciones de vida de las mayorías, para que la crisis la paguen los que la generaron y no quienes producen las riquezas.