Estudiantes avanzados del profesorado de Lengua y literatura del Instituto de Educación Superior Nº 5 denuncian situación de la carrera y demandan a la Dirección de Educación Superior posibilidades para cursar Residencia Pedagógica.
Sábado 18 de mayo de 2019 09:24
Los estudiantes de terciarios estamos viviendo el ajuste a la educación que se agudizó con la suspensión –un cierre de hecho- de siete carreras en 2017, y la exclusión de miles de jóvenes del sistema educativo por el incremento de exámenes eliminatorios, como cada año sucede en el IES N° 5 –en Historia y Psicología, por ejemplo- y sucedió ahora en el IES N° 11. En este marco, a los estudiantes del profesorado de Lengua y literatura, se nos suman dos causas que nos impiden cursar la unidad curricular Residencia Pedagógica.
Somos estudiantes que, por múltiples factores, con mucho esfuerzo realizamos la cursada. La mayoría de nosotros somos trabajadores y tenemos carga familiar, por lo que disponemos de tiempo limitado para la actividad académica y también para recibirnos, realidad que compartimos con los 30 mil estudiantes de los terciarios de la provincia.
Por consiguiente, nos cuesta prepararnos para rendir. Aun así, con mucho empeño, asistimos a los exámenes finales. Muchas veces es satisfactorio el rendimiento y otras, no tanto. Por ello, algunos pedimos al rectorado y a la Dirección de Educación Superior una extensión de la condicionalidad para la inscripción provisoria en Residencia, ya que nos falta aprobar pocas materias correlativas de ésta.
Otros compañeros estamos en condición de desigualdad frente a las nuevas cohortes debido a que la resolución ministerial N° 4189, creada para enmendar errores de la estructura curricular en su régimen de correlatividades y sistema de acreditación, excluye a los estudiantes que ingresaron en el 2015 y 2016.
Los estudiantes de cohorte 2017 en adelante pueden cursar Residencia con primer y segundo año aprobados y tercer año regularizado. Pero los estudiantes de cohorte 2015 y 2016 tienen que tener hasta tercer año aprobado. Esto es ilógico si la idea de los planes de estudio es que se cursen en la cantidad de años estipulados por la misma estructura curricular.
Aducen que se permite la aprobación de tercero hasta septiembre. Pero, ¿cómo pretenden que jóvenes trabajadores rindan hasta diez exámenes finales en nueve meses, mientras cursan otras 8 unidades curriculares? ¿Cómo pretenden que rindan las diez, si de enero a septiembre solo hay cuatro turnos de exámenes? ¿Para qué el Reglamento Académico Provincial nos permite mantener por dos años la regularidad de las materias, si en realidad debemos aprobarlas en cuestión de meses?
Está claro que la estructura curricular del profesorado de Lengua y Literatura no está diseñada para el egreso de las madres y los padres, de empleados de comercio y domésticas que llenamos las aulas de los institutos superiores estatales. Este mismo régimen, diseñado para aulas “depuradas” de estudiantes trabajadores, lo tienen los profesorados de Matemática (Res. 3236), de Biología (Res. 3242), de Ciencias de la Administración (Res. 3223) y de Geografía (Res. 3238), entre otros.
En el contexto actual, de una economía nacional que, con las exigencias del FMI, se desploma sobre la educación pública y nuestras vidas, esta situación se profundiza. El régimen de los profesorados excluye así a los estudiantes trabajadores e hijos de trabajadores.
La baja tasa de egreso de la educación superior provincial y la calidad educativa están atravesadas por múltiples factores, esta problemática es uno de ellos. Por eso hoy pedimos la extensión de la inscripción provisoria para cursar Residencia y condiciones de igualdad que promuevan el egreso en tiempo y forma para todos los estudiantes. Decimos basta de profesorados excluyentes, la deuda es con nosotros, queremos una educación pública, gratuita y de calidad.