Humedales. Bernal: en el distrito de Mayra Mendoza el negocio inmobiliario sigue destruyendo el humedal

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La zona de humedales y bosques nativos de la ribera de Bernal es un ecosistema que resiste a muchos años de ataques empresariales. Su nombre oficial es Parque Natural y Reserva Ecológica Municipal Selva Marginal Quilmeña, se trata de un área de unas 200 hectáreas que se extiende desde la autopista Buenos Aires-La Plata hacia la costa del Río de La Plata, abarcando los ambientes costeros de las localidades de Bernal y Don Bosco, en el partido Quilmes. Forma parte del biocorredor y valle de inundación del Río de La Plata, en el sector rioplatense de la ecorregión del Delta e Islas del Paraná. La conservación de estos ecosistemas es de gran relevancia por el importante papel que cumplen en la mitigación de los efectos del calentamiento global. Para conocer su historia nos reunimos con Leopoldo y Mauro, que forman parte de la asamblea No a la Entrega de la Costa Avellaneda Quilmes.

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Nos encontramos en Espora y Caseros, una zona muy transitada porque está a metros de una bajada de la autopista Buenos Aires-La Plata. Es difícil pensar, con tanto tráfico y cemento a nuestro alrededor, que estemos a tan solo unos metros de una zona de bosque nativo protegido. No solo se observan autos ir y venir, también se hacen presentes fuertes olores que provienen de la papelera Smurfit Kappa, una pastera de categoría 3. En esa rama significa que es la categoría más contaminante. Leopoldo nos dice que por ese motivo deberían suspender su producción por períodos de tiempo, pero nunca lo hacen. En 2017 uno de sus directivos fue enjuiciado por la contaminación generada por la planta. “Fue un cambio de figuritas” nos dicen, tras el proceso nada cambió. Los ruidos de la maquinaria, los olores y los vertidos a arroyos continuaron.

Mauro y Leopoldo nos cuentan que la asamblea surgió en 2008 ante el intento de la empresa Techint, de construir el megaemprendimiento inmobiliario Nueva Costa del Plata, también denominado puerto Madero Sur de la Multinacional, todo con el apoyo del entonces intendente peronista Francisco “Barba” Gutiérrez. La firma de Paolo Rocca proyectaba elevar la cota de la costa a 5,50mts, destruyendo el bosque nativo ribereño. De realizarse este emprendimiento se afectaría gravemente la biodiversidad del sector, y al elevarse la cota de la costa se inundarían zonas aledañas perjudicando a los vecinos del barrio. Luego de muchos vaivenes judiciales y llamados a consultas populares, la construcción se encuentra frenada hasta que finalice el juicio iniciado por la asamblea.

Frente a la esquina donde nos encontramos se ubica un predio del Ceamse. Fue instalado allí durante la última dictadura cívico militar, y se volcaron desde entonces, aproximadamente 50 millones de toneladas de basura. En esa zona, nos cuenta Mauro, había producción frutihortícola. Con la llegada del basural en 1979 los productores fueron desplazados y se rellenó el terreno con basura hasta 2004. En ese año, gracias a la lucha de las y los vecinos se logró el cierre definitivo del relleno sanitario, que durante décadas fue el causante de distintas enfermedades entre la población local (leucemia, alergias y problemas respiratorios) ocasionadas por el venteo de los gases del predio.

Luego de charlar unos minutos más, nos dirigimos hacia la zona de humedal. Ni bien nos alejamos de la autopista, ya adentrados en lo que debería ser un área protegida, nos comentan sobre los rellenos que realiza el Club Don Bosco Rugby. Para generar estacionamientos cerraron senderos y rellenaron terrenos.

Así rellenan los senderos

Tras unos metros de caminata nos acercamos al sendero del Recreo para Obreros de Celulosa Argentina. La empresa pastera era propiedad estatal, hoy sus instalaciones son explotadas por Smurfit Kappa. Recorremos un sendero con ejemplares altos de casuarinas, el aire es fresco y agradable y el ruido de la autopista prácticamente imperceptible. También hay ejemplares de tala, ceibo y curupí, árboles típicos de los humedales. En este sector, la bióloga Nieves Baldaccini desarrolló un importante trabajo de campo que sirvió como fundamento para que en 2011 la OPDS lo denomine bosque nativo y ordene su protección. Nieves falleció hace poco tiempo, y sus compañeros nos cuentan con emoción la importancia que tuvo en la lucha en defensa del ambiente. Mientras nos transmitían estás vivencias nos encontramos con rellenos que alguna obra de construcción había descartado en el lugar. Esta es una práctica muy frecuente por empresas constructoras, como en su momento se denunció a la empresa Cortes y Sistemas, que afecta las interacciones biológicas propias del ecosistema.

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A pesar de los discursos en campaña, la impunidad con la que los empresarios destruyen y queman, como sucede en el Delta del Paraná, sólo es posible con la complicidad del Estado. De la mano del FMI y su sed de dólares, el extractivismo es fomentado por el Frente de Todos y Juntos, sin grieta. Como señala Leopoldo, “la Ley de Humedales no termina de salir porque habría que desmontar la matriz productiva y establecer otras prioridades, que tengan que ver con la fluidez con la naturaleza”. A la alianza entre empresarios y los partidos que defienden sus intereses, se la puede enfrentar con la movilización en las calles y la coordinación entre distintos sectores ambientalistas, obreros y estudiantiles. Los ejemplos de Mendoza y Chubut, que se levantaron contra la megaminería, el de Rosario, contra las quemas, el de Mar del Plata, contra la exploración offshore, son ejemplos de como pelear por la aprobación de la Ley de Humedales, su rápida implementación, y por una defensa del ambiente con real compromiso por parte del estado. Desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad y La Izquierda Diario venimos poniendo en pie asambleas en todo el país para organizar desde abajo la lucha contra el ajuste. Desde estos espacios también nos proponemos unificar fuerzas entre trabajadores ocupados y desocupados, mujeres y jóvenes para enfrentar los planes extractvistas del FMI, el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.