Quezada Salas adquirió 13 propiedades en Miami, por 8.2 millones de dólares, adquiridas entre 2004 y 2008. Las operaciones se realizaron a través de la empresa Etesa, propiedad de la esposa y el suegro del diputado. Ésta es parte de la fortuna de uno de los traidores que avalan la reforma educativa.

Sulem Estrada, maestra de secundaria Agrupación Magisterial Nuestra Clase y Pan y Rosas
Miércoles 20 de abril de 2016
Quezada Salas -exdirigente de la sección 60 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), entre otros cargos que ocupó- es diputado por el Partido Nueva Alianza (Panal), uno de los partidos satélites del Partido Revolucionario Institucional.
Recordemos que el Panal es un engendro creado por Elba Esther Gordillo “la maestra”. Sí, “maestra” en traicionar a su clase, a sus compañeros. Porque su principal interés, como el de Quezada Salas, es vivir en el lujo y la ostentación. Para eso se venden a su mejor postor.
Según informa el diario Reforma, que relevó la información del Miami Herald, cuando adquirió sus departamentos en Estados Unidos, su sueldo no pasaba de los $30,000 mensuales. ¿De dónde sacó el dinero para comprar propiedades de lujo?
Pues de créditos otorgados a maestros del sindicato, por los cuales se llegaron a cobrar nada menos que hasta 180% de tasas de intereses.
En 2012 vendió dos de las propiedades. Una por 550,000 dólares, 83,000 dólares por debajo del costo original. Otra por 800,000 dólares, mientras la había adquirido a 848,000.
Quezada Salas saltó en trampolín desde el SNTE al Panal, para iniciar su carrera en el terreno político como diputado. Como uno de los tantos legisladores que realizan proyectos de ley al servicio de los empresarios, las trasnacionales y el imperialismo estadounidense.
Los organismos internacionales querían una reforma educativa que precarizara las condiciones laborales de los maestros y que degradara aun más la educación pública y ahí estaban, diputados y senadores, alzando la mano, a favor del ataque contra el magisterio y el pueblo trabajador. Dicen hipócritamente que los maestros que enfrentamos la reforma somos “flojos” y cobramos sin trabajar, mientras los únicos parásitos son los dirigentes sindicales afines al gobierno y los propios gobernantes que cobran por legislar contra los trabajadores.
Como diputado, Quezada Salas gana más de $150,000 por mes, más $88,000 por ser presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología. ¿Por qué? Es el premio por defender los intereses de los ricos y los poderosos.
Desde la Plataforma Anticapitalista, impulsada por el Movimiento de Trabajadores Socialistas, consideramos que hay que parar estas prácticas. Por eso, una de nuestras propuestas que queremos llevar a la Constituyente es ¡que todos los funcionarios públicos ganen lo mismo que una maestra!
Sergio Moissen, nuestro candidato es un profesor precario que da clases en la UNAM. Yo soy maestra de secundaria y exnormalista. Los dos participamos de la lucha contra la reforma educativa y por la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. No somos como ellos, los políticos de los de arriba, venimos de otro lado. Somos distintos, somos lo nuevo. Danos tu voto. Le estamos pidiendo a los trabajadores, la juventud y las mujeres que nos den la oportunidad de llevar sus demandas más sentidas a la Constituyente. Escribanos una nueva historia, donde los de abajo seamos los protagonistas. Tú, yo, nosotros, por los derechos de la mayoría.

Sulem Estrada, maestra de secundaria
Maestra de secundaria