Después de las intensas lluvias -las más fuertes de los últimos cuatro años- Romero, Olmos, Abasto y Echeverry fueron algunas de las zonas más afectadas. Qué pasa cuando las campañas electorales de Juntos y el Frente de Todos no pueden tapar la falta de inversión en infraestructura ni enfrentar la crisis climática.
Viernes 26 de mayo de 2023 15:29
Fotos: Enfoque Rojo
Ayer hubo alerta naranja en la ciudad de La Plata. Una de las lluvias más fuertes en los últimos cuatro años se desarrolló durante la jornada del 25 de mayo, afectando los barrios de Romero, Olmos, Abasto y Echeverry entre otros de la periferia del casco urbano.
Mientras el círculo rojo de la política ponía su atención sobre una posible definición de la candidatura del Frente de Todos, en varias zonas de La Plata la preocupación era otra. En total se calcula que llovieron 130 milímetros de agua, que afectaron principalmente a aquellos barrios que se encuentran en zonas bajas y cercanas a arroyos que fueron desbordados, al igual que los desagües que se encuentran tapados por basura.
Cada vez que el agua comienza a juntarse, es imposible evitar un recuerdo muy fresco en la memoria: la inundación del 2013, que además de arrasar con la ciudad, dejó al descubierto la crisis de infraestructura causada por la desidia en la desinversión en infraestructura y el descontrol del negocio inmobiliario.
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Uno de los ejes de la campaña actual del gobierno municipal de Julio Garro es "Obra y monitoreo", pero lo cierto es que ante la crisis climática que hace que las lluvias fuertes sean más cotidianas, desnudan la precariedad del discurso de “obras”.
Un Municipio presente para el negocio inmobiliario
Mauricio Saldívar, director de Hidrometeorología de La Plata que depende del Municipio, planteó que “los más afectados fueron los barrios que crecieron sin la debida planificación producto de que son asentamientos o zonas bajas”. Lo que oculta este enunciado es que el municipio no tiene una política para planificar y resolver el inmenso problema habitacional de la ciudad, que expulsa hacia la periferia a quienes no pueden acceder a la vivienda.
La única política de “vivienda” existente hoy es la que imprimen las grandes inmobiliarias y constructoras, que además de ser expulsiva, agrava el problema de base en la ciudad. La construcción descontrolada, que impide la absorción del agua y la destrucción de los humedales para la construcción de barrios privados impiden que estos puedan absorber y reconducir el agua de las precipitaciones hacia el río.
Sin respuestas del gobierno provincial, con la solidaridad de la población
Pero no se trata solo del municipio de La Plata. En el Gran La Plata se estima que hay 260 asentamientos en los que viven 50 mil familias. Y esta realidad se repite en el resto de la provincia.
Garro hace campaña, mostrando las obras contra la inundación.
Los barrios de #LaPlata muestran la realidad.
Familias que otra vez vuelven a perder todo. Basta de gobernar para la especulación inmobiliaria! pic.twitter.com/UXiOgDCflv— Luana Simioni (@LuanaSimioni) May 26, 2023
El problema habitacional y las consecuencias de la crisis climática afectan de conjunto a la provincia de Buenos Aires. La construcción y especulación inmobiliaria empuja a que cientos de miles de personas deban tomar terrenos para poder tener un hogar y vivir con la incertidumbre de ser desalojados por la policía, como sucedió en la toma de Guernica.
Pero cuando estos barrios precarios sufren las consecuencias de la falta de infraestructura, la respuesta para resolver el problema de raíz de parte del gobierno del Frente de Todos es prácticamente nula. No hay un plan de vivienda real para los sectores populares, que están condenados a la precariedad de la vivienda.
La Plata es una ciudad inundable, y las autoridades saben este dato hace varios años. Aún así, ante estas situaciones no hay respuesta ni inmediata ni de largo plazo de parte de los gobiernos. Es la misma población, los mismos barrios los que comienzan a moverse solidariamente para ayudar a quienes se inundaron. La verdadera solidaridad viene desde abajo.
