EEUU barrió fácil y rápidamente a los europeos y se llevaron la medalla dorada. Tercera consecutiva y la número 15 en la historia de los juegos olímpicos. Fue 96-66 con Kevin Durant como figura.
Domingo 21 de agosto de 2016 22:00
Esta clase de partidos no se presta para nada a un análisis profundo. Se medían dos equipos que tienen una diferencia abismal, y ellos lo sabían. Solo podía haber expectativa ya que en la fase de grupos, Serbia solo cayó por 3 (100-97) y supo hacerle un muy buen partido a los campeones.
Sólo un cuarto pudo aguantar Serbia el poderío norteamericano. El primer cuarto fue realmente parejo. Serbia llegó a tener una ventaja de 14-11, consecuencia de una gran defensa. Sin embargo, los estadounidenses se lo llevaron 19-15 por un par de triples de Durant.
El punto de inflexión se dio tempranamente, ya en los 2° diez minutos del juego gracias a una gran defensa americana que desembocó en ataques más fáciles, los de azul tomaron una ventaja considerable y cerraron el juego. Además del poder del conjunto de Mike Krzyzewski, Serbia erró mucho, incluso libre de marca y ese fue un factor más para que los europeos se coman una paliza. Aquella primera mitad culminó 52-29. Ya no había partido.
Ya la segunda mitad fue más show norteamericano que partido de básquet. Ambos medían el tiempo para que acabe el partido y ambos tengan su medalla (obviamente Estados Unidos la de Oro). Ingresaron los que lo hacían muy poco tiempo, como Green, DeRozan y hasta el propio Harrison Barnes. Esto no influyó en nada, la ventaja se estiró aún más porque todo el equipo de Estados Unidos es altamente competitivo.
Poco de decir de Serbia. Sin hacer un torneo brillante se metió en la final. Venció con categoría a Australia y eso le daba una especie de autoridad para decir que le podía pelear a USA, sin embargo no sucedió. Lo mejor de los europeos (6° en ránking FIBA) se vio por el lado de su figura, Teodosic, aunque también tuvieron una buena labor Bogdan Bogdanovic y el pívot de los Nuggets Nikola Jokic.
Lo mejor de los norteamericanos vino, otra vez, por parte de Kevin Durant. El nuevo alero de los Warriors anotó 30 (más del doble que el 2° anotador que fue DeMarcus Cousins con 13). Fue muy efectivo con los tiros desde el perímetro cuando parecía que Serbia se acerca al comienzo del juego.
Esta victoria holgada y esta nueva medalla confirma una vez más, la importancia que tuvo aquel Oro argentino en Atenas 2004. La historia lo demuestra: de las 19 medallas doradas de la historia de los juegos olímpicos, 15 las ganó Estados Unidos. Las 4 restantes se reparten: 2 para la ex Unión Soviética y una para ex Yugoslavia (máximas potencias en su momento) y la restante para la Argentina. Diciendo esto, hay poco que agregar.
Los cachetazos de Indianápolis 2002 y Atenas 2004 por parte de nuestra selección al Dream Team se sintieron en Norteamérica. Empezaron a tomarse en serio el deporte a nivel FIBA y volver a llevarse, como en Barcelona 1992, a todos por arriba.
En fin, Estados Unidos es el campeón. Es el mejor. Y demuestra que puede seguir enseñando. Va a ser difícil lograr lo que hizo Argentina, y no sé cuantos juegos faltarán para arrebatarle la de Oro.
En el partido por el tercer puesto, España se quedó con la de Bronce es un partidazo ante el gran equipo de Australia, 89-88.