El agua en las calles, terrenos abandonados, cañaverales y poca prevención contra el dengue son moneda corriente
Jueves 14 de mayo de 2020 17:40
Semana tras semanas surge en la ciudad denuncias de vecinos mostrando la precarización de la vivienda, la poca mantención en gran parte del barrio y la ausencia total en otras, la falta de desembocaduras para el agua. Postales constantes en la ciudad.
El barrio el Carmen, ubicado a las afueras de la ciudad, lindante con La Plata, no es la excepción. Es habitual ver como recurren a los habitantes del barrio con promesas de campaña que rápidamente son olvidadas al asumir cada gestión.
Una de estas cortinas de humo se vió en septiembre del año pasado. El ex gobierno de Vidal y Nedela declaraban en el portal Argentina.gob que se había inaugurado “la última etapa de la urbanización integral del barrio El Carmen en la localidad bonaerense de Berisso, que contó con una inversión del Gobierno nacional superior a los $40 millones de pesos para mejorar la calidad de vida de aproximadamente mil familias, pero la realidad es otra: la misma de años de desidia.
La cuarentena ha dejado el desnudo la vida de millones de trabajadores que viven de trabajos informales sin ninguna protección social, y aquellos que, teniendo trabajo en blanco, ahora son robados con rebajas del 25 por ciento de su salario. Mientras tanto, los empresarios “se llevan el dinero en pala” con miles y miles en subsidios. Ellos no conocen la realidad de estos trabajadores, viven en barrios privados con paisajes abiertos y gozan grandes residencias.
Está realidad se contrapone a la nuestra. La cuarentena vuelve a poner en la superficie en qué condiciones estamos los trabajadores, viviendo en casas y barrios de forma precarizada.
La imagen del Carmen combina tristemente calles de tierra repletas de baches y calles pavimentadas con esquinas donde se junta la basura y que además se vuelven “pequeñas lagunas” con cada tormenta. También se ven terrenos baldíos donde no se cumplen tareas de mantenimiento. Esto genera problemas sanitarios básicos: colonias de roedores, lugares proclives a la generación del mosquito que propaga el dengue. Este paisaje es el espacio de juegos de cientos de chicos que viven en asentamientos donde sus familias deben lidiar con el emerger de aguas servidas, su olor, su contaminación y las enfermedades que traen.
Estas son las postales que indignan. Todo esto son cosas que gobierno tras gobierno y gestión tras gestión, no han cambiado.
Es clave organizarnos, es más importante nuestra vida, defender nuestro salario, nuestras condiciones de vida, nuestra salud. La crisis que la paguen los empresarios, los ricos y poderosos.
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