El miércoles 16 y 22 de diciembre, becarios de investigación de diferentes organismos estatales se hicieron presentes en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, bajo la dirección de Lino Barañao, con su ya histórica consigna “Investigar es trabajar” para reclamar que se les reconozcan sus derechos laborales.
Jueves 24 de diciembre de 2015
Fotografía: Telam
La semana pasada luego de manifestarse largas horas en el hall del edificio los becarios de investigación lograron acordar una reunión para el miércoles 22 con algún funcionario del CONICET, su preocupación más inmediata era el pago de aguinaldo. A las 16hs fueron recibidos y consiguieron el compromiso de un bono de fin de año de $1300 y un aumento del monto de las becas del 5%. Estas medidas no compensan la inflación sufrida durante este año y deja afuera a los becarios de investigación de Agencia e Universidades. Por eso, desde hace semanas su pedido es que los reciba el Ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, ya que la precarización laboral de los becarios de investigación es una política de larga data y extendida dentro de todos los organismos estatales, Institutos y Universidades.
Desde La Izquierda Diario estuvimos entrevistando a varios de estos Investigadores en Formación, como muchos se hacen llamar ya que el término “becario”, sin ingenuidad, pretende ocultar su participación esencial en la actividad científica del país.
Fernando, de la agrupación JCP (Jóvenes Científicos Precarizados) que investiga en la Universidad de San Martín, nos contó cómo surgió hace diez años dicha organización: “JCP se formó en el 2005, una época donde, si bien había aumentado el número de becas, los montos de las becas eran muy bajos. Hicimos una asamblea y allí surgió además la falta de aguinaldo, licencias, asignaciones familiares, obra social; los reclamos por los derechos laborales. Llegamos a elaborar un Estatuto del Investigador en Formación, que presentamos al Ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao y también como proyecto de ley en el Congreso. Sin embargo, nunca se llegó a tratar. Hace años venimos haciendo medidas de cortes y actividades, por ejemplo en el 2008 nos movilizamos al Festejo de los 50 años de CONICET. Así logramos que desde el Ministerio accedieron a recibirnos” .
Fernando nos contó que una de las conquistas fue la obra social de Unión Personal (para becarios Agencia y CONICET) y el aumento de 30 a 32 años como edad máxima para presentarse a beca. El tema de las licencias se complejiza con la organización que tiene actualmente el sistema de investigación: beca de doctorado durante cinco años, luego beca de pos-doctorado de dos años y finalmente la entrada a carrera de investigador de CONICET. Algunos pedían que se extiendan las becas en el caso de accidente o embarazo, sin embargo, Fernando explicaba que eso imposibilita luego la entrada a la siguiente “etapa” ya que las becas de pos-doctorado o la entrada a carrera son únicamente en el mes de abril. Esto significa que el joven investigador si se retrasa unos meses en finalizar sus trabajos quedará fuera del sistema durante un año. Gracias a los reclamos de los becarios organizados se logró el ingreso más tarde a la beca pos-doctoral en los casos de maternidad.
En la página del CONICET se publicitan las siguientes cifras: 9500 becarios y 8400 Investigadores. Ya las cifras crudas muestran que no todos los becarios tendrán un lugar dentro del staff de investigadores. En los últimos 12 años la cantidad de becarios se multiplicó por 4,5 (2351 a 10573) mientras que los investigadores solamente por 2,4 (de 3694 a 8856). Becarios investigación en las áreas de física y biología de la FCEyN-UBA nos contaban que como no se ha invertido en la construcción de nuevos laboratorios de investigación, tampoco hay espacio físico donde los nuevos investigadores puedan trabajar.
Federico de AGD-UBA, docente y becario de investigación en el INQUIMAE, nos contaba: “Nosotros somos becarios y no se nos reconoce como trabajadores. Entendemos que esto es una política que sostiene el CONICET pero que lleva adelante el estado en sus distintos niveles, que es la precarización laboral. Por ejemplo, los compañeros de CNEA y el INTI se vienen organizando por el pase a planta. Los becarios somos el último orejón del tarro de este sistema de investigación y somos los que lo sostenemos trabajando todos los días en los laboratorios y en el trabajo de campo, sin embargo no se nos reconoce como trabajadores”. También nos describía el sistema científico desde adentro: “El sistema científico es publicar o perecer. Es una meritocracia, una carnicería donde uno tiene que estar permanentemente produciendo para competir con sus compañeros. Desde el sistema no está planteado el trabajo de forma colaborativo, muchos lo entendemos de otra forma y queremos hacer otra cosa, pero el sistema te dice tenés que publicar y eso es lo que muestra que estás trabajando, que estás produciendo, y te dará más chances de permanecer en el sistema”. También cuestionó el modo en que se distribuyó el presupuesto en el área de Ciencia y Tecnología, en algunos casos sin ningún tipo de organización ni planificación y en otros beneficiando a los grandes grupos económicos como en el caso de los monopolios sojeros y el nuevo INDEAR en Rosario y concluía “por eso a muchos no nos extrañó que Macri lo haya invitado a Lino Barañao a seguir estando como ministro, no es contrapuesto Lino Barañao y el macrismo”
Por último hablamos con Agustín quien nos contó la organización y logros que obtuvieron en “Becarios UBA”: "Venimos en apoyo a los colegas investigadores en formación de CONICET. A transmitir la experiencia ganada en los últimos dos años. En 2014 obtuvimos un inédito 71% de aumento a través de un método bien conocido por los trabajadores: el corte de calle. Cortamos Callao y Corrientes en varias oportunidades a las 7:30 de la mañana, un horario y lugar claves para tener cobertura de los medios. Fue por el hecho de que nuestro reclamo resonará más allá del ámbito académico lo que hizo que las autoridades de la UBA, en nuestro caso, se ocuparan de nuestro reclamo y en el 2015 lográramos varias cosas, entre ellas la equiparación al cargo de JTP exclusiva, conquistando así una paritaria. Ahora nuestro salario va de la mano del salario docente”