La visita del papa Francisco a Chile puso en evidencia el rol que ha jugado la iglesia católica para oxigenar regímenes; la clave es otra, en Chile se han vuelto débiles y con ello, su capacidad de gobernar.

Simón Bousquet Director Audiovisual La Izquierda Diario Chile @simonbousquet_
Miércoles 17 de enero de 2018

Crisis de la iglesia católica en Chile, la peor de la región
Jefe de estado y líder espiritual. Así califican a Bergoglio, aun cuando su rol no puede ser más distinto del que le atribuyen. La iglesia católica, un pilar fundamental de la herencia de la dictadura, ha ido perdiendo adeptos de forma gradual; por una parte, las amplias franjas de la población que despertaron a la vida política durante los últimos 15 años, y por otra, la aparición de “alternativas”, más duras y conservadoras, tanto en términos valóricos, como en términos económicos. Así como los Kast en su expresión política más aberrante; evangélicos y testigos de jehová jugaron un rol clave en el re-asentamiento de la derecha en la región, aunque plagados de contradicciones, la tijera entre los últimos 25 años de “pactos por omisión” y gobiernos de coalición están marcando su retirada, volviendo a acentuarse la polarización, donde alternativas tipo bisagra, de contención con “realismo sin renuncia” se volvieron absolutamente insuficientes.
Para que midamos, mientras que en México el 80% de la población se revindica católica, en Chile el número cayó al 44%, siendo el ateísmo su principal contendiente, con un 38% de inclinación.
Pero esto no es casualidad. Los escándalos de los cuales han sido protagonistas producto de los abusos sexuales, muestran que el peregrinaje es más bien un rescate. Moribunda, la Iglesia Católica en Chile enfrenta una crisis que el Obispo Ezzati retrata diciendo que “El Papa va a encontrar una iglesia que está en crisis. Y no niego que parte se debe a una situación concreta que ha vivido estos años la iglesia en Chile, con los casos de abusos. Son casos gravísimos.
Pero las crisis son siempre una oportunidad de mejorar”.
«Y aun cuando esas posibilidades son escuálidas, los diálogos de Piñera al centro, la crisis de la DC y de la nueva mayoría, no hacen más que acelerar la necesidad de una clase por retomar la dirección del poder, con oposición parlamentaria y demandas como NO+AFP capaces de movilizar a millones cuestionando un elemento fundamental de la economía capitalista en Chile.»
De conjunto, la herencia de la dictadura se mantiene mostrando las profundas heridas que le profuso la lucha por la educación gratuita, y que, desde el 2011, cambió el eje y el ciclo político de todo el país, desviando los ánimos hacia posibilidades concretas de cambios, lo que no puede ser más que una oportunidad para los revolucionarios.
El saqueo fiscal, los escuálidos números: una visita defensiva
Semanas antes de la visita, los distintos medios de comunicación intentaban pavimentar el terreno. Se regalaron entradas y se esperaban más de 400 mil personas en cada gran acto masivo en Santiago, Iquique y la Araucanía; decepción deben sentir al ver que MEGA, un canal abiertamente conservador, mostrada al país la cruda realidad: menos de 250mil personas se congregaron en un amplio espacio clausurado para la exclusividad del líder católico, inclusive se declaró como feriado el día martes 16 de Enero, la cuidad completa se paralizó y el solo despliegue de la actividad significó cientos de millones de pesos en gasto fiscal, generando nuevamente un amplio rechazo.
Una cosa es clara: Bergoglio vino a Chile a “perdonar y ser perdonado”. Su viaje se debe a la profunda crisis de la Iglesia Católica, pero también, la crisis de todos los partidos tradicionales, su figura, sostenida sobre el dialogo y el apoyo a las reformas.
Lo que está en juego ni siquiera forma parte de una contienda entre el duopolio, lo que está en juego es la gobernabilidad de la burguesía sobre la clase trabajadora.
Eso explica su posición absolutamente defensiva, para otrora un líder católico de la moral conservadora, que hoy pide perdón por los crimines a los derechos humanos mientras el Obispo Barros, encubridor de Karadima, se pasea impunemente en la misa de Parque O’Higgins, sin haber sido perdonando por nadie, es reflejo de la cruda realidad: no pueden mantener las cosas como están, algo debe cambiar.
