Viernes 19 de septiembre de 2014
Dos artistas desataron una polémica por la utilización de Barbie y Ken, estereotipos de la belleza y del consumo por excelencia, incluso de la heteronorma y de la construcción de la identidad, para representar imágenes religiosas. Crearon un Ken-Buda, Ken-Jesucristo, Ken-Gauchito Gil, una Barbie- Difunta Correa y una Barbie-Desatanudos. En poco tiempo, se encontrarán en la exposición “Santos y Pecadores”, que se auguro como una exhibición polémica.
Pero el debate ya empezó antes de inaugurada la muestra, porque hay quienes reclaman derechos por el uso de las imágenes religiosas. Así lo aclaró Daniel Rojas, referente de la administración "Difunta Correa" que informó que demandarán a los autores por daños y perjuicios. Rojas declaró que: “La palabra Difunta Correa es uso exclusivo del Gobierno Provincial” [de San Juan].
Quienes crearon las imágenes proclaman en redes sociales: “Ante un mundo que nos premia por pensar, actuar y sentir todos igual, Marianela y Pool se rebelan reafirmándose distintos. Emplean el humor para subrayar su desconexión con un universo histórico, político, religioso que resaltan ficticio y en el que ven atrapados a sus mayores”.
Más que polémica por las representaciones de la Barbie-Difunta Correa, ¿no merecería un debate el hecho de que las imágenes estén patentadas, y puedan demandar a alguien por su uso? ¿O eso no molesta a los defensores de la moral religiosa mientras se pague el precio indicado?
