×
×
Red Internacional
lid bot

37 Encuentro de Mujeres y Diversidad Sexual. Bajo el gobierno de Milei la pobreza más que nunca tiene cara de mujer

En los últimos meses diversos estudios y encuestas dan cuenta de la profundización del ajuste a trabajadores y jubilados. Las mujeres aparecen como las más perjudicadas, por las políticas del gobierno de Javier Milei y el mandato del FMI.

Martes 8 de octubre 11:05

PH: Ramiro Pereyra / Archivo

En pocos días, Jujuy, será sede del encuentro plurinacional de mujeres y disidencias, donde miles de mujeres se van a encontrar para discutir cómo organizarse para enfrentar el ajuste en curso de Milei y los gobernadores. En un contexto actual, donde incluso sectores de la oposición, plantean que ya no es momento de hablar de los derechos de las mujeres, que el feminismo ya no es prioridad, contraponiendo la discusión de pobreza, resulta necesario volver a explicar, que más que nunca, la pobreza tiene cara de mujer.

El ataque de Milei contra los trabajadores, jubilados y sectores populares recae mayormente en las mujeres. La feminización de la pobreza no es un concepto vacío, ni quedó obsoleto. En Argentina, las cifras que expresan la situación de la población femenina, son alarmantes. El primer semestre del 2024, comparado al anterior año, dejó como resultante un crecimiento de la desocupación en mujeres que ya trepa el 8.4%, más allá de que la desocupación golpeó a todos, la feminización de las tareas domésticas y de cuidado se refleja en que los indicadores sean, siempre, peores para las trabajadoras. Así como también, muchas incrementaron sus actividades producto de la crisis económica, es que ya no alcanza para vivir un sólo trabajo, a veces tampoco tener dos o tres.

Para las mujeres de entre 30 y 65 años observamos un aumento de la tasa de actividad interanual de 70,8% a 72,3%, mientras que la actividad directamente se contrae para los varones. Aunque Milei lo niegue, la brecha salarial existe: los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) expresaron una caída real del 20,2% en el ingreso laboral de las mujeres, con un salario promedio de $310.100, mientras que los varones enfrentan una disminución real del 20,3% cobrando $429.700 en promedio. Las mujeres siguen siendo la mano de obra barata de los capitalistas y ocupan la mayoría de los trabajos informales. Un 37,2% de las asalariadas no presentan aporte jubilatorio. A su vez, el servicio doméstico de casas particulares -la actividad con mayor feminización de toda la economía con un 96.7% mujeres- es el rubro con mayor informalidad, siendo así un 75% quienes no reciben aguinaldo, vacaciones pagas, días pagos por enfermedad, obra social, ni aportes jubilatorios.

Frente a las jubilaciones la situación es muy parecida: las mujeres jubiladas recibieron un promedio de $178.000 mensuales frente a los $216.000 de los varones, lo que evidencia la existencia de una brecha del 17,6% en contraste con el 4,4% registrado en el primer trimestre de 2023. Las mujeres son mayoría entre quienes perciben la jubilación mínima, en tanto el 85,4% de las mujeres jubiladas pudo acceder a su jubilación mediante la moratoria previsional.

Y si hablamos de deudas, la situación también es más compleja para las mujeres. Según la encuesta de endeudamiento de hogares inquilinos el 70% de los hogares monoparentales tienen deudas, el 38% de quienes tienen deuda es para pagar alimentos. Esta situación nacional en algunas localidades es aún más compleja, como revela el Instituto de investigación social económica y política ciudadana de Rosario, dónde el 50% de las mujeres encuestadas adquiere deuda para pagar alimentos y el 40% sumó actividades para poder llegar a cubrir gastos. El 74% tiene a cargo el cuidado de personas como niñes, adultas mayores, o personas con discapacidades.

Por eso, resulta llamativo cuando algunos sectores dentro del peronismo dicen que no es momento de hablar de las demandas de las mujeres o de feminismo, cuando el problema central que tiene nuestro país es el hambre. Sin embargo, ese análisis tan llano borra de plano que quiénes vienen siendo más perjudicadas son las mujeres desocupadas, trabajadoras y jubiladas. Y si, la pobreza también tiene rostro de mujer. Sin embargo, frente a estas cifras alarmantes que no dejan de crecer, no plantean salidas de fondo. Las centrales sindicales que conducen se encuentran totalmente paralizadas, y frente a cada robo a los trabajadores o ataque a las jubilaciones, no hacen nada. Menos aún ponen en discusión la sangría que significa cada pago a la deuda con el FMI. El gobierno de Alberto Fernández destinó unos 33.000 millones de dólares al pago de la deuda al FMI, y el gobierno actual lleva pagados unos 13.000 millones de dólares.

En este nuevo encuentro plurinacional de mujeres y diversidades sexuales, está al órden del día apoyar cada pelea que dan las mujeres contra el ajuste como hacen las mujeres de Aerolíneas Argentinas o las mujeres piqueteras contra los ataques del gobierno. Como también hacen las jubiladas, que no las asustan las represiones de Bullrich y no abandonan las calles contra Milei y los radicales que les vetaron un aumento mínimo. Pero para enfrentar todos los ataques y terminar con la pobreza, la desocupación y la miseria, hay que romper con el FMI y dejar de pagar la odiosa deuda externa.


Jazmín Levi

Periodista. Miembro del CeProDH

X