En un sentido, como líder burgués, expresa lo que Bachelet,: la encuesta Galup lo define como “el líder más popular del mundo”, así como Bachelet figura como número cuatro en el ranking Forbes de las mujeres más poderosas del mundo.
Pero ni los ostentosos títulos internacionales pueden tapar la profunda crisis por la que pasa la centroizquierda a nivel mundial; han perdido las elecciones en toda la región y en algunos lugares como en nuestro país, alternativas “a la izquierda”, toman fuerza como el Frente Amplio, o como las candidaturas Anticapitalistas del Partido de Trabajadores Revolucionarios, que mostraron que se puede hacer política, sin rebajar el programa.
Son, en un aspecto, líderes incapaces de contener que nuevas formas de pensar y hacer política se toman el escenario en todo el continente, donde a la vez, los nuevos referentes políticos, como el Frente Amplio tampoco logran separarse de la pesada carga que significan 25 años de socialdemocracia reformista no pudieron contener. Aquí es donde reside la clave del momento: para terminar con la herencia de la dictadura se necesita de una gran fuerza organizada, de los trabajadores, las mujeres y la juventud que practique un enfrentamiento permanente con la derecha, que no retroceda un centímetro con los mínimos derechos que nos ha entregado la lucha, pero que además sepa que se necesita afectar realmente las ganancias capitalistas, nacionalizando el cobre bajo control de sus trabajadores, o reduciendo la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana para así repartir las horas de trabajo entre trabajadores de planta y cesantes. De esta forma podríamos expresar nuestros anhelos de una nueva sociedad, como pasos a acabar con este sistema delirante.
El falso líder de estado
Para Marx, era necesario entender el estado como una herramienta clave en el proceso de subyugación de una clase por otra. En este caso, el Estado neoliberal capitalista de libre comercio que actualmente tenemos en Chile, muestra como ese Estado prohíbe el derecho a decidir en las mujeres, suspende la votación de la ley de identidad de género y mantiene en estado de sitio la Araucanía, todas, soluciones opresivas a cuestiones sociales.
El Vaticano, casi como una república independiente carece de este elemento clave, y aun así, el papa es entendido como un jefe de estado, condición que por si sola justificaría el despliegue financiado con dineros fiscales, por temas de seguridad, y justificaciones varias.
Esto no puede ser más que una falacia. Un insulto a todos los derechos democráticos por mínimos que sean. Nadie eligió al papa, sin embargo su influencia posterga cuestiones elementales para la población y busca desesperadamente perpetuar su agenda valórica, agónica, su pesada herencia no es cuestión contemporánea, sino que se remonta a siglos de opresión, como decía Marx “La miseria religiosa es, al mismo tiempo, la expresión de la miseria real y la protesta contra ella. La religión es el sollozo de la criatura oprimida, es el significado real del mundo sin corazón, así como es el espíritu de una época privada de espíritu. Es el opio del pueblo.”
Sin embargo, millones y millones...de pesos
Poco queda de la imagen austera del papa. Poco queda de la imagen austera de la Iglesia Católica en la realidad. Su posición para mantener el poder político, no es otra que la de mantener el poder económico. Un Lamborgini con incrustaciones de oro, como regalo actual líder del Vaticano, no puede mas que mostrar que su crisis para dirigir, su crisis de hegemonía, es una crisis económica, como grupo privilegiado.
La fortuna de la iglesia católica en Chile es absolutamente desconcertante, un artículo de La Tercera, reveló la increíble fortuna que maneja la Iglesia Católica chilena, que en 2016 alcanzó movimientos por 10 mil millones de pesos, incluyendo acciones en SQM, la principal empresa involucrada en los casos de corrupción, que mostró como en Chile una casta política, que incluye directamente a Obispos, generales e instituciones completas necesita desesperadamente volver a controlar el poder.
Una casta profundamente enquistada en nuestra realidad política. Políticos y lideres espirituales que son millonarios, son representación fiel de una sociedad que sin oxigeno, busca desesperada nuevas formas de conducción. Francisco u Oprah, hablan respecto de batallas que ellos no han librado y a las que en realidad se oponen, en la política. Tenemos que cambiar de sujeto, de conducción y de proyección humana. A 100 años de la revolución Alemana, Rosa Luxemburgo no pudo encontrar mejores palabras parra este fin: “Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.