Ayer, durante su visita en la región oriental de Puerto Maldonado, Amazonía peruana, hizo declaraciones en su Twitter que ratificaron su postura “provida”.

Tomás Máscolo @PibeTiger
Sábado 20 de enero de 2018 12:12

Durante su viaje a Perú, Bergoglio se posicionó contra el aborto en su cuenta de Twitter. “Cada vida cuenta: desde el principio hasta el final, desde la concepción hasta la muerte natural”, escribió. Si cada vida cuenta, que se pronuncie por las 300 mujeres que mueren por año producto de la clandestinidad de un derecho histórico dentro del movimiento de mujeres.
Fue en los países de latinoamérica que se sucedieron las masivas movilizaciones por el #NiUnaMenos. La notoriedad de su viaje en la región y la atención que genera para reforzar una vez más su línea contra el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
Una de las fotos que recorrieron el mundo fue la del papa con Cardenal peruano Juan Luis Cipriani, en sus manos, un afiche de la marcha contra el derecho al aborto. En su haber, el clerical peruano cuenta con un archivo interesante, posiciones homofóbicas, declaraciones misóginas, el apoyo al golpe de Fujimori en 1992 y su participación de las ejecuciones sumarias del ejercito a miembros del MRTA.
No es la primera vez que el pontífice plantea su posición abiertamente. Durante el mes de noviembre del año 2016 dijo que el aborto como un “pecado muy grave” al cual se debe “extender la misericordia”, estas declaraciones se expandieron en todo el mundo porque fueron escritas en el “Misericordia et misera”, documento de conclusión del Jubileo extraordinario de la Iglesia Católica.
Que el aborto sea legal, es una consigna que también levantan las personas LGTBI, el derecho al aborto también le es negado a los hombres trans o cuerpos gestantes que no se identifiquen con una identidad binaria de “hombre” o “mujer”. La diversidad sexual también ha sido blanco de las posiciones reaccionarias, fue Bergoglio que compara a las personas trans con bombas nucleares.
Son 60 mil mujeres que llegan anualmente a los hospitales públicos producto de la clandestinidad del aborto, en su mayoría son jóvenes y pobres. Por eso, este tipo de declaraciones se debe poner sobre el tapete la necesidad de organizarse y exigir la separación de la Iglesia del Estado, la intromisión clerical no sólo atenta a la pelea por el derecho al aborto, sino también a la correcta implementación de la Ley de Educación Sexual en todas las escuelas y sigue fomentando un sentido común reaccionario que sigue avalando un negocio millonario producto de que el aborto siga siendo clandestino.
No sorprende, pero si indigna esta postura por parte de la Iglesia, teniendo en cuenta que viene de un ala “renovadora” como Bergoglio. Cambió la imagen e incluso el discurso, pero en los temas que atañen a las mujeres y los sectores oprimidos el aire medieval y oscurantista sigue intacto.

Tomás Máscolo
Militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.