La propuesta del Ministerio de igualdad para fijar por ley el derecho a la baja por regla dolorosa está generando un gran debate. Desde la derecha, sectores del PSOE, las patronales y UGT se han pronunciado en contra. ¿Por qué tanto alboroto?
Viernes 13 de mayo de 2022
Bastó que se conociera la propuesta de Irene Montero para legislar el derecho a una baja temporal de hasta 3 días por menstruación dolorosa para que estallara el debate público. Ahora las redes sociales están llenas de opinólogos acerca del ciclo menstrual y el dolor que padecen, o no, las mujeres. ¿Pero qué hay detrás de tanto ruido?
Digamos la verdad: la menstruación nunca ha sido para la mayoría de las mujeres nada parecido a los avisos de TV. Allí se ven mujeres sonrientes, vistiendo pantalones blancos y bailando coreografías insólitas durante “esos días” (¿por qué motivo bailan?). Más bien, muchísimas mujeres atraviesan en un momento u otro de su vida períodos menstruales dolorosos o incluso muy dolorosos que incapacitan para realizar tareas laborales. Para muchas otras, esto es recurrente, con dolores crónicos que pueden estar asociados también a malestares como migrañas, náuseas, sudores o incluso fiebre. Pero todos estos dolores y molestias están naturalizadas como “cosas de mujeres”. Y si tienes que ir a currar, pues te tomas un ibuprofeno y a bailar, chica.
La propuesta de ley para poder solicitar la baja por regla dolorosa cuenta con un amplio apoyo entre la población femenina, evidentemente. Porque se estaría reconociendo lo que en la vida diaria de millones de mujeres es una realidad constante. Y sin embargo, como era de esperarse, ha despertado una ferviente oposición entre las patronales. Empresas que imponen largas jornadas laborales u horarios flexibles no quieren perder ni un minuto de ese tiempo durante el que explotan a sus trabajadoras. Y si les duele, que se aguanten, que no sean quejicas. Detrás de la CEOE y en rechazo a este derecho han salido a coro VOX, el PP e incluso sectores del gobierno del PSOE, con Nadia Calviño a la cabeza, también UGT.
Para la vicepresidenta primera, establecer por ley este derecho puede “estigmatizar a las trabajadoras”, sugiriendo que no serán contratadas por este motivo. En el mismo sentido han sido las reacciones de UGT. Otros han sido menos sutiles, advirtiendo que las trabajadoras se iban inventar los dolores para faltar al trabajo. ¡Vaya argumento! Con esa lógica, tampoco debería haber derecho a la baja por enfermedad porque muchos trabajadores se pueden “inventar” las enfermedades…
La realidad es que la mayoría de las mujeres se ven obligadas a concurrir al trabajo con fuertes dolores, o a faltar, pero sin poder justificar adecuadamente esa ausencia. Por eso, es un derecho básico que las mujeres cuenten con esa baja por regla dolorosa, que no debería tener como condición un control médico para implementarse y deberían ser pagas al 100%. También está claro que para que este derecho pueda hacerse efectivo, hay que terminar con la precariedad, la temporalidad y las externalizaciones, que afectan especialmente a las mujeres trabajadoras. Porque aquellas trabajadoras temporales o precarias saben muy bien que, aunque cuenten con ese derecho en los papeles, pueden ser despedidas incluso cuando se toman bajas por enfermedad.
Desde el movimiento feminista será necesario retomar la movilización junto a sindicatos combativos para imponer este derecho y muchos otros, para terminar con la precariedad y la temporalidad del trabajo feminizado y acabar con la brecha salarial de género, entre otras demandas urgentes.