Belén fue diagnosticada al nacer con espina bífida y actualmente está muy cerca de convertirse en piloto de automovilismo deportivo en la categoría de fórmula 1100 bonaerense, convirtiéndose en la primera mujer con discapacidad de Latinoamérica en conseguirlo.
Viernes 12 de marzo de 2021 17:51
La historia de Belén Ameijenda fue conocida a través de varios medios de comunicación y redes sociales y causó mucho impacto por estar a punto de ser la primera piloto de automovilismo deportivo en la categoría de fórmula 1100 bonaerense.
Antes de nacer les dijeron a sus padres que la joven no iba a poder caminar. Esto debido a una malformación congénita que afecta la motricidad conocida como “Espina Bífida”. El apoyo en su familia fue clave para dar pelea a esta enfermedad y hoy, no solo puede caminar con ayuda de bastones, sino que está a solo una prueba de convertirse en un hito del automovilismo deportivo, como mujer y por lo que expresa en cuento a la inclusión frente a su diagnóstico.
Belén agradece al personal de salud en su relato y cuenta como se fue cruzando a lo largo de su vida con estos trabajadores que fueron clave para su desarrollo. “Mis viejos se pusieron muy mal y en la misma clínica conocieron a Florencia Orzali, que estaba haciendo una residencia y les dijo que con rehabilitación me podían sacar adelante y que con eso podía llegar a caminar, al menos con bastones. Ella luego fue mi kinesióloga hasta los 11 años” refiere en una entrevista en Infobae.
El deporte fue otro pilar para dar pelea, desde chica pudo realizar natación, equitación y más tarde comenzó a ejercitarse en el gimnasio. Muchas veces, lamentablemente, estos deportes no están al alcance de todos los niños que sufren alguna enfermedad o hay que “pelearse”, en el caso de tenerla, con las obras sociales.
“Empecé a elegir qué deportes hacer. Hice natación mucho tiempo, después equitación y después me dediqué periodismo deportivo, que me acercó un poquito más a ese mundo porque tenía mis amigos fierreros y con mi auto íbamos a alguna carrera, o a ver picadas en el Autodromo” expresó en una entrevista en El Diario de Escobar.
La joven del barrio porteño de Savedra de tan solo 24 años está a tan solo 10 materias de recibirse de periodista deportiva y ya escribió varias notas para el medio “Pitlane motor”. A la vez estudia la carrera de psicología. En el ámbito educativo, cuenta que también hay que dar peleas para que estos sean inclusivos ya que muchos establecimientos como universidades no cuentan con la estructura edilicia adecuada.
“La mayoría de la arquitectura no está hecha para nosotros. Hay rampas que están mal hechas y son peligrosas para las personas que están en silla de ruedas. Otro punto es, que hasta 2020, las universidades no te daban las posibilidades de que haya una cámara para poder seguir en vivo una clase. Eso es algo que reclamamos quienes no podemos salir los días de lluvia. Resulta que con la pandemia empezaron las clases por Zoom y ellos se tuvieron adaptar” relataba para Infobae.
Si bien en su familia no hay pilotos de carrera, la pasión por el automovilismo viene de chiquita: sus domingos en familia empezaban con las carreras de TC, casi como ritual, comenta Belen. Su primer auto lo tuvo a los 18 años y además contó que para poder manejarlo tuvo que mandarlo a adaptar ya que la industria de los automotores en nuestro país tampoco es muy inclusiva.
“Mi problema me impide apretar los pedales. Si bien tengo fuerza y musculatura en las piernas no es la suficiente como para hacerlo” refería en El Diario de Escobar.
Y agregaba: “No vengo de familia de pilotos aunque todos somos amantes del automovilismo. Desde que nací miraba el Turismo Carretera. A través del periodismo me pude meter en el mundo de los motores y quedé fascinada. Una vez fui a cubrir en el TC Mouras y vi a Juan María “Gatito” Nimo, quien tiene una discapacidad física a raíz de un accidente y pensé: ‘si él puede, nada me lo impide a mí’, es una cuestión de actitud”. Y afirmaba al mismo medio: “Seré la primera corredora discapacitada en Latinoamérica. Estoy muy entusiasmada con este proyecto”.
Lo cierto que la joven futura piloto está a solo una prueba de serlo. La prueba de “escape” que consiste en demostrar que en caso de un accidente puede salir del auto de carreras en tan solo 4 segundos, que es el tiempo que resiste el fuego el buzo ignifugo.
Belén Ameijenda ya está ganando la carrera y es fuente de motivación para cientos de mujeres y de personas con capacidades diferentes que ven en ella, que luchan en ese sentido sentido. Para esto cuenta con un gran equipo que la espera en boxes: su familia, sus amigos, médicos, otros pilotos y todos aquel que quiera hacer de esta sociedad un lugar más justo y totalmente inclusivo.