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Red Internacional
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Exitismo presidencial. ¿Beneficia a Milei el triunfo de Trump?

Milei canta victoria antes de tiempo. Señales de alarma se encendieron ante posibles anuncios del nuevo presidente de la primera potencia mundial.

Andrea Polito

Andrea Polito @_AndreaPolito

Viernes 8 de noviembre de 2024 17:56

Nadie duda que el nuevo ascenso de Donald Trump a la presidencia estadounidense es a nivel político y “cultural” un triunfo para Javier Milei y para esa "Internacional Reaccionaria" que comparte con los gobiernos de Italia, de Hungría o ex presidentes como Jair Bolsonaro... ahora ni más ni menos con el presidente de EEUU. Emparentados en la apelación de un supuesto pasado de grandeza nacional, la negación del cambio climático y de los derechos ganados por las mujeres o de la regulación de las inteligencias artificiales, entre otras temáticas derechistas.

Pero a decir verdad Milei es muy distinto a Trump o por lo menos no tiene el perfil con el que se identifica este último, más allá de las medidas que vaya a tomar. El nuevo presidente norteamericano se jacta de proteccionista, nacionalista e incluso favorable a medidas de intervención estatal en pos de los intereses nacionales. Tan es así que al periodista Carlos Pagni lo llevó a titular, un poco polarizadamente, su reciente artículo sobre el triunfo de Trump: “La tradición peronista desembarca en la Casa Blanca”.

Lo cierto es que los portales de los medios de comunicación internacionales señalan la tendencia a la valorización del dólar norteamericano y su consecuente aumento de la inflación en EEUU y en el mundo. Una medida que entre otras cuestiones afectaría la apreciación del peso argentino que cursa la política de Milei para impedir la inflación. También traería como consecuencia el encarecimiento de los productos argentinos para el comercio exterior y particularmente el vinculado a los principales socios comerciales, como el propio EEUU.

A su vez, Trump parece que puede anunciar la suba de aranceles para limitar los productos importados, cuestión que perjudicaría aún más las ventas argentinas a Estados Unidos. El otro aspecto está vinculado a la apuesta a la producción de petróleo y gas por parte de Trump, completamente indiferente al cuidado climático, sus planes apuntarían a robustecer la producción estadounidense. Esto provocaría una mayor competencia con los planes de producción y comercialización de petróleo y gas argentino. Si "Vaca Muerta es un recurso de clase mundial que está cambiando la realidad energética del país", como pretende el gobierno desde el portal oficial de la empresa neuquina, el panorama se torna sombrío si Trump incrementa el volumen de petróleo del mayor mundial. Para no hablar de los cauces de una guerra comercial con China a la que amenazaría con imponer un 60% de aranceles a sus exportaciones y sus consecuencias para un país como el nuestro cuyas exportaciones representan aproximadamente el 16 % del PBI.

A nivel de política exterior, Trump anticipó que su política va a ser retirar el apoyo material de EEUU a muchos países que no signifiquen una retribución que la justifique. En materia geopolítica, como a priori ha señalado, presupone una mayor concentración de los asuntos puertas adentro del país, con un repliegue del intervencionismo directo en cuestiones ajenas. El caso más patente puede ser la prolongada guerra en Ucrania, a la que Trump ha considerado un sinsentido por la cantidad de recursos que ha invertido Estados Unidos, amén de la excelente relación que siempre mantuvo con su contraparte ruso, Vladimir Putin. Un fin de la guerra puede traer como consecuencia una baja en los precios de energía y de los alimentos, afectando las exportaciones de cereales, del trigo y otros productos agrícolas a países como la Argentina, algo que a Milei y las ganancias de los exportadores también le restaría.

Una de las cuestiones más importantes que esperaba Milei con un triunfo de Trump es la habilitación de un nuevo acuerdo con el FMI que le otorgue un nuevo préstamo al estilo de Macri para poder saldar los abultados pagos de intereses de la deuda externa del año entrante y contar con dinero fresco. No obstante, si bien EEUU es el principal contribuyente del FMI y tiene poder de veto en el organismo ha mostrado cierto escepticismo, como decimos más arriba, hacia el apoyo económico internacional, priorizando los intereses de EEUU primero. Y aunque Trump quiera influir positivamente para un nuevo préstamos habrá que ver hasta dónde querrá comprometerse para eso. Demás está decir que si lo hace no será gratis. Las condiciones en el terreno económico, para no mencionar las exigencias en el terreno geopolítico, como la apertura del cepo y mayores ajustes vendrán de la mano.

Conclusión, aunque Milei salte en una pata, como el bufón del rey, las perspectivas exitistas que ostenta pueden oscurecerse muy pronto. Mientras el próximo presidente de Estados Unidos sigue sin atenderle el teléfono, Millei ya se lustra los zapatos y espolvorea la papada para un anhelado encuentro con Trump la semana que viene en un nuevo viaje al país del norte. Como dijo Andrés Malamud en relación a los viajes del autoconsiderado el político más popular del mundo y experto motosierra, no sea cosa que no venga con plata sino con tuits.


Andrea Polito

Redactora de La Izquierda Diario

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