Los dos referentes de la derecha argentina hicieron declaraciones lamentables a raíz de la crisis que estalló en las cárceles por la terribles situaciones en las que se vive.
Martes 28 de abril de 2020 10:18
Foto: Berni arengando a las tropas de la policía bonaerense/ Infobae
El ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y el excandidato a vicepresidente de Mauricio Macri, Sergio Berni y Miguel Ángel Pichetto, hicieron declaraciones sobre la terrible situación que viven las personas privadas de su libertad que los llevó a protagonizar reclamos en varios penales de Argentina.
Aunque los dos se encuentran en frentes políticos distintos comparten el mismo lugar en el arco ideológico de la derecha, que sale rápido a tirarse contra los más vulnerables.
Con el estilo cínico y adusto que lo caracteriza, Sergio Berni salió a hacer polémicas declaraciones sobre la crisis que se vive en varios penales del país.
"Si fuera por mí, no sale ningún preso", dijo el ministro de Seguridad bonaerense, aunque luego aclaró que su opinión no vale, ya que no tiene jurisdicción en las cárceles, que se legislan bajo fuero judicial y son competencia del Ministerio de Justicia.
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Para justificar parcialmente su punto de vista, Berni afirmó que es "un verso lo de las pulseras electrónicas", ya que según él no hay suficientes "para la cantidad que se quiere liberar". Aunque no se trata de "liberar" sino de que se cumplan las condenas bajo prisión domiciliaria.
Berni, de todas formas, no precisó cuántas pulseras electrónicas hay ni cuántas personas privadas de su libertad se discutió que iban a entrar en esa modalidad. En definitiva, en el medio de una discusión profunda y urgente, el ministro hace declaraciones vagas y livianas.
Por su parte el inefable Pichetto fue más allá. Directamente dijo que "es otra tragedia argentina" que puedan "liberar a los presos". Omitiendo deliberadamente -al igual que Berni- que no se discute que se "libere" presos sino prisiones domiciliarias ajustadas a la ley vigente.
El experonista compañero de fórmula de Macri incluso llegó a afirmar descaradamente que "están liberando violadores" y "delincuentes peligrosos".
Estos personajes saben que nadie está discutiendo esto. Lo que se propuso desde las propias cárceles, organismos de derechos humanos y hasta la misma Cámara de Casación Penal es la posibilidad de otorgar prisiones domiciliarias, dependiendo el caso particular y excluyendo delitos violentos. Algo que funcionarios del propio Gobierno avalan.
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Además, ambos personajes hacen caso omiso a las denuncias que levantan los presos. Denuncias que durante años han divulgado los organismo de derechos humanos y que son de público conocimiento.
La sobrepoblación carcelaria el hacinamiento, las extremas condiciones de insalubridad y un extenso etcétera.
Ni que decir que más de la mitad de los reclusos ni siquiera tiene condena firme (es decir que están presos sin que se haya probado que sean culpables de algo) y los que sí tienen condena, la inmensa mayoría es por delitos menores.
Esto lo esconden deliberadamente Berni y Pichetto (y todo el arco ideológico de derecha) para sembrar un sentido común que deshumaniza a la persona privada de su libertad y la convierte en un "otro" peligroso sin derechos, que se merece estar en esa situación.
Un sentido común que naturaliza el estado deplorable y completamente riesgoso estado en que se encuentran las cárceles. Que esconde que la población carcelaria se compone casi exclusivamente por jóvenes desempleados y en extrema vulnerabilidad, que además son los perseguido, vejados y hasta asesinados por la policía que Sergio Berni comanda y Pichetto discrimina